“La educación que nosotros proponemos, es una en la que sea visible el aporte del negro. Queremos que se cuente la historia local, el quehacer de nuestras comunidades; no queremos que nuestros niños y jóvenes conozcan de memoria la historia Europa, del Medio Oriente, pero ignoren la historia afrocolombiana, nuestra historiaâ€. Este es el testimonio de Elmer Gamboa un educador del Cauca, que junto con otros 700 maestros afrocolombianos literalmente se ‘plantaron’, desde el pasado 3 de noviembre en la iglesia de San Francisco en pleno centro de Bogotá.
Ayer, 10 de noviembre, los maestros iniciaron el regreso a sus ciudades de origen en el pacÃfico colombiano tras lograr un acuerdo con el Ministerio de Educación Nacional para que revise y aplace el decreto 3323, por medio del cual se convoca a concurso a los docentes afro. Actualidad Étnica se entrevistó con los manifestantes para conocer más de cerca sus reivindicaciones. En la tarde del 4 de noviembre Elmer Gamboa nos compartió sus opiniones frente a este importante debate.
Maestros Afro: No queremos una educación que uniforma
Por: Ana MarÃa Hernández. Ãrea DDHH, Fundación Hemera
Bogotá. Noviembre 4 de 2005
AE: ¿Cuáles son los antecedentes de lo que esta sucediendo hoy?
Los Afros en Colombia hemos venido dando una lucha de carácter reivindicativo fundamentalmente a favor de nuestras comunidades. Ésta se consolida a partir del año 1991 cuando se dio un gran movimiento de los afros frente al proceso de la constituyente. En ese proceso los afros no pudimos tener un constituyente, no pudimos unificarnos; sin embargo, el movimiento que se dio al interior de las comunidades afro fue inmenso. Ejercimos una presión grandÃsima en el paÃs que se expresó a través de movilizaciones, a través de tomas, a través de desarrollar todo un proceso de capacitación en nuestras comunidades.
Hicimos causa común con los indÃgenas fundamentalmente, y eso permitió que se introdujera en la constitución el artÃculo transitorio 55. No era un objetivo de la clase polÃtica colombiana tener en cuenta a las comunidades negras como si sucedió con los indÃgenas que tienen varios artÃculos expresos en la constitución, donde se definen autoridades indÃgenas, la jurisdicción indÃgena, etc. No era la constitución de los negros, sin embargo, se estableció el transitorio 55 y posteriormente se reglamentó ese artÃculo y se expidió la ley 70 del año 1993.
Esa ley es la guÃa para las actividades del pueblo afrocolombiano y se ha ido reglamentando con muchas limitaciones pero también con avances. Hoy creemos que no ha sido plenamente reglamentada, el gobierno nacional no tiene la intención de darle pleno desarrollo a esa norma y hay muchos puntos importantes en los cuales no hemos tenido avances.
Con base en la ley 70 se expidió el decreto 804 del 95 que reglamenta la etnoeducación afrocolombiana, y ahà se dijo que los indÃgenas podÃan mediante la figura del aval proponer a los docentes para sus comunidades, correspondiéndole a la respectiva entidad nominadora hacer el nombramiento. La figura del aval significa que dentro de una comunidad indÃgena, la organización indÃgena define qué maestros deben ser nombrados, y el gobierno hace el nombramiento. Eso se aplicó en el paÃs, pero extrañamente no se ha aplicado para las comunidades negras, sino que en el mismo decreto, en su último artÃculo, dice que si habrá concurso para las comunidades afro, y dos artÃculos atrás dice que para los indÃgenas no. Es decir, aplicaron un criterio contrario al artÃculo 13 de la Constitución que es el principio de igualdad.
Sin embargo, asà hemos venido trabajando hasta que ahora, el gobierno reglamenta el concurso. Durante un año la Comisión Pedagógica Nacional de Comunidades Afro, que es el organismo legal reconocido por la ley para abordar todo el problema de la educación afrocolombiana, ha discutido con el gobierno esta medida, tratando de lograr unos acuerdos para la expedición de un decreto que recoja todos los criterios de la constitución en materia etnoeducativa. Hubo acuerdo con la comisión en 16 puntos y resulta que el ministerio no recogió ni uno; por eso razón, entre otras, es que hoy estamos aquÃ.
Ese concurso desconoce la autonomÃa que deben tener las organizaciones afrocolombianas para definir el perfil de los docentes dentro de esas comunidades. Es decir, para los indÃgenas es válido pero para nosotros no. Cuando todo el mundo sabe en este paÃs que como grupos étnicos estamos en un riguroso pie de igualdad. Creemos que el derecho más elevado que tenemos las comunidades afrocolombianas es el derecho a nuestra autonomÃa y este decreto 3323 desconoce ese derecho.
AE: ¿Según lo que usted expresa, el decreto 804 nunca ha podido ser aplicado en las comunidades afrocolombianas?
