Cuando uno llega a Quibdó, Chocó, luego de recorrer casi mil kilómetros en avión desde Bogotá, lo salen a recibir las miradas de decenas de hombres, mujeres y en especial de niños, que se lanzan a ayudarte con maletas y todo lo que tenga a la mano, por una moneda, en medio de los casi treinta y cinco grados de temperatura que te abrazan y no te sueltan hasta que nuevamente te subes al avión y te marchas.

 

Estas tierras, que parecieran abandonadas por la mano de Dios, se extienden como un tapete verde que encierra y conserva la vida del planeta tierra, por más de 46 mil kilómetros cuadrados en el extremo noroccidental de Colombia. Es el único departamento que tiene costas en el océano Pacífico y el Atlántico, alimentado por la selva húmeda tropical donde conviven ancestrales etnias afrocolombianas con comunidades indígenas, en cultura de resistencia frente al avance de la colonización "civilizadora" y del desarrollo integrador a la economía internacional.

 

Del aeropuerto “El Caraño” al centro de la ciudad de Quibdó se gasta uno en taxi por lo menos 5 minutos. Las casas aparecen de entre la selva y pareciera que toda la gente estuviese en las calles; se confunden los negros y los indígenas, con sus rostros alegres y a la vez expectantes al ver pasar, detrás de los cristales del auto, a gentes extrañas, a “los doctores” o los “paisas”, porque para ellos, toda persona que no sea chocoana, es paisa. Este municipio no es grande, tan solo le roba a la selva 32 calles y 10 carreras, donde se aglutinan 21 barrios con una población no superior a las 200 mil personas, entre las que se cuentan a los desplazados de antaño y a los que acaban de desplazar. “La cabecera municipal de Riosucio fue desplazada, la cabecera municipal del Alto Baudó fue desplazada, la cabecera municipal de Bojayá fue desplazada, Juradó, Munguidó y muchas más, pero este proceso no es aislado y ha afectado a Quibdó como municipio receptor, por lo menos desde hace más de 10 años, desde lo económico, porque ya no hay cómo ayudarles, y lo que llega del Estado sólo les alcanza para algunos días, ¿y luego?... y en lo social porque alguna de esta gente desplazada, desesperados por no tener que darle a sus familias de comer, se han dedicado a robar, y esto es otro problema de seguridad para la ciudad”, es la percepción de la juventud chocoana, materializada por Sandra Perea, personera de su colegio, el Instituto Femenino Integrado de Quibdó.

 

Entre los habitantes de Quibdó también están los paisas, porque ¿dónde no están los paisas?, a los que no se les puede negar que con sus negocios de electrodomésticos, víveres, variedades, tiendas, restaurantes, cafeterías y demás, han impulsado el desarrollo económico en la zona. Sin embargo contra ellos se levantan arengas de protesta y denuncia por ser “los que se están aprovechando de nuestros recursos, los negros trabajamos para ellos, nosotros somos los ayudantes, los meseros, algunos conductores, los cajeros, pero ellos son los que se llevan las ganancias”, rezan a pie juntillas la mayoría de las voces descontentas.

 

Aquí no hay acueducto para tanta gente, pero sus habitantes son bendecidos con las aguas de decenas de ríos, afluentes, vertientes y, su vecino el gran río Atrato, un animal que serpentea en medio de la selva y la maraca como una cicatriz. De igual forma es una de las zonas más húmedas del mundo, donde lo extraño es que no llueva, y en tal cantidad que pareciera que el agua del mundo se fuera a terminar. Pero el sello personal lo imprimen sus mujeres que con su única y particular forma de caminar, sus curvas y contextura hacen honor a ese río que circunda sus orillas.

 

Las necesidades básicas insatisfechas

 

Pero con tanta riqueza natural y humana, con recursos hídricos, forestales, mineros, con el incalculable oxígeno, es uno de los departamentos más pobres del país. La población afrocolombiana que representa aproximadamente el 26% del total nacional, unos 10.5 millones de personas, ha tenido que luchar por sobrevivir en medio de la guerra, la pobreza y el abandono. Según una encuesta del DNP, el 80% presenta necesidades básicas insatisfechas, muchas poblaciones chocoanas están a oscuras, incomunicadas, sin salud y educación. El 74% recibe menos del salario mínimo legal. El ingreso per cápita de la población corresponde a US $500 (la tercera parte del promedio nacional). De cada 1000 niños negros que nacen, 151 mueren antes de cumplir un año, cuando el promedio nacional es de 39. El analfabetismo es 3 veces más alto que para el resto de los colombianos. De cada 100 jóvenes afrocolombianos, sólo 2 recibe educación superior.

