Para nosotros como pueblo indígena, pervivir culturalmente a de trascender a la inmortalización ancestral, reviviendo constantemente y practicando los anhelos de nuestro loables abuelos. Es un permanente reto reconstruir los invaluables caminos enmarcados en nuestra ley de origen afectados siniestramente por las diferentes expresiones aculturizadoras como la mal llamada colonización, imposiciones religiosas, y actualmente, en el sentir destructivo, nuevamente los enemigos de la vida han implementado un método exterminador por medio de un absurdo conflicto armado al que, por supuesto, somos ajenos.
Sin embargo, tenemos la firme convicción de que es nuestra obligación moral y ética insistir en la defensa de nuestra cultura, para no defraudar el sublime compromiso adquirido por nuestros ancestros, ya que desde ahí depende inequívocamente la existencia de la Madre Sierra Nevada, corazón de le mundo, para garantizar la supervivencia de la humanidad; y para desarrollar este noble propósito han de garantizarnos principalmente la permanencia en nuestros territorios por lo tanto ante la nociva ignorancia estatal y gubernamental, nos hemos propuesto mediante estas sagradas expresiones culturales (música, danza de chicote y gaita, artesanías, chirinche, plantas como medicina tradicional) mostrar nuestras loables formas de resistencia frente a la violencia, y si es necesario, iremos por el mundo entero clamando solidaridad para enfrentar las maquiavélicas practicas guerreristas maquinadas por intenciones paraestatales, pretendiendo retroalimentar únicamente sus perversos e ilusos interese.
“La injusta muerte de nuestros más de 220 queridos hermanos, indígenas y compañeros Kankuamos, levantará la furia espiritual de nuestros padres espirituales y es y será la única fortaleza necesaria para quienes indeclinablemente bajo lo inminentes riesgos, resistimos culturalmente y tomados de la mano, de ustedes apreciados hermano mestizos y blancos, jamás podrán arrasarnos”.
*Indígena kankuamo- (palabras de presentación)