Representantes de los pueblos indÃgenas kogui, wiwa, arhuaco y kankuamo de la Sierra Nevada de Santa Marta (norte de Colombia) iniciaron el pasado martes 5 de septiembre, una gira por Washington y Nueva York, solicitando apoyo para salvar a la Sierra Nevada de Santa Marta y convocar apoyo internacional para constituir un Fondo para la Consolidación Territorial que permita recuperar el equilibrio ambiental y cultural de esa zona. Esta propuesta, ha contado con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Los representantes de los indÃgenas de la Sierra son: los mamos Gabriel Izquierdo Villafañe (Arhuaco) y Jacinto Zaragata (Kogi), Arregocés Conchacala Zaragata (Kogi); José Gabriel Limaco Dindula (Kogi); Julio Alberto Torres (Gobernador del Cabildo, Arhuaco) y Arweimaku Danilo Villafaña (Arhuaco), llevaron “Un mensaje desde el corazón del mundoâ€, al BID, donde se reunieron con el Presidente del BID , Luis Alberto Moreno ; el Director del Departamento de Desarrollo Sostenible del BID, Antonio Vives; el Representante Residente del PNUD en Colombia , Bruno Moro; y. Al Foro le seguirá una exposición y una recepción en la sede del BID.
Adicionalmente, se contactarán con personalidades del mundo empresarial y de la polÃtica norteamericana, asà como con expertos y estudiantes en el American Indian Museum, en la Universidad de Georgetown y en el Museo de Historia Natural. Este viernes viajan a Nueva York, a la sede de las Naciones Unidas, donde tendrán una reunión con Jan Eliasson, Presidente de la 60th sesión de la Asamblea General.
Apoyo del PNUD y del BID
Los pueblos indÃgenas y BID, está comprometido a apoyar las aspiraciones de desarrollo de los pueblos indÃgenas y a proteger su identidad y sus derechos individuales y colectivos. La Unidad de Pueblos IndÃgenas y Desarrollo Comunitario del BID, fue creada en 1994, para definir las formas en que el Banco puede alcanzar el desarrollo con identidad de los pueblos indÃgenas, integrando los temas indÃgenas en toda su cartera de proyectos.
La visión, los objetivos y las áreas prioritarias del trabajo del BID en el área de los temas indÃgenas están expuestos en dos documentos: la Estrategia para el Desarrollo IndÃgena y la PolÃtica Operativa sobre Pueblos IndÃgenas, que entraron en vigencia en agosto de 2006.
El PNUD, por su parte, en reconocimiento de las necesidades, aspiraciones y derechos de los pueblos indÃgenas, ha priorizado cuatro esferas temáticas en su cooperación con los pueblos indÃgenas: la gobernabilidad democrática y los derechos humanos: la reducción de la pobreza; la prevención de los conflictos y fortalecimiento de la paz; el medio ambiente y el desarrollo sostenible. El PNUD incluye a los pueblos indÃgenas en las discusiones sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
En Colombia el PNUD centra su apoyo en el fortalecimiento de la organización indÃgena y del gobierno propio; en el proceso de ordenamiento territorial tradicional indÃgena; en el componente humanitario en los planes y programas; en el apoyo a los procesos de coordinación y articulación institucional gubernamental con las organizaciones indÃgenas.
Memorias del viaje
Están en la capital de los Estados Unidos desde el martes para crear conciencia en la comunidad internacional sobre al fragilidad de la Sierra y adquirir hasta 15 millones de dólares en aportes. Danilo Villafañe, del Consejo Territorial de Cabildos y uno de los arhuacos que participa en la gira habló con el corresponsal de El Tiempo Sergio Gómez Maseri, a quien le contó sobre esta experiencia que ha sido del “otro mundoâ€.
“La Sierra está amenazada. Llevamos años siendo desplazados por la guerrilla, los paramilitares, los colonos, los narcotraficantes. Y no vemos interés local por protegerla. Sabemos que acá hay mucha gente interesada en ayudarnos a preservar nuestra identidad cultural o proteger el medio ambiente. Este es un mundo globalizado, nosotros lo entendemos y por eso decidimos salirâ€, aseguró el lÃder indÃgena.
