Uno de los textos más dolorosos y cáusticos que  he leído acerca de la realidad del peruano raizal es. El Sueño del Pongo, suscrito por  José María Arguedas, considerado por un grueso número de críticos literarios como el más grande escritor nacido en Perú. Respecto a este dolor, don Hugo Blanco, el distinguido líder campesino, expresó en cierta ocasión que en el Perú normalmente los americanos raizales tenían que agacharse ante el blanco. Este fenómeno sociológico igualmente fue aseverado por el novelista hispano Mario Vargas Llosa para quien “Perú  es un país donde las estructuras sociales están basadas exclusivamente en una especie de injusticia total que abarca todas las manifestaciones de la vida”. En otro momento de su vida le declaró a la revista francesa  Magazine Littéraire (número 296, del mes de febrero de 1992) lo siguiente: “El prejuicio contra el indio -o contra el negro- se expresa de mil maneras, ligeras o soterradas o disimuladas...”, para luego afirmar que los americanos raizales formaban “una ínfima minoría”.

 

En la misma revista francesa el poeta chileno Luis Mizán afirmó  que la ejecución de Tupac Amarú, magnicidio ejecutado por el visitador José Antonio Areche, el 6 de abril 1781, representaba el fin de la última rebelión indígena de la América del Sur. Siguió explicando que desde entonces los criollos  tomaron todas las iniciativas de luchas contra la dominación de los gamberros españoles. Posteriormente, a pesar de que las Constituciones de los derechos fundamentales hubiesen sido declarados  obligatorios para todos, el americano raizal  estuvo excluido de ese beneficio, aumentó el maltrato en su contra,   su  cultura fue despreciada, reducida al olvido, al silencio y al delirio. La independencia de América degradó la relación entre criollos y americanos raizales. “El racismo se hace visible y el genocidio sistemático”, remató Mizán.

 

En la misma publicación, Vargas Llosa asintió: “Escandalizarse de los excesos, crímenes, pillajes y otros horrores que ocasionó la  conquista ( a manos de los gamberros españoles) es hipócrita si uno no se acuerda al mismo tiempo que esas violencias continuaron bajo la independencia”. Luego, como un buen impostor añadió: "Me siento triste, claro, que nuestro advenimiento como país y   como culturas se hayan hecho con pillajes y masacres”.

 

 Los primeros Vargas llegaron al actual Perú con la primera oleada de gamberros españoles. Venían de Extremadura, de Trujillo, exactamente. Eran  tan paupérrimos que ni tan siquiera  nombre poseían, por  eso  lo tomaron  del amo, de un tal  Juan de Vargas. Estos Vargas eran como todos los gamberros que envió la Madrastra Patria a esto lares: ignorantes, analfabetos y feroces. Más tarde  se dividieron en  “almagristas” y “pizarristas”. Posteriormente como todos los gamberros estuvieron disfrutando de las Encomiendas, sistema que utilizaron para seguir expoliando al americano raizal. Mario Vargas Llosa por lo tanto hereda alma y sangre de gamberro.

 

A este dolor americano, hoy por hoy, Mario Vargas Llosa  quiere sacarle más lágrimas y más sangre y más dolor. A don Mario, que durante tanto tiempo de su vida estuvo esgrimiendo la palabra revolución por aquí, revolución por allá, (revolución en la literatura, literatura en la revolución) se le acabó la cuerda. Finalmente ha dejado de reprimirse y ha dado  paso con vehemencia  a su verdadera personalidad: Mario Vargas Llosa, el fascista. 

 

Hace poco, dentro el marco del seminario Las amenazas de la Democracia en América Latina: Terrorismo, Debilidad del Estado de Derechos Y Neopopulismo, evento realizado en Bogotá durante los días 19 y 22 de noviembre del año que acaba de culminar, el  padre creador de Varguitas, el incestuoso personaje de La Tía Julia y el Escribidor, embistió contra los movimientos indígenas. Resumo sus palabras: “El desarrollo y la civilización son incompatibles con ciertos fenómenos sociales y el principal de ellos es el colectivismo. Ninguna sociedad colectivista o impregnada con esa cultura es una sociedad que desarrolla, moderniza y alcanza la civilización... El socialismo, el nazismo y el fascismo son los fenómenos colectivistas del pasado. Hoy se expresa mediante el nacionalismo y los integrismos religiosos. El fenómeno está brotando en América Latina de una manera muy sinuosa y revistiéndose con unos ropajes que no  parecen ofensivos sino prestigiosos... En Perú está brotando con dos  o  tres hermanitos que en nombre de esa identidad colectiva, la identidad indígena, autóctona, genuina, la de la verdadera peruanidad, ha lanzado una campaña que cuando uno la examina racionalmente parece que fuera tonta, casi cómica, pero que toca un centro neurológico llamado el espíritu de la tribu, que nunca desparece incluso en sociedades que han avanzado más en el camino de la civilización... El indigenismo de los años 20 que parecía haberse rezagado es hoy en día lo que está detrás de fenómenos como el señor Evo Morales en Bolivia. En Ecuador  hemos visto operando y además creando un verdadero desorden político y social. El indigenismo en Ecuador, Perú y Bolivia está provocando un verdadero desorden  político y social, y por eso hay que combatirlo... De Ecuador sé muy poco lo que está sucediendo ahora... Si queremos alcanzar el desarrollo y elegir la civilización y la moralidad, tenemos que combatir resueltamente esos brotes de colectivismo... Creo que en el movimiento indígena hay un elemento profundamente perturbador que apela a los bajos instintos, a los peores instintos del individuo como la desconfianza hacia el otro, al que es distinto. Entonces se encierran en sí mismos”.

