La VIII Feria Internacional de Artesanías de Milán, Italia, que se cierra el próximo 8 de diciembre, presenta la muestra de platería y textiles mapuches conocida como La Araucanía. La Feria, que es la tercera exhibición más grande del mundo en su tipo después de Frankfurt y París, es la vitrina perfecta para una artesanía que se destaca por sus finos detalles propios de un arte que se lleva en la sangre.

 

 


La exposición está representada por destacadas artesanas y artesanos adscritos a la Casa de la Mujer Mapuche, a la Fundación Chol - Chol y a la Asociación de Plateros Mapuches de La Araucanía, quienes tiene n el objetivo de promover y abrir mercado de sus productos en tierras europeas.

 

Lo fundamental es "tener la capacidad de crear lazos para que cuenten con líneas de comercialización y sus productos puedan venderse en forma sistemática, como también identificar las necesidades de los potenciales clientes", sostuvo el intendente Ricardo Celis, quien presentó a los artesanos que participan en el evento.

El arte de tejer

Los tejidos mapuches, que es una de los aspectos más representativos de la muestra, se distinguen de acuerdo con  las provincias chilenas donde están asentadas las comunidades. Desde esa perspectiva, en la zona noroeste el estilo de los tejidos presentan una fuerte influencia hispana que se refleja tanto en el diseño como en la textura de los tejidos; en la zona noreste se combina la lana de guanaco para la producción de ponchos, bufandas y chalinas; en la zona central, la decoración de los tejidos se hace a partir de una técnica milenaria denominada <> o también llamada técnica del <> o <>; en la zona del suroeste los tejidos se caracterizan porque el manejo de los colores se reduce a blanco y negro; finalmente, en la zona sur se aplica la técnica de doble faz, que permite el diseño de una gran variedad de figuras zoomorfas y antropomorfas incorporadas a las piezas.

 

En cada una de las zonas se utiliza como materia prima la lana de animales autóctonos y las fibras de plantas, aunque en los últimos años ha sido recurrente la utilización de lana de oveja.

 

“Las mismas artesanas hilan la lana de oveja y el pelo cabrio mediante ruecas, las lavan y las tiñen. Los teñidos de lana originalmente se realizaban utilizando raíces, tallos, hojas, cortezas, o frutos vegetales, los cuales luego de un proceso de maceración y cocción proporcionaban un tinte de tono claro. En la mayoría de los casos se podía determinar la zona de origen de acuerdo al color obtenido ya que se lograba de algún vegetal característico de un lugar o región. El detalle más importante en la elaboración de la prenda  es la urdimbre ya que en la misma se utilizan lanas de distintos colores y parad determinar la cantidad y la distribución la artesana debe tener en mente el dibujo que luego realizará”, sostiene Rolf A. Oberholzer.

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