Un llamado de alerta emitieron diversas organizaciones indígenas del mundo sobre las serias consecuencias que tiene el posible cambio en las políticas de salvaguarda para los pueblos indígenas y el reasentamiento involuntario, que adelanta la Corporación Financiera Internacional, CFI. A través de una carta dirigida al presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, y al nuevo vicepresidete de IFC, Lars Thunell, las organizaciones exigen quitar las normas ya que “ambas políticas son sustancialmente inadecuadas como salvaguardas, y como instrumentos para el desarrollo sostenible. Aplicadas como están actualmente descritas, ellas aumentarán la pobreza y los conflictos sobre recursos”.

 

El IFC es un organismo del Banco Mundial que promueve la inversión privada sustentable en países en desarrollo. Según Jorge Cortés, coordinador regional del Colectivo de Estudios Aplicados al Desarrollo Social, CEADES, “hace aproximadamente un año atrás el IFC- Banco Mundial ha iniciado un proceso para cambiar estas políticas y el resultado es un primer borrador que las debilita completamente al punto que sin ellas los nuevos proyectos del IFC - Banco serán todavía mas dañinos”.

 

En el documento, que harán llegar el 12 de diciembre de 2005, se solicita que las políticas mencionadas sean sometidas a discusión con un equipo independiente del Banco, y que cuente con participación de las organizaciones indígenas y personas de comunidades locales, que proporcionen la ayuda para formular mejor los borradores.

 

La carta de solicitud para quitar el reasentamiento involuntario y las normas de funcionamiento de pueblos indígenas del proceso de CFI, fue elaborada inicialmente por Dana Clark del Proyecto de Responsabilidad Internacional y por Fergus Mac Kay del Programa de Pueblos Forestal, y ha estado circulando entre las organizaciones indígenas del mundo para recibir adhesiones.

 

El documento expone que las propuestas de CFI se observan “como el suministro de un asalto desafortunado sobre la economía informal del pobre y marginado”. Frente a la reciente iniciativa anunciada del CFI para triplicar inversiones en África, subraya como ejemplo la situación en Zimbabwe, “donde el gobierno deliberadamente ha apuntado a los residentes de la economía informal moviéndoles con una excavadora, quemando sus casas y desahuciando el pobre de áreas urbanas”.

 

También se concluye que “los borradores, tal como han sido presentados hasta el momento, harán un mal servicio a todos que los están involucrados y afectados por proyectos financiados por CFI, y que ellos están condenados a exacerbar la tensión, para generar mayor resistencia a los proyectos, y para contribuir al empobrecimiento injusto de comunidades afectadas. Además, la CFI y sus clientes quedarán mas expuestos tanto al riesgo comercial y de su reputación si los proyectos siguen adelante bajo las previsiones existentes”.

 

Para conocer la carta completa haga clic

 

 

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