 

 A todo esto acotó el lenguaraz  autor de El Hablador  que los indígenas se basan en el argumento del agravio, al decir que han sido y son las víctimas del imperialismo, de los blancos, de los colonizadores, de las empresas que se quieren robar los recursos. “En Bolivia se quejan que las empresas quieren llevarse el gas. En Perú los arequipeños se levantaron porque dos empresas extranjeras no se llevaran la electricidad”. Vargas Llosa menciona que esas actitudes son incompatibles con la civilización y el desarrollo: “Y a la corta o la larga nos arrastra a la barbarie”.

 

Pregunto, cuando el Dr. Mario Vargas Llosa se refiere a la civilización ¿a cuál de las tantas civilizaciones que la humanidad ha fundado  se está refiriendo? El estrecho mundo burgués sólo es capaz de analizar las cosas con instintos miopes, por ello, la cosmovisión de Vargas Llosa ofrece nada más que  dos mundos posibles: La Barbarie y La Civilización. Vargas Llosa lo dijo sin rodeos al afirmar que las actitudes indígenas son incompatibles con la CIVILIZACIÓN y el DESARROLLO  y que  a la corta o la larga nos arrastra a la Barbarie. Las  mismas palabra de Sarmiento. Desde que aprendí el castellano ( ya no digo que el español porque no hablo ni catalán, ni gallego, ni vascuence, ni caló), desde que aprendí el castellano, repito, me di cuenta  que la llamada CIVILIZACIÓN ( a la que alude Vargas Llosa)  se caracteriza  por matar, saquear, destruir, arrasar humillar, azotar, perjudicar, sojuzgar, esclavizar, engañar, invadir a otros pueblos.   Rimbaud dixit: “Les blancs débarquent. Le canon! Esto es para mí  LA CIVILIZACIÓN. Si no, hagámosles  las preguntas a los asiáticos, a los negros, a los abayayaleneses o a los americanos raizales. Si la sacrosanta característica de LA CIVILIZACIÓN  es acabar con la humanidad, para qué queremos LA CIVILIZACIÓN. Es sádica la humanidad que adora LA CIVILIZACIÓN  y sádico el sacerdote que predica y bendice LA CIVILIZACION como el Dr. Mario Vargas Llosa.

 

Cuando  "toda la mugre y la escoria" de España, de la  maldita madrastra patria, llegaron a Abya Yala (América), los cronistas consignaron que el Perú precolonial era superior al Perú de los gamberros. Antropólogos como Metreaux  e historiadores como Richard Kontze  nos describieron la calidad de vida que habían alcanzado los Incas, en cuyo imperio  nadie  moría de hambre, como ocurre hoy  en los países hispanoamericanos. “La muerte más triste es perecer de hambre”, escribió Homero.

 

IDENTIDAD COLECTIVA

 

El profesor  Louis Boudain, al realizar su estudio sobre el Imperio de los Incas, lo llamó El Imperio Socialista de los Incas ¿ Cómo llegó a su resplandor el imperio que fundara Manco Capac? Sencillamente con el colectivismo. El Perú de hoy ha abandonado “el espíritu de la tribu” (que tanto ofende al Señorito de Madrid), pero ¿con ello qué ha ganado? ¿dónde están sus ventajas?

 

Si cedemos a los ataques de Mario Vargas Llosa y abandonamos la idea de la   identidad colectiva, necesariamente tendremos que pensar como Mario Vargas Llosa: estar obnubilados por Madrid y pensar en términos de  gamberro-fascistas: He aquí el retrato vivo de un intelectual colonizado, sobre el que tanto nos advirtiera  Fanon.

 

Ya como hemos visto, por lo que apuntan Hugo Blanco, Arguedas, el mismo Vargas Llosa, los “indios” debían de vivir en un estadio de humillación. Siendo Vargas Llosa un “misti" de pura cepa, a él le hubiera gustado que pasaran los siglos y que “el indio” siguiera callado, silencioso, silenciado, humillado, y que cada vez  que  se le exigiera, siguiera poniendo la otra mejilla, que siguiera manteniendo el status- quo del mundo  colonial, que el mismo Vargas Llosa sentenció: “Las violencias continuaron bajo las independencias”. Basta ya! Se nos acabaron las mejillas, dijo Rigoberta Menchú.