En los mismos términos que para los indÃgenas no. Nuestras organizaciones legalmente reconocidas nunca han avalado un docente para que sea nombrado; siempre se ha definido por la entidad nominadora, y ahora se dice que por concurso. El problema del concurso es que como en Colombia no hay concursos cerrados sino abiertos, este concurso que es para una comunidad étnica, que es especial, que debe tener tratamiento diferencial, es abierto; y entonces a nuestras comunidades van a llegar profesores que no son etnoeducadores, que están por fuera de lo que dice el artÃculo 32 de la ley 115, en el cual se manifiesta que deben ser vinculados profesores que conozcan la comunidad, que sientan con la comunidad, que conozcan sus usos y costumbres.
AE: ¿El gobierno les ha dado alguna explicación de por qué el decreto 804 si se ha aplicado a los pueblos indÃgenas y a ustedes no?
Nunca, el reclamo permanente de las comunidades afro ha sido que se aplique ese principio de igualdad que tanto manosea el gobierno pero que en la práctica no lo hace. La Ministra de Educación acaba de decir que el decreto 3323 esta conforme a la constitución, entonces si el 3323 está conforme a la constitución, el 804 tendrÃa que estar en contra; sin embargo, lo han aplicado y está vigente. Nosotros lo que reclamamos es que se aplique el 804 modificando el artÃculo 13 que plantea un concurso para nosotros. Ese concurso, de acuerdo con las normas de carácter étnico que han sido expedidas no puede aplicarse a las comunidades afrocolombianas.
AE: ¿Cuáles cree que sean las razones de fondo para que se mantenga esa diferencia?
Un desconocimiento general del gobierno hacia nuestra etnia. Esta ha sido una etnia respetuosa de las normas, una etnia que ha venido avanzando en su proceso organizativo y definitivamente con este gobierno y en este paÃs hay que ser violento para que lo escuchen a uno. A los indÃgenas les desconocieron un acuerdo durante 15 años en el Cauca, y en tres dÃas de paro que ellos hicieron, les consiguieron 24 mil millones de pesos para darles sus tierras.
Entonces nos están obligando a tomar las vÃas de hecho. El gobierno con su comportamiento está provocando que nuestra etnia, que ha caminado siempre por vÃas civilizadas y de diálogo, utilice tomarse las calles. En todos los espacios hemos dialogado, esa ha sido nuestra polÃtica, pero ya nos estamos convenciendo de que aquà no se puede dialogar, nos estamos convenciendo de que cuando hay diálogo no respetan los diálogos, no respetan los acuerdos y eso ha generado esta movilización de hoy.
Es incomprensible que un gobierno que habla de democracia, de respeto, de la dignidad de las personas y los grupos étnicos, nos haya mantenido en una supuesta concertación de un año para luego no tener en cuenta todas las discusiones que hemos sostenido. A este gobierno definitivamente no le gusta concertar. El gobierno dice que la polÃtica no se negocia, la polÃtica está definida y creemos que lo que hubo fue un engaño hacia nuestro pueblo y nuestras comunidades. Por eso vamos a mantener esta clase de lucha hasta que haya una solución a este problema.
AE: ¿Entonces, a cargo de quién ha estado la educación de los afrocolombianos?
Ha venido siendo manejada por los gobernadores y alcaldes cuyos municipios se certificaron. Entonces a las poblaciones afrocolombianas llegan docentes desde cualquier lugar del paÃs sin interesar su etnia, si están enraizados en las comunidades, si tienen un conocimiento real de lo que son nuestros usos y costumbres, ni cuáles son los procesos que se han desarrollado.
Llegan docentes nombrados desde la capital o cualquier lugar del paÃs y eso frena nuestro desarrollo. El 804 lo aplicamos en algunas comunidades, les dijimos a los alcaldes que la norma está vigente y que hay un principio constitucional que debe ir por encima de cualquier cosa, y algunos alcaldes, por ejemplo en el Cauca, nombraron docentes. Pero luego vino la presión del Ministerio de Educación, por que según ellos no se puede nombrar a través del 804.
Nos oponemos al concurso, no para que nombren a gente de piel oscura; para nosotros deben ser nombradas las personas que sienten con nuestras comunidades, que las conocen y que están impulsando su desarrollo. Esos etnoeducadores, que son los que dice la Ley, son los que deben ser nombrados. Que sean las organizaciones legalmente reconocidas inscritas ante el Ministerio del Interior y de Justicia las que con conocimiento real de cada uno de los etnoeducadores los propongan y los nombren, eso es lo que hicieron los indÃgenas, eso ha sido válido. El concurso es extraño a las comunidades étnicas, porque el artÃculo 62 dice que deben ser nombradas las personas que están ahÃ, que tienen los conocimientos, lo mismo dice el 804; si tu convocas a un concurso que es abierto necesariamente va a llegar gente que no viene de los procesos. Entonces aplicar el concurso en las comunidades es torpedear todo el desarrollo etnoeducativo que tenemos desde hace muchos años.
