El 2 de mayo de 2002 corrió una lacónica noticia sobre enfrentamientos entre insurgentes del Frente José María Córdoba de las FARC EP y el Bloque Élmer Cárdenas de las Autodefensas en la región del Atrato Medio chocoano.
Días después el país conoció la magnitud de un etnocidio absurdo e inexplicable, cuyo epicentro fue la población de Bojayá. 149 personas muertas al interior de una iglesia, producto de una pipeta cargada con explosivos y lanzada por hombres de las FARC, fue parte del trágico resultado. No obstante, las imágenes dantescas que conmovieron a una nación, poco a poco fueron quedando relegadas por el espiral de una violencia que no ofrece tregua.
Los muertos, los vivos, los desplazados entraron a formar parte de las muchas estadísticas que dan cuenta de la tragedia que se vive en el departamento del Chocó. La masacre de Bojayá fue el motivo para que una serie de instituciones de distinto carácter, coordinadas por la Fundación Hemera, se propusieran realizar un evento que sensibilizara a la sociedad colombiana sobre la triste realidad de ese departamento incrustado al noroccidente de Colombia, región que, a pesar de su inmensa riqueza representada en recursos naturales, soporta de manera estoica la miseria y la pobreza. Esa paradoja se agrava por el impacto del conflicto armado, cuyos actores buscan controlar militarmente una región estratégica en términos económicos y geográficos, toda vez que es la puerta de entrada al Pacífico.
El Chocó también es Colombia, recoge las ponencias presentadas en el Foro que, bajo el mismo título del libro, se realizó en la ciudad de Quibdó entre el 23 y 25 de octubre del año anterior, evento que abordó las principales problemáticas que aquejan al departamento, a través de tres ejes temáticos: 1) modelos de desarrollo y planes de vida 2) derechos humanos 3) relación Estado central y el Chocó.
El texto es un aporte a ese esfuerzo por tratar de hacer visible la realidad chocoana, buscando recordarle al país que el Chocó también es Colombia.