 

LA TORRE DE BABEL

 

Mario Vargas Llosa me hace recordar a  los personajes de la Torre de Babel y/o a Cantinflas, al otro Mario.  ¿ Cuál es el alcance de la semántica de  Vargas Llosa con términos tales como  Desarrollo, Civilización, Barbarie,  Moralidad, etcétera? El diluvio de sus  palabras sólo le sirve para enlodar la claridad de las luchas indígenas.

 

Respecto a la democracia, Rousseau dijo: “Tomando el término en su rigurosa expresión no ha existido nunca verdadera democracia, ni existirá jamás. Va contra el orden natural que el gran número gobierne  y el pequeño sea gobernado”. En lo tocante  al colectivismo, que es un sistema creado por una cultura particular y que como tal debe ser asumida y respetada,  expone y explica Lévi-Strauss en su obra  Race et Histoire que el etnocentrismo, ideario de Mario Vargas Llosa,   es una actitud que se fundamenta en juzgar una cultura ajena según nuestras propias normas, reduciendo las formas morales, religiosas y sociales de otra comunidad a nuestros esquemas familiares. “Este procedimiento está íntimamente ligado al racismo, en la medida que niega la diversidad cultural y todo tipo de diferencia como una  anomalía”.

 

¿ Qué es la Barbarie? Montaingne dixit “lo que ocurre es que cada cual llama barbarie a lo que es ajeno a sus costumbres.

 

La verdadera barbarie llegó a ABYA YALA (América) con la invasión de los gamberros. Para Vargas Llosa “las actitudes indígenas son incompatibles con LA CIVILIZACIÓN Y EL DESARROLLO  y a la corta o la larga nos arrastra a la BARBARIE”. En 100 ó 200 años de historia hispanoamericana, en este rejuego histórico, los americanos raizales pasamos del colonialismo de los gamberros españoles  al colonialismo interno.   Para nosotros, el tiempo colonial no  ha sido  descongelado aún. Todavía   seguimos  en las mismísimas condiciones  en que nos dejaron los gamberros hispanos. Cristóbal Colón, el príncipe de los gamberros españoles y el  falso descubridor de América, plasmó sus ideas en estos términos: “Tenerlos ( a los americanos raizales) en las misma islas cautivos, porque con cincuenta hombres ( gamberros de España)   los tenían todos sojuzgados y les harán, hacer  todo lo que quisieren”. A estas palabras de Cristóbal Colón, el amante de la reina Isabel, hay que  agregar las   de  Fray Bartolomé de las Casas que  siguen vigentes “sobre los trabajos( de los americanos) añadiáles  injurias, afrentas, azotes y palos".

 

Si la mejor opción para Hispanoamérica  está en la Civilización y el Desarrollo, por qué entonces  la gran masa de ladinos habita en las letrinas de América Ladina. ¡Esto es inhumano y es una barbaridad!  Para Mario Vargas Llosa, indudablemente, esto es por culpa de los indios. ¿Y los “indios”?  Hace sólo un par de días, el legislador dule-panameño, el licenciado Enrique Garrido, afirmó:”El gobierno no hace nada para combatir la discriminación contra los pueblos indígenas de Panamá”. Sostuvo que   un indígena por muy profesional que pudiera ser  a él  siempre se  le era negado el trabajo tanto en el gobierno como en la empresa privada. “Primero le dicen que no tiene experiencia y luego que no tiene la edad”. He aquí la famosa "civilización y desarrollo” por las que propugna Mario Vargas Llosa.

 

Ahora que se avecinan las elecciones en Panamá, todas las naciones autóctonas, absolutamente todas, deberían agruparse en un solo partido político y votar por sus candidatos. A cambio de dicho apoyo, recibiríamos embajadas, consulados ministerios y empleos para todos nuestros profesionales. Para el burgués panameño, los indios kunas sólo son buenos para hacer emparedados (ello le llaman "sandwich"...) en los McDonald. Y, si nuestros candidatos perdieran, los indios nada perderíamos porque seguiríamos en "el mismo valle de lágrimas"... pero si nuestros candidatos ganaran, entonces todos los indios ganaríamos precisamente por el pacto y sería "el asalto al cielo".

 

 Es irónico que un hombre que a través de sus novelas  menciona a antropólogos como Matos Mar  o a France-Marie Casevitz-Renard o al historiador Porras Barrenechea, no haya logrado entender  que las sociedades de la América precolonial se desarrollaron altamente de una forma sofisticada  gracias a su sistema colectivo de producción, donde no ocurría lo que ocurre hoy en Perú  y es que en el  imperio incaico nadie  moría de hambre.

 

Platón nos enseñó que hay tres tipos de seres: los ignorantes, los sabios y los mediocres. Estos últimos “creen saber, pero que realmente no saben, que en vez de ciencia tiene opiniones” .

 

*Colaboración Actualidad Étnica

Escribir un comentario

Código de seguridad
Refescar