AE: ¿Cuáles son las implicaciones que esto tiene en las comunidades?
Se lo voy a explicar con un ejemplo que sucedió en el norte del Cauca. Una docente que llegó por un traslado a un pueblo del Cauca, en donde más desarrollo etnoeducativo se ha hecho. Empezó a torpedear todo el trabajo de etnoeducación que habÃa en esa institución y empezó a trabajar seriamente a los niños.
En alguna ocasión cuando se le reclamaba dijo “bueno, si ustedes han avanzado mucho vamos a ver si es que los niños quieren ser negros o no.†Y entonces trajo un niño y le pregunto: “¿si usted naciera de nuevo quisiera ser negro? y el niño dijo que no. Es decir, no sienten con nuestro pueblo, repudian nuestras costumbres, repudian nuestro desarrollo, no lo trabajan, lo frenan, por eso decimos que no puede ser formador de los niños y jóvenes de nuestras comunidades quien no esté decidido a desarrollar a nuestras comunidades con nuestros elementos de trabajo, con nuestros elementos de desarrollo, con nuestra etnoeducación.
Ninguna comunidad en este paÃs puede aceptar que le manden un francotirador al interior de las comunidades. Si no conocen nuestra cultura no pueden trabajar nuestra cultura, si no están de acuerdo con nosotros no pueden educar a nuestros niños y a nuestros jóvenes; eso genera violencia al interior de nuestras comunidades, eso es lo que tiene jodido este paÃs. Tiene que haber armonÃa entre quienes educan a una población y los criterios culturales de esa población, por eso nosotros queremos explicarle al paÃs que aquà no se encierra un elemento de racismo.
En el norte del Cauca tenemos un señor perteneciente a la raza blanca, y este señor es una de las personas que más aportes le ha hecho al desarrollo de la etnoeducación afrocolombiana, lo queremos como nuestro hermano, y asà hay muchos docentes que hoy decimos que pertenecen a la etnia nuestra por lo que han hecho, aquà no tenemos problemas de racismo, simplemente estamos pidiendo que la gente se identifique. Cualquier docente puede llegar a nuestras comunidades sin importar su color de su piel, lo que pedimos es que quien llegue respete nuestra tradición, nuestra cultura, que se meta en los problemas que tienen nuestras comunidades. Los que no se meten en nuestras comunidades llegan, dictan la clase y se van, nunca están en pro del desarrollo nuestro, ese tipo de docentes no sirven en una comunidad étnica. Por eso nosotros hemos formado a compañeros y compañeras que cuando llegaron a nuestros pueblos no manejaban nuestros criterios, pero ahora están trabajando con nosotros.
No se trata se elegir a dedo quien los que van a dictar las clases. La idea es que se nombren a quienes tienen han trabajado con nuestras comunidades, independientemente del color de su piel. Uno no puede entender que a una comunidad de gitanos llegue una persona a educar a la población de una cultura diferente, eso no puede ser, eso es irrespetar a las comunidades y los principios constitucionales de autonomÃa, de derechos, de identidad. Eso termina por desaparecer a esos pueblos milenarios que han contribuido a la formación de la nacionalidad colombiana.
Por eso necesitamos que el gobierno comprenda que esta no es una pelea necia, estamos discutiendo con argumentos. El gobierno sabe de lo que estamos hablando, lo que pasa es que el desarrollo de la educación va ligado a la polÃtica general del gobierno, que es el recorte de derechos del conjunto de las comunidades. Al gobierno no le interesa que los docentes orienten el proceso etnoeducativo porque allà se generan nos espacios de libertad perjudiciales para sus intereses.
AE: ¿Cómo es la educación que ustedes sueñan?
El pueblo afrocolombiano ha sido invisibilizado por la fuerza del silencio. Si uno revisa los textos de historia de este paÃs se da cuenta de que muy tangencialmente se habla de los negros y sólo para decir que fuimos esclavos y no más. Pero no se habla de que este paÃs se edificó también con el trabajo de los negros, que las inmensas cantidades de oro que fortalecieron el capitalismo europeo fueron resultado del trabajo de los negros, que los diferentes oficios fueron desarrollados por negros.
Los negros hemos contribuido enormemente a la formación de esta nacionalidad pero han querido ignorarnos. La educación que nosotros estamos proponiendo es una en la que se visibilice el aporte del negro, el inmenso aporte que los pueblos africanos le han hecho a la ciencia, al arte, a la cultura en general. Nosotros lo que queremos es se muestre, en la educación colombiana, el real aporte que los negros le hicimos, y le hemos hecho a este paÃs.
No queremos esa educación que uniforma, queremos que se cuente la historia local, el diario hacer de nuestras comunidades que es rico y es importante, no queremos que nuestros niños y jóvenes se sepan de memoria la historia europea, la historia del medio oriente, pero ignoren la historia africana, la historia afrocolombiana; no queremos que ignoren lo que hoy están haciendo los educadores y trabajadores afrocolombianos. Ese es el tipo de cambios que queremos.