Hasta el momento los asesinatos de  dos profesores pertenecientes a pueblo Wounaan, han incitado a un desplazamiento masivo de familias enteras, que se han visto forzadas a desalojar sus territorios, ante las amenazas continuas de los grupos armados.

 

Los hechos que sucedieron el 30 de marzo de 2006, causaron un gran impacto en la comunidad, ya que el profesor indígena Arcelio Peña Guático, fue  secuestrado  en el centro educativo de la comunidad de Unión Wounaan municipio del Medio San Juan y posteriormente torturado y asesinado, y por otra parte el líder indígena John Jairo Osorio Piraza, cuando  iba al funeral del profesor indígena, el mismo grupo armado lo hizo desembarcar  en el sitio conocido como comunidad negra de Doidó municipio de Istmina y  a las once de la noche del mismo  día fue asesinado.

 

Hace 2 días, las autoridades indígenas de esa región, indicaron que eran cerca de 500 los indígenas Wounaan que se venían desplazando, 120 de los cuales eran de la comunidad Unión Wounaan del municipio Medio San Juan y 400 mas provenientes de la comunidad de Macedonia, Olave y San Cristóbal, municipio de Istmina Choco. Hoy Jarol Ismare, integrante de la Organización Regional Embera Wounaan (OREWA), afirmó que en la cabecera municipal ya se encuentran 568 desplazados, y sumado a esto se ha dado un desplazamiento interno de 1.220 personas, trasladándose de sus propias comunidades para concentrarse en la comunidad de Unión Wounaan del municipio del Medio San Juan.

 

“Las instituciones han actuado muy lentamente, sólo hemos recibido ayuda de alimentación de la Alcaldía del Medio San Juan y de Istmina, pero en cuanto a salud  no se ha recibido ninguna ayuda, ya llevamos 5 días y no aparece nadie, todos se comprometen pero no han hecho nada” afirmó Jarol Ismare.

 

César Queragama, presidente de OREWA, aseguró que ya tienen contactos con el director para América de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Philippe Lavanchy, la Cruz Roja Internacional, la Organización Nacional Indígena (ONIC) y la Diócesis de Istmina – Tadó, para recibir mayor atención y ayuda,  “Estamos esperando que 1600 desplazados suban a Istmina, cuando eso suceda se reunirán todos los gobernadores para analizar la situación y darle una solución rápida, porque la situación es muy grave”.

 

Ante estos hechos, la Organización Nacional Indígena de Colombia ONIC, en representación de su presidente Luis Evelis Andrade Casama, solicitó el acompañamiento y la atención humanitaria de emergencia a las entidades respectivas, como también exigió  a las autoridades y al estado colombiano esclarecer los hechos, “(…) a la comunidad nacional e internacional pronunciarse sobre el actuar de la FARC, para garantizar la vida y honra de los otros docentes amenazados como también evitar que sucedan mas desplazamientos forzados;  y a la FARC respeto por nuestros pueblos indígenas, por nuestros territorios ancestrales y claridad sobre sus apuestas, ya que ratificamos nuestra voluntad  de que no nos involucren en el conflicto armado que vive Colombia,  porque somos y seguiremos siendo constructores de paz en nuestros territorios”.

 

Por su parte el presidente, Álvaro Uribe ya se pronunció, y se comprometió a proveer mayores condiciones de seguridad a indígenas desplazados, ordenándole al ministro de Defensa, Camilo Ospina, crear un cordón de seguridad en la región para evitar que las FARC regresen a la zona, el mandatario afirmó que las FARC están desafiando su política de seguridad, "pero vamos a ver cómo somos capaces de responder para proteger debidamente a nuestra comunidad indígena".

 

El Director para América del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Philippe Lavanchy, visitó la región y habló con BBC Mundo sobre la situación de los Wounaan, y afirmó que estuvo con ellos, y con las autoridades locales para determinar qué tipo de ayuda puede darles inmediatamente según la legislación.

 

“(…) vamos a estar en contacto no solamente con los alcaldes sino también, cuando regrese a Bogotá, con las autoridades centrales para asegurarse que el apoyo y la seguridad sean ofrecidas a esta personas como se debe, y que esas personas puedan reencontrar su dignidad lo más pronto posible, ése es el objetivo inmediato de ACNUR”, afirmó Lavanchy.

 

En cuanto al regreso de los indígenas a su territorio el funcionario de las Naciones Unidas aseguró que los desplazados están bastante traumatizados y no pretenden regresar por ahora a sus sitios de origen, “es una situación complicada, hay que darle tiempo”. En cuanto a este tema el presidente de la OREWA, aseguró que los indígenas volverían a sus territorios cuando tengan garantías de seguridad.

 

Una de las grandes preocupaciones que la ACNUR que le manifestó a la BBC, es que si los indígenas Wounaan no regresan a sus territorios, puede tender a perderse su cultura y en el caso de que lleguen a nuevos territorios, posiblemente sufran problemas de marginalización.

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