También afirmó que conformarán una Comisión de Alto Nivel para que acompañen el proceso de adquisición de tÃtulos, además aseguraron que el PNUD manejará un fondo, ya que el manejo de sus recursos implica un rigor técnico.
Por otra parte narró al corresponsal del diario colombiano, que la experiencia del viaje ha sido muy intensa para todos, que el trato ha sido muy cordial, pero que es otro mundo, “Recordando la manera como vivimos nosotros y viendo como se vive acá, entendemos que cada cual vive en un mundo distinto pero con puntos de encuentro".
En Atlanta rumbo a Washington, sufrieron por las diferencias culturales, casi no los dejan abordar el avión porque los mamos estaban descalzos y esta prohibido, “nos dijeron que tenÃamos que comprar zapatos. Unas señoras que estaban por allà nos facilitaron una zapatillas y asà pudimos viajarâ€.
Afirmaron que lo que más extrañan es la coca y el poporo, ya que algunos de los mamos llevan 50 o 60 años mascándola todos los dÃas. “Tratamos que nos dejaran traerla a E.U., hicimos hasta gestiones con el Capitolio, pero no se pudo. Que las leyes no son flexibles fue la respuestaâ€.
Una reivindicación ambiental, espiritual y cultural
Desde tiempos inmemoriales, el sagrado territorio de la Sierra Nevada ha sido la base de la cultura de varios pueblos indÃgenas. Este territorio contiene las leyes y los sÃmbolos que determinan sus formas de pensamiento y su identidad. El territorio debe ser sostenido mediante actividades diarias que permiten la reproducción de la cultura y de todos sus componentes. En este sentido, el concepto de dueños ancestrales del territorio, está basado en el conocimiento que ellos tienen acerca de todo lo que vive en el territorio.
“Es un libro abierto donde aprendemos sus historias y su pasado, y es esto lo que aprenderán nuestros niños y las futuras generaciones. El conocimiento depende del cuidadoso estudio de cada significado de la tierra y nos permite recordar el papel de nuestros ancestros y el verdadero significado de cada individuo y de su misión, no como indÃgena sino como ser humano responsable de cuidar el planeta que se ve amenazado cuando se abandona el sentido de responsabilidadâ€.
Estos pueblos indÃgenas se han fijado el objetivo de recuperar 338,000 hectáreas adicionales de su territorio tradicional en un perÃodo de 20 años. Actualmente, en la Sierra habitan aproximadamente 220.000 pobladores no indÃgenas.
La pérdida de sus tierras ancestrales, la usurpación de zonas cuyos tÃtulos de propiedad actualmente les pertenecen, el avance de la frontera agrÃcola, los cultivos ilegales y el conflicto armado en Colombia, han contribuido a la destrucción del 72% de los bosques originales de la zona, la reducción de rÃos y arroyos, la pérdida de biodiversidad y la erosión del suelo.
Tales factores amenazan el futuro de este territorio, de la población y de los recursos acuÃferos de los cuales dependen 1,5 millones de personas y los sectores agroindustrial y turÃsticos de la región. A pesar del considerable progreso de las últimas décadas en crear reservas para salvaguardar los derechos territoriales de los grupos indÃgenas, solamente un tercio de su territorio ancestral (6 millones de hectáreas) tiene protección legal.
Las tierras que a la fecha han sido legalmente devueltas a los pueblos indÃgenas han experimentado una significativa renovación ambiental lo que ha permitido mejorar las condiciones de vida de la población indÃgena. Del total de territorio adquirido mediante legalización y expansión, el 70% está dedicado exclusivamente a la regeneración natural y a la conservación del ecosistema.
Por eso el mensaje que los representantes de los kogi, wiwa, arhuaco y kankuamo llevan a los Estados Unidos es que su estrategia para la recuperación territorial no solo ha servido para el mantenimiento de su propia cultura y el afianzamiento de las tradiciones, sino que ha permitido la regeneración natural de los ecosistemas y el mantenimiento de las fuentes de agua que han beneficiado el desarrollo de los occidentales.
Fuentes consultadas: Diario El Tiempo, PNUD, BID