 

El Pacífico Colombiano, zona tradicional de asentamiento de las comunidades negras e indígenas en nuestro país está siendo afectado por la dinámica que ha tomado el conflicto armado, su expansión, intensificación y degradación. Muchas de estas comunidades han generado mecanismos de resistencia al embate de los actores armados, basadas en su fortaleza organizativa y en el arraigo cultural centrado en su territorio. Sin embargo, los eventos de desplazamiento masivo y la llegada de familias afrocolombianas primero a Quibdó y luego a los demás departamentos, donde agrandan los cinturones de miseria, señalan la necesidad de entender, fortalecer y atender a una población que padece los rigores del conflicto.

 

El Foro

 

En medio de esta gran biodiversidad se movían los preparativos para un Foro que se denominó “El Chocó también es Colombia”, nombre que refleja el abandono al que han sido sometidos más de 480 mil chocoanos y chocoanas, cansados de gritarle a los oídos sordos del Estado. Desde el aeropuerto hasta las calles de la ciudad estaban adornadas con afiches, pendones y pasacalles alusivos a este Foro, iniciativa que se gestó en la mente del Senador indígena, Francisco Rojas Birry, y que se realizaría durante los días 23, 24 y 25 de octubre con la idea de hallarle solución concertada con entidades del Estado, Comunidad Internacional, ONG, la empresa pública y privada, y las comunidades del Chocó, al incesante martilleo de la guerra, que se incrementó durante la última década, el conflicto social y armado, la pobreza, el atraso, y la excesiva explotación del medio ambiente.

 

Una semana atrás, desde el 18, las comunidades negras e indígenas se habían estado reuniendo para concretar, ratificar y madurar la posición y las exigencias, en materia de Planes de Vida y Desarrollo, Derechos Humanos y la relación del Estado Central con el Chocó, que se presentarían frente al Foro. La Universidad Antonio Nariño fue testigo de estos pre-foros y acogió a cientos de personas que se agolparon para hablar y participar. “Este es el trabajo de los chocoanos y las chocoanas, de las instituciones y organizaciones sociales y espacios étnicos, hecho en las últimas semanas, y estamos preparados para un foro muy interesante, para unas ideas muy maduras, para una reflexión muy amplia muy abierta sobre los problemas del departamento que busca llamar el buen augurio sobre el espíritu del Foro, para que los resultados sean óptimos y sea el inicio de un espacio de concertación de la sociedad chocoana, para superar su fragmentación, de unirse alrededor de su identidad y de sus propósitos para salir todos adelante” fueron las palabras de Fernando Hernández, coordinador temático del Foro.

 

El miércoles, bajo un sol canicular, llegó la primera comitiva de Bogotá encabezada por el Senador Rojas Birry, en compañía de Ingemar Cederberg, delegado Embajada de Suecia; Eduardo Chávez, del Ministerio del Medio Ambiente, Vicente Selles y Mercedes Álvarez, de la Cooperación Española; Everardo Murillo, Director del programa para la reconstrucción de Bojayá; María Isabel Nieto, de la Fundación Sarmiento Angulo; Luz Helena Abello y Diana Mora, de la Chancillería; Luis Carlos Osorio, Director de la Fundación Hemera, Yamile Arango, del Ministerio del Interior; Representantes de la OIM y de la AID; Carlos Julio Vargas, de la Vicepresidencia de la República; Eduardo Visbal, FENALCO y, Yamile Salinas, Defensoría del Pueblo, entre muchos de los delegados procedentes de la capital, quienes en horas de la tarde fueron los encargados, en la sede del Instituto Femenino Integrado de Quibdó y de la mano del Gobernador del Chocó, William Jala, de inaugurar y darle rienda suelta a todas las actividades del Foro, en medio de las danzas, los poemas y los recitales de la comunidad.

