A las 7 de la mañana la Guardia Indígena recibió al Jurado, que incluye a personalidades como Ana Teresa Bernal, Augusto Ramírez Ocampo, el Padre Darío Echeverri y el ex Ministro Juan Meyr, a representantes de FESCOL, PNUD, Caracol Radio y Televisión, el Diario El Tiempo y la Revista Semana en el aeropuerto de Cali. Venían con ellos representantes de quienes han sido reconocidos con el Premio Nacional de Paz desde su instauración. Dos Chivas y una buseta del Proyecto Nasa transportaron a la delegación y a sus acompañantes y escoltas con sus bastones de mando hasta Toribio. Al llegar al pueblo que se ha convertido en una inspiración para el sueño de construir una alternativa política y democrática a través de un Tejido de Autonomías diversas que se convierta en el país posible y necesario, la delegación fue recibida por niñas y niños que portaban banderas blancas y de Colombia. Caminaron entre las ruinas y escombros de las casas destruidas en los ataques que se iniciaron el 14 de Abril y que aún continúan en el territorio. Las delegaciones observaron, además de los escombros, la gran presencia de policía en el casco urbano y las trincheras ubicadas contra las casas, la parroquia, las tiendas, las escuelas, la alcaldía y la casa de la cultura.

 

Observaron como a pesar de que el ataque de las FARC-EP contra las posiciones de la Policía Nacional ocasionó la semidestrucción del pueblo y llevaron la muerte, el horror y el desplazamiento a sitios de Asamblea Permanente, estas trincheras no solo no han sido retiradas, sino que se construyen nuevas en medio de sitios residenciales. El reclamo del pueblo y de organizaciones solidarias exigiendo sacar a la población indígena y civil del conflicto, ha sido ignorado. Del casco urbano, procedieron al acto solemne en el CECIDIC, el colegio y la Universidad indígenas a 2 kmts del caso urbano. Soldados del ejército nacional se encontraban apostados contra la valla de esta institución. Las autoridades locales les solicitaron no ingresar a pesar de su insistencia en escoltar al General (r) Manuel José Bonnet, miembro del jurado y quien llegó en un helicóptero militar directamente a Toribío.

 

En el aula del CECIDIC, sede de Asambleas populares y actos culturales, se encontraban unas 600 personas entre comuneras y comuneros, autoridades locales y comuneras y comuneros indígenas. Se escucharon las notas del himno nacional y del himno del pueblo Páez.

Este último cantado a viva voz por el auditorio, conmovió a los visitantes quienes unieron sus voces y cantaron…”y seguiremos luchando mientras no se apague el sol”.

 

El ex Ministro Augusto Ramírez Ocampo, en un emotivo discurso, hizo un llamado por una salida negociada al conflicto armado, el Alcalde de Toribío, Arquímedes Vitonás, en unas breves palabras, saludó la solidaridad e invitó a la paz. El Gobernador de San Francisco dio su bienvenida y Marta Cárdenas de FESCOL hizo un recorrido histórico del Premio Nacional de Paz y de quienes los han recibido, explicando que la decisión de hacer el lanzamiento en Toribío es un reconocimiento al pueblo nasa, dos veces ganador del Premio y una oportunidad para expresar solidaridad con presencia directa, compromiso con la paz y un encuentro de las iniciativas para intercambiar y caminar hacia la paz. Luego, se escucharon representantes de cada uno de los procesos premiados.

 

Desde Mogotes, se cantó una canción por la Paz. Desde el Proyecto de Comunicación de Montes de María, la alegría de saber que pueden destruir casas, pero no han destruido los espíritus, desde el Ariari, Meta, el compromiso de acercar distancias que separan caminos comunes, desde el Caguán, dos símbolos de paz en medio de la guerra: un bastón de mando y el chocolate, enarbolados como expresiones frágiles y vulnerables de un compromiso firme y comprometido, desde el Proyecto de Paz del Magdalena Medio, un recuento que describías lugares diversos, pero las mismas gentes, la misma agresión y el mismo compromisos con la vida. El Proyecto Nasa leyó un texto anexamos a continuación en el que convoca a una Movilización Nacional por la Paz y por Otro País Posible y Necesario.

 

La sorpresa mayor del acto la constituyó la lectura de una carta abierta al Gobierno de Colombia y a las FARC-EP, firmada por los Premios Nóbel Rigoberto Menchú, Adolfo Pérez Esquivel y Manfred Max Neef, los Periodistas y analistas políticos Naomi Klein y Noam Chomsky, el Profesor Arturo Escobar de la Universidad de California en los Ángeles y el Juez Baltasar Garzón. La carta es un reconocimiento al pueblo Nasa y al Congreso Indígena y Popular. Los firmantes ofrecen sus buenos oficios para, a nombre del CRIC, interceder frente a los actores armados para lograr el cese al fuego en el territorio indígena, el desarme del mismo y una salida negociada al conflicto armado. La carta fue recibida con una sonora ovación. Las delegaciones recibieron una camiseta con símbolos Nasa y una carpeta con documentos. El acto terminó con las emotivas palabras de Padre Antonio Bonanomi, quien fue llamado al podio en reconocimiento a su labor y como una expresión afectuosa de los organizadores a su compromiso, sabiduría y ejemplo. El Padre Antonio llamó a la paz, pero con justicia. Invitó a un alzamiento popular nacional que diga BASTA a la guerra, pero sin rencor y sin odio. Pero además, comprometió a los asistentes y participantes a ir más allá de oponerse a la guerra y promover la paz, pues la injusticia, el hambre, la miseria son formas de violencia que generan la guerra y frente a las que hay que alzarse y proponer el otro país posible y necesario del que habla el Mandato del Congreso Indígena y Popular. El Padre Antonio llamó al General Bonnet y a otros como el, a convertirse en hombres de paz.

 

Los líderes y representantes de los procesos galardonados, se reunieron para trazar  estrategias comunes para el ALZAMIENTO POPULAR POR LA PAZ Y POR EL OTRO PAÍS POSIBLE Y NECESARIO.

  

 Luego de un almuerzo ofrecido por los Cabildos, las delegaciones partieron en compañía de la Guardia y el General Bonnet escoltado por el ejército en helicóptero. Toribío quedó entre su gente. En medio del pueblo, las trincheras y la policía, en las montañas, la guerra y en los sitios de Asamblea Permanente, los pobladores refugiados de las balas, las pipetas y las bombas. El espíritu de Paz y de Resistencia por otro mundo posible y necesario, deja una palabra de convocatoria Nacional e Internacional desde este acto solemne y simbólico del 7 de Junio en un territorio ancestral del Gran Pueblo Nasa.

  

Ver documento del llamado de los indígenas a la solidaridad y a la movilización por la paz, la vida, la dignidad y un nuevo país posible y necesario

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