En los próximos días el Periódico Actualidad Étnica publicará un informe especial sobre el Pueblo Wiwa con el  objetivo de dar a conocer algunas de sus características; los impactos que ha sufrido como consecuencia del conflicto armado y la situación de derechos humanos durante los años 2005 y 2006. El informe está basado en la información recopilada a través de la base de datos de la Fundación Hemera sobre violaciones a los derechos humanos de los pueblos indígenas y en diversos testimonios que se recogieron en la Sierra Nevada de Santa Marta con ocasión de la visita humanitaria realizada en el mes de enero por parte de funcionarios de Hemera y periodistas de Actualidad Étnica.

 

El documento señala que la actual situación que se vive en la Sierra es producto del despliegue militar de la Fuerza Pública para efectos de mantener el control de la zona, lo cual ha provocado diversos actos de violencia que ponen en peligro la vida e integridad de los pueblos indígenas. Esta información fue ratificada en la Mesa Nacional de Concertación que se realizó el días pasados en Bogotá y en donde participaron delegados del Pueblo Wiwa, quienes además indican que la persecución constante de los indígenas wiwa por parte de los miembros de la fuerza pública ha estado acompañada de múltiples presiones para que los líderes y comuneros hagan parte de la red de informantes. A esto se suman las denuncias que han hecho los pobladores de la zona para dar a conocer los nexos de algunos miembros de la fuerza pública con los grupos paramilitares.

 

De otra parte, también se hace énfasis en el control territorial que se quiere imponer en la zona mediante la estrategia del miedo, limitando de esta manera el derecho de las comunidades a movilizarse libremente, lo cual podría conducir al fenómeno del confinamiento. En ese sentido, los líderes de las comunidades manifiestan que el impacto más grave que han tenido estas acciones al interior de sus comunidades ha sido la imposibilidad de realizar los trabajos espirituales, lo cual ha repercutido en la profundización de la crisis social. Es así como los indígenas han denunciado la imposibilidad de acceder a los sitios sagrados, la devastación de los mismos y el consecuente aplazamiento de los pagamentos.

 

Estas situaciones son contrastadas con los compromisos asumidos por Colombia en materia de derechos humanos a nivel internacional y con la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el caso de los Wiwas, exigiendo mediante el decreto de medidas cautelares la implementación de las acciones necesarias para proteger la vida e integridad del mencionado pueblo.

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