 

“En nombre de las comunidades afrocolombianas, las comunidades de base, la cooperación internacional, las entidades del Estado, la empresa privada, de los financiadotes de este evento y de las comunidades indígenas queremos darles la bienvenida a este Foro nacional e internacional llamado “El Chocó también es Colombia”. Todos nosotros tenemos un reto un compromiso tanto la institucionalidad colombiana de orden nacional como de orden regional en cabeza de su Gobernador doctor Willam Jala, los alcaldes, los diputados, las universidades y todos nosotros tenemos un gran proyecto de responsabilidad que es aportar desde lo nuestro a enseñar, a compartir y aprender a elaborar un proyecto de vida para el Chocó. Los resultados serán para el Chocó, para la región del Pacífico y toda Colombia”. con estas palabras del Senador indígena se dio inicio al Foro.

 

"Y hay dales..y hay dales, Dios mío dales conciencia a los autores de la violencia..No sabemos que persiguen, pues porque sacrificarnos, pues porque sacrificarnos..Y al pueblo indígena y negro con violencia masacrando, con violencia masacrando..y hay dales..y hay dales, Dios mío dales conciencia a los autores de la violencia" rezaban las voces eternas de las mujeres chocoanas ante un publico que se desbordó en aplauso.

 

Al otro día, el 24, se desarrollaron las diferentes ponencias que, sobre los tres temas en que está ubicado el Foro, presentaron los diferentes representantes de las organizaciones sociales, del Estado y la comunidad internacional. Sobre Derechos Humanos y el Conflicto Armado tuvo la palabra Carlos Julio Vargas de la Vicepresidencia de la República, quien presentó un completo y extenso informe sobre la dramática situación de violencia que aqueja al Chocó y a sus comunidades étnicas, discernido por cada región y municipio, desde la década de los noventa y, con las especificaciones de la violación y, el grupo armado legal o ilegal que lo había perpetrado.

 

La Ministra del Medio Ambiente en el Foro

 

A las 11 de la mañana llegó la Ministra de Medio Ambiente, Cecilia Rodríguez, quien desprevenida se llevó un buen susto con los voladores y la pólvora que se lanzaron por su arribó, de pronto habrá pensado estar siendo protagonista de una toma subversiva, en una de las zonas del país donde las tomas armadas son el pan de cada día. Su intervención fue concisa, en la cual destacó que “el Dr. Álvaro Uribe Vélez, presidente de los colombianos nos ha dado instrucciones precisas a su equipo de colaboradores de articular procesos en marcha y generar espacios de consensos sobre el futuro de las diferentes regiones del país a través del trabajo directo con sus pobladores”. Ratificó el aval, para la región del Pacífico Colombiano, de la Agenda Pacífico XXI, con políticas públicas y acciones de impacto. Por otro lado, la propuesta de Ordenamiento Territorial de la Región del Pacífico, desarrollado en forma conjunta entre la Agenda y el Plan Pacífico, con amplia participación de la región. De igual forma ratificó la consolidación y fortalecimiento de los pactos fronterizos como también el incluir en forma significativa y determinante a los actores regionales en todos los procesos técnicos, administrativos y de decisión mediante el fortalecimiento de las entidades regionales del SENA y, la participación de estudiantes como de profesionales. Esta visita que no duró más de cinco horas, causó escozor entre algunos miembros de las comunidades afrocolombianas, por el corto tiempo que el Estado le dedica a la problemática del medio ambiente en uno de los departamentos más biodiversos del país y del mundo.

 

Al final de las cesiones, la gente salía a tomar sus refrigerios, algunos en orden y otros que atropellaban al pasar. Mientras tanto, algunos dirigentes comunitarios atravesaban corriendo el gran patio del colegio Integrado con su ponencia en la mano a sacarle fotocopia. Otros fumaban, otros hablaban, algunos no sabían en qué momento se había venido el aguacero y, mientras tanto, la gente que no alcanzó a inscribirse al evento, se agolpada a las puertas del Integrado tratando de entrar.

 

Foro con Vicepresidente a bordo

 

La jornada del viernes tuvo la presencia del Vicepresidente de la República, Francisco Santos, quien llegó en horas de la mañana y acompañó y escuchó hasta entradas las once de la mañana la Plenaria final del Foro y las mesas de trabajo sobre Proyectos de Reconstrucción a Corto y Largo Plazo. A esa hora, el Vicepresidente realizó una visita relámpago a Bojayá, para observar la reconstrucción de esta zona, luego de la destrucción del casco urbano y el asesinato de 119 afrocolombianos debido a los combates protagonizados por las FARC y los paramilitares a principios del pasado mes de mayo.

