Bogotá – Colombia
Agosto 12 de 2003
160 piezas arqueológicas, incluidas 49 figuras esculpidas en piedra, serán devueltas el próximo domingo al municipio de San Agustín, en un acto administrativo encabezado por la ministra de Cultura, María Consuelo Araujo, y la directora del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), María Victoria Uribe.
Las piezas, que en su mayoría se hallaban de manera ilegal en manos de coleccionistas privados, fueron recuperadas en buena parte gracias a la acción de las autoridades en el marco de la Campaña Nacional Contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, la cual busca hacer efectivo lo establecido en la Ley General de Cultura, expedida en 1997, en lo referente a la protección del patrimonio cultural colombiano, prohibiendo la exportación de bienes muebles de interés cultural, cuando los mismos no hacen parte de una exhibición pública o sean materia de investigación científica.
Dentro de las piezas que serán devueltas se incluyen 49 estatuas cuyos tamaños van desde los 12 centímetros hasta sobrepasar el metro de altura. De acuerdo con el ICANH, once de ellas fueron recuperadas en mayo del presente año por las autoridades, 36 fueron entregadas voluntariamente por sus tenedores y dos fueron repatriadas por el Gobierno colombiano desde Francia y Estados Unidos en septiembre de 1998.
A pesar de la importancia que reviste para el patrimonio cultural del país y de la comunidad de San Agustín, la recuperación y devolución de las piezas, su extracción y guaqueo ya provocó un daño irreparable, pues para los arqueólogos y antropólogos del ICANH se vuelve complejo el poder realizar un trabajo científico que proporcione luces sobre los aspectos socioculturales de la cultura de San Agustín.
No obstante, se pudo determinar que “las características de las esculturas fueron esculpidas entre los siglos I y IX D.C., en el suroccidente colombiano, en donde se asentaba la cultura San Agustín. Dicha cultura tuvo su época de mayor apogeo durante el milenio comprendido entre el año 200 A.C. y el 800 D.C. Se destacó por la originalidad en las técnicas constructivas de tumbas, montículos y terraplenes; por la creatividad en el trabajo de la piedra; por el manejo del concepto de volumen, diseño y espacio”, sostuvo el arqueólogo Víctor González.
Por su parte, la ministra de Cultura, María Consuelo Araujo, afirmó que la extracción ilícita mediante el guaqueo hace “imposible recuperar la información relativa a la localización exacta de las cerámicas y su antigüedad, además de otros elementos culturales. Es un daño irreparable. Por ello es importante que toda la ciudadanía tome conciencia sobre la importancia que representa para el patrimonio cultural de la Nación no permitir el saqueo y tráfico de cerámicas o piezas precolombinas, conciencia que debe ir acompañada de una legislación que tipifique como delitos esas dos prácticas, cosa que esperamos se logre con el proyecto que presentó la Fiscalía General de la Nación de reforma al Código Penal, donde se incorporan dos artículos sobre el particular”.
La devolución de las piezas el próximo domingo será la segunda que realiza el Ministerio de Cultura y el ICANH al Parque Arqueológico San Agustín, declarado en 1995 como Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO, pues en 1998 se devolvieron cuatro estatuas de más de 1.50 centímetros del altura, que fueron incautadas en Francia y repatriadas a Colombia con la colaboración del gobierno francés y la INTERPOL.
“Aunque es muy complejo poder hacer un control en la zona para que no se registren saqueos, hay que resaltar la conciencia que tiene la comunidad de San Agustín frente a las estatuas, sarcófagos, monolitos, tumbas y petroglifos dispersos en el área. Los pobladores se han convertido en los primeros vigilantes. Recuerdo mucho cómo en una oportunidad el ICANH requería movilizar una estatua que se estaba deteriorando porque estaba ubicada en un pequeño lago; la comunidad en su conjunto llegó a verificar el traslado, convirtiéndose en veedora”, recalcó María Victoria Uribe, quien, además, recordó que el último robo se presentó hace diez años en el sitio conocido como el Alto de los Ídolos, cuando fueron extraídas dos estatuas que posteriormente fueron halladas enterradas.