El pasado 25 de marzo y según denuncia de miembros del pueblo indÃgena kankuamo, llegó a la localidad de Atenquez, resguardo kankuamo, una camioneta último modelo que transportaba a varios funcionarios públicos en compañÃa de tres (3) desmovilizados, los cuales intimidaron y amenazaron a dos (2) indÃgenas del lugar y procedieron a hacer disparos en diferentes zonas del resguardo, provocando temor y zozobra entre los habitantes. Luego de estos hechos llegaron varios miembros de la PolicÃa Nacional e hicieron caso omiso de lo ocurrido.
Hasta el momento, las autoridades indÃgenas no se han pronunciado oficialmente ante el temor de las posibles represalias por parte de los funcionarios públicos, asà como de los desmovilizados. Por éste motivo algunos miembros de la comunidad han acudido a las diferentes organizaciones de derechos humanos y medios de comunicación para denunciar públicamente estos hechos que contribuyen a la destrucción del tejido social del pueblo kankuamo.
Resulta preocupante que luego de la desmovilización de las estructuras paramilitares del bloque Norte de las AUC y de los hombres comandados por Hernán Giraldo, continúen presentándose acciones que ponen en riego la vida y la seguridad del pueblo kankuamo, lo cual evidencia una vez más que el proceso de desmovilización de estos grupos armados al margen de la ley no garantiza el cese de las acciones violentas en contra de la población civil. Lo más crÃtico en éste caso radica en el hecho de que funcionarios públicos acompañen, presencien y consientan este tipo de acciones, cuando ellos en su calidad de agentes del Estado deben promover el respeto por los derechos de las personas y los pueblos indÃgenas como sujetos colectivos de derecho.
Este hecho se suma a una larga lista de acciones protagonizadas por desmovilizados de las AUC, que llevan a pensar en el surgimiento de nuevos tipos de violencia, resultantes del proceso de desmovilización y cuyas vÃctimas siguen siendo los miembros y las comunidades de la sociedad civil, quienes aún continúan luchando por sobrevivir y reconstruir sus tejidos sociales. En ese sentido, los indÃgenas kankuamos están solicitando a las autoridades públicas adelantar las investigaciones pertinentes y sancionar a los responsables de éstos hechos.
De otra parte y como mecanismo para permitir el ejercicio de la autonomÃa de los pueblos indÃgenas, los kankuamos están solicitando la supresión de las figuras de los inspectores y corregidores que vienen funcionando al interior del resguardo kankuamo, lo cual según ellos desconoce las normas constitucionales y legales que les han otorgado derechos especiales, al no permitir que los cabildos y los mayores ejerzan plena autoridad sobre el territorio indÃgena.
Es asà como estos incidentes han hecho que los kankuamos hagan un nuevo llamado a las autoridades públicas para que en cumplimiento de sus deberes contribuyan al mantenimiento y fortalecimiento de este pueblo indÃgena que habita en la Sierra Nevada de Santa Marta.