 

En horas de la tarde, se había planeado que las comisiones de Planes de Vida y Desarrollo; Derechos Humanos y, El Estado Central y su Relación con el Chocó, hicieran la exposición de las diferentes conclusiones que a lo largo de los pre-Foros y el Foro se construyeron en conjunto con las comunidades negras, indígenas y entidades del Chocó. En los rostros de la gente se reflejaba el entusiasmo que había generado la realización del Foro y porque no todas las veces se habían sentido acompañados por el Estado, la comunidad internacional y la empresa privada, en este tipo de procesos de concertación y, como lo dijeron en el Foro “hay que prender una vela cuando alguien del Gobierno viene por aquí”. A eso de las tres de la tarde la gente había llenado el auditorio del Integrado y como todos querían participar de alguna forma, la gente se lanzó a recitar poesías, coplas de la vida y de la problemática actual de sus comunidades, y el espectáculo se lo robaron los grupos de música Chirimía, ritmo autóctono de las comunidades afrocolombianas, recuerdo de sus ancestros palenques que los trajeron del África. Las mujeres contorsionaban sus cuerpos con la agilidad de una serpiente al son del ritmo pegajoso y en medio de los aplausos del auditorio. En esos momentos entró de nuevo el Vicepresidente Santos a quien el público le pedía “¡¡¡que baile...que baile...que baile!!!”, su rostro se enrojeció y parecía que quería desaparecer de ahí porque no quería bailar, se aferró a una silla como única salvación, pero las mujeres que bailaban bajaron del escenario, se dirigieron hacia el Vicepresidente, lo rodearon, lo levantaron, lo abrazaron y lo jalaron hacia el escenario donde ya no tenía excusa de bailar, el auditorio se exaltó y los Flash de las cámaras fotográficas no paraban de dispararse. Creo que Francisco Santos no podrá olvidar esta experiencia en un Chocó olvidado por el Estado.

 

Ante la apretada agenda del Vicepresidente, quien tenía que viajar ya, las conclusiones que las diferentes mesas de trabajo, el discurso del señor Gobernador del Chocó y de los alcaldes municipales y la exposición de los Proyectos de reconstrucción tuvieron que ser improvisadas por los representantes de la comunidad negra e indígena, siendo este hecho la piedra en el zapato que se sintió en el Foro.

 

Llamaron a Idalmi Minota, representante de la comunidad afrocolombiana en el foro, y entre otras cosas dijo “Queremos resaltar nuestra condición especial como grupo étnico, con una cultura y un territorio propio y el ejercicio a nuestro derecho a la autonomía, en ese sentido dada la brevedad y el cambio de programa, le queremos manifestar al Vicepresidente de la República que hay algunos elementos a resaltar. La crisis de derechos humanos por la que atraviesa nuestro departamento y en especial nuestros grupos étnicos (...) por parte de los grupos ilegales. La exigencia al estado colombiano para que garantice nuestro derecho a la vida y la permanencia en nuestros territorios ancestrales y sobre todo el respeto a nuestros derechos como grupo étnico en el marco de este estado pluriétnico y multidiverso (...)”.

 

De igual forma, llamaron con afán a Baltasar Mecha Forastero, representante de comunidades indígenas, a quién no le gustó la celeridad con que se estaba concluyendo el Foro, y dijo “No es nuestro estilo pero son cuestiones que nos permiten realmente expresar lo que sentimos. Estas son las actitudes que siempre hemos rechazado, que siempre nos atienden con segundos, con minutos y luego no podemos expresar lo que el pueblo siente”, el auditorio estalló en aplausos y en ¡¡¡viva!!!, ¡¡¡bravo!!! “En ese sentido de ideas los pueblos indígenas han sacado un comunicado a la opinión pública” ese momento la gente se miraba unos con otros porque con la carencia de tiempo se esperaba que se expusieran resumidamente las conclusiones y no que el representante indígena leyera un comunicado sobre un caso específico de abuso de confianza a las autoridades tradicionales indígenas.

