Por: Luis Carlos Osorio R.
Director Actualidad Étnica
"Amo esta negrura mía/ Que se parece al sueño de un atardecer/ Esta negrura mía/ De encantos tan sutiles como un amanecer".
Bogotá, enero 27 de 2006. Estas palabras hechas poesía, esta poesía hecha canto, este canto de Hansel Camacho hecho estremecimiento en la piel, inauguró el acto de posesión³n de la consultiva de comunidades negras en la ciudad de Bogotá¡ este jueves 26 de enero. Minutos antes nos habíamos conmocionado con unas breves reflexiones sobre el proceso de las comunidades negras en la ciudad, y para empezar el himno nacional, el mismo himno escuchado todos los días a mañana y tarde, esta vez interpretado por una chirimía que nos puso la piel de gallina. Era la primera vez en muchos años que disfrutaba de la música de nuestro himno, sin pensar en las evocaciones de la horrible noche que cesa o en referentes religiosos traídos de los cabellos; convencido de que esