En un solo día fueron asesinados dos indígenas en los departamentos de Cesar y Arauca a manos de grupos armados al margen de la ley. Ya son más de 90 los indígenas asesinados en el año y más de 134 los casos de violaciones a los derechos humanos.

 

El Consejo Regional Indígena de Arauca (CRIA), denunció la muerte del indígena Guahibo, Darío Uribe Angabe, 19 años, quien fue asesinado el primero de noviembre, por un grupo armado al margen de la ley que trata de ser identificado por las Autoridades.

 

Miembros de la comunidad, que pidieron la reserva de sus nombres, confirmaron a Actualidad Étnica que el grupo armado llegó el pasado viernes a la Comunidad Indígena de “Macarieros”, jurisdicción del municipio de Tame, y se llevaron a Darío Angabe, y al señor Ariel Alvarracin, 23 años, a quienes asesinaron posteriormente en medio de la vía que conduce de Tame a Saravena, en el sector conocido como Puente Culebrero.

 

En la zona operan tres grupos armados al margen de la ley como son las FARC, el ELN y grupos Paramilitares de las autodefensas unidas de Colombia (AUC). La comunidad enterró el martes a su compañero asesinado, en medio del dolor y el pánico que les produce la actual situación de orden público por la que atraviesa el departamento de Arauca.

 

Departamento del Cesar

 

En la comunidad de Río Seco, al norte de la capital Valledupar, fue asesinada la indígena Kankuamo, Judit Carriño Bolaños, mayor de edad, a manos de un grupo de hombres fuertemente armados que vestían de civil y quienes la obligaron a salir de su casa, fusilándola posteriormente enfrente de toda la comunidad.

 

Dirigentes de la Organización Indígena Kankuama, en conversación con Actualidad Étnica, dijeron que Judit era una miembro más de la comunidad dedicada a la elaboración de artesanías “Rechazamos estos hechos de sangre y barbarie, condenamos este acto y a sus autores, y les pedimos a los grupos armados que nos saquen de una vez de este conflicto que no nos pertenece y que respeten nuestros territorios”.

 

Los anteriores hechos fueron denunciados ante la Defensoría del Pueblo de cada región y las autoridades competentes están en busca de los responsables de estos lamentables acontecimientos sin autores y sin motivos aparentes.

 

Gabriel Muyuy, Defensor delegado para minorías étnicas de la Defensoría del Pueblo, nos dijo que “Desafortunadamente la situación de derechos humanos en Colombia cada día es más compleja y más difícil, a pesar de que existen derechos especiales y diferenciados que deberían garantizar una situación digna a los grupos étnicos en materia de políticas públicas, económicas, sociales y culturales, por el contrario se siguen violando sus derechos territoriales, de autonomía, a la identidad cultural y naturalmente el derecho a la vida y la integridad cultural”.

 

A menos de dos meses de terminar el año los pueblos indígenas de Colombia se ven diezmados por la agudización de un conflicto armado que no tiene nada que ver con ellos y que desde la oficialidad se lo quiere extirpar con más guerra.

 

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