 

Rojas Birry ofrece un marco de conclusiones

 

En esos segundos de confusión subió al escenario el Senador Rojas Birry y trató de aclarar, focalizar y retomar la idea del Foro, luego del saludo dijo “No todos los días vamos ha tener un vicepresidente de la República en nuestra región, esto para nosotros engrandece, enriquece y nos sentimos acompañados por una Gobierno que entra por cuatro años a gobernar los destinos de nuestra querida patria. En ese orden de ideas, las conclusiones en todas las comisiones, en todos los debates, en todas las exposiciones magistrales e importantes que hemos visto en este Foro han sido: que este Foro avala la Agenda Pacífico Siglo XXI, cuyo contenido es conocido por todos nosotros porque es nuestro andar, nuestro caminar hacia el futuro de los chocoanos, pero igualmente hemos dicho aquí que los acuerdos pactados del paro cívico departamental con el Gobierno nacional, donde contienen diversos puntos también van a ser avalados y acompañados por la chocoanidad y queremos que el gobierno nacional nos acompañe ese acuerdo (...). El tercer punto es el Plan de Desarrollo de la Gobernación del Chocó, avalado y acompañado por la ordenanza de nuestra asamblea departamental y, por supuesto el acompañamiento de la comunidad internacional a nuestros pueblos y comunidades para que no nos sigan matando como perros, porque tenemos derecho a vivir dignamente como lo hacíamos hace más de diez años, señor vicepresidente esas son nuestras inquietudes, y nuevamente bienvenido”.

 

 

Habla el Vicepresidente Santos

 

Y hablo el Vicepresidente, Francisco Santos... “lo primero es que espero que las palabras del Senador en el sentido de que es muy difícil tener un vicepresidente aquí en el Chocó, no sean verdad y que podamos venir por acá con más asiduidad, me comprometí con volver a Bojayá a ver como van las obras en febrero y podemos armar una agenda aquí en Quibdó y poder estar más constantemente...”, luego hizo un balance de la situación de pobreza y extrema pobreza, de violencia y abandono en la que viven las comunidades chocoanas “si tuviera que resumir mis impresiones desde la primera vez que vine a Quibdó en los años setenta diría que encuentro igual la calidad, el valor, calidez, hospitalidad y la actitud positiva de sus habitantes, pero también noto un desmedro considerable en la calidad de vida, sobre todo por la irrupción de grupos armado que alteraron la paz secular de la región ahora victima de graves atropellos contra la gente y un deterioro constante en los recursos naturales (...), tampoco, desafortunadamente hay logros para destacar en cuanto a la eficacia y la probidad en la administración departamental y municipal. El Chocó como el resto del país está sobrediagnosticado, sin desmeritar la tarea de quienes desde diferentes disciplinas estudian el departamento, creo que no necesitamos tantas investigaciones como acciones concretas para cambiar la realidad (...), el documento CONPES y así mismo la Agenda Pacífico Siglo XXI recoge un buen conjunto de soluciones para el Chocó, ejercicios como el que ustedes han realizado durante estos días, aportan además importantes avances sobre cómo lograrlas (...) si de verdad queremos corregir la inequidad y la pobreza hay que focalizar decididamente el gasto social. El Chocó debe ser el escenario principal de la transformación que promueve el Presidente Uribe de la mentalidad burocrática a la mentalidad productiva, hay que romper con el clientelismo y liberar la administración y los recursos económicos de compinches que han ocasionado tanta ruina” y finalizó diciendo que “El Gobierno Nacional está orgulloso de apoyarlos con recursos humanos y económicos para transformar la historia del Chocó de manera colectiva, para fortalecer la seguridad y el orden, pero nadie hará ese cambio por ustedes. Claro que el Chocó es parte de Colombia, claro que el Chocó también es Colombia, el reto es convertirla en una región próspera, en una región económicamente viable, en una región que le de esperanzas a otras regiones pobres del país, muchas gracias”.

 

Con estas palabras y bajo los acordes de “Tierra chocoana que al grito De viva la liberta, Para la historia se ha escrito, Una página inmortal. Oro tienes y platino, tierras fecundas y buenas, Selvas Vírgenes que brindan flores, frutos y Maderas, Y una juventud ansiosa, De temprana y clara luz, Que enarbola entre sus manos La Pala el Libro y la cruz” del himno del Chocó y luego el himno nacional, se dio por concluido el “Foro el Chocó también es Colombia”.

 

La sensación que sentí al marcharme de Quibdó fue de inmensa gratitud con su gente, los hombres, las mujeres y los niños, que lo hacen sentir como parte de su enorme y rica casa que es el Chocó, y sentí algo de lastima por tener que regresar a esa gran selva, pero de cemento que es Bogotá, con el consuelo de haberme hecho la promesa de volver a este paraíso terrenal, regalo de Dios.

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