Según los estudios de sociólogos y antropólogos colombianos las comunidades indígenas que tiene el país, culturalmente son sistemas de sociedad que tratan de mantenerse al margen de la civilización actual y su explicación radica en su arraigado individualismo como característica cultural del proceso evolutivo de nuestra sociedad. Desde los inicios de la conquista, la colonia, la encomienda y la mita, son antecedentes históricos que nuestros indígenas difícilmente se movilicen y vinculen a los proceso de civilización. Las comunidades indígenas son una minoría frente a la sociedad colombiana que hábilmente son manipulados y con intereses desconocidos tienen una estrategia de mostrarse ante la luz de la opinión pública como los más afectados por el conflicto.
En la pasada visita del funcionario de la ONU, relator especial, Rodolfo Stavenhage, en el sector de Sabana de Crespo, la comunidad indígena denuncia que son objeto de persecuciones por parte de guerrilla, paramilitares y fuerza pública. Pienso que este tipo de denuncias son graves por cuanto no es política de Estado perseguir y atentar contra la integridad física de las comunidades indígenas. Por el contrario es Política de Estado respetar sus costumbres, valores, ritos y lo más importante el derecho a la Vida. El Estado solo persigue a los miembros pertenecientes a las Organizaciones al Margen de la Ley, por lo tanto ellos no son los únicos, y los más afectados por el conflicto. En la actualidad el conflicto nos ha afectado a todos los ciudadanos de este país sin discriminación de razas, clases, etnias, etc.
Hoy en día estas comunidades no brindan espacios ni aprovechan las oportunidades que les otorga la constitución del 91 y los programas de gobierno para que se vinculen a los procesos de democratización, sino por el contrario adoptan una posición controvertida; por ejemplo en términos de seguridad, la solicitan y cuando se les ofrece la rechazan. No siguen el ejemplo de otros países donde las comunidades indígenas donde las comunidades indígenas se vinculan a los diferentes procesos culturales y de educación entre otros y se integran dinámicamente a la Nación. Sus actuales líderes han sido incapaces de organizarse y a través de sus representantes en el Senado presentar proyectos sociales para que los recursos del Estado lleguen oportunamente y beneficien a estos ciudadanos especiales de Colombia, de nuestra cultura y que materializan nuestra historia aborigen. Su interés es mostrarse como la cenicienta de un cuento de hadas.
Antes de la constitución del 91 las comunidades indígenas no gozaban de los derechos y oportunidades que hoy les brinda la Carta Magna y no son aprovechadas para recibir sus beneficios y compensar sus necesidades básicas insatisfechas.
Las Fuerzas Militares desde la década del 90 se han involucrado cada día más en una cultura sana, de respeto y observancia de los derechos Humanos, derecho Internacional Humanitario y Derecho Internacional para Conflictos Armados. Diferenciamos muy bien entre combatientes y no combatientes y diariamente nos instruimos sobre el tema.
Hoy las comunidades indígenas de la Sierra Nevada, al parecer tienen conflictos por la posesión de la tierra al interior de ellos y sus quejas al parecer tienen unos intereses que van más allá de mostrar un Estado descuidado en lo concerniente a Derechos Humanos.
Con respecto a los hechos del mes de Febrero de 2004 en el municipio de Atanquez, las operaciones realizadas en esta área y sus resultados en el territorio de la Sierra Nevada, donde se dio de baja a un subversivo de la cuadrilla 59 de las FARC, nos deja prueba que las comunidades indígenas tienen miembros activos en los grupos armados al margen de la ley. No se puede pensar que la muerte de un subversivo del cual la misma comunidad de origen Kankuama lo señala como guerrillero, por el solo hecho de ser indígena se señale este acto como un genocidio ante la opinión pública internacional y se de a entender que es una política de Estado perseguir a las comunidades indígenas.
En este momento hay numerosas ONG´s nacionales e internacionales que están tomando contacto con el Comando del Batallón La POPA y se encuentran interesados en vincularse como mediadores y observadores de la transparencia como vienen actuando las tropas de la Unidad Táctica y mostrar la realidad sobre el principio de la verdad y legitimidad con que actúa el Ejército en esta región del país. En concordancia con las políticas de Estado es política de Comando de Batallón La Popa respetar los Derechos Humanos y proporcionar un trato especial de consideración, aprecio y ayuda a estas comunidades.
Este comando invita a los pueblos indígenas a no generar más conflictos, sino a través de la concertación de la comunicación asertiva, buscar solución a los problemas y convertirnos en facilitadores de los procesos de manera positiva para hacer llegar a sus resguardos los recursos necesarios y suplir sus necesidades, es decir vincularse de forma activa a la nación y a los procesos de democratización.
*Comandante Batallón de Artillería N° 2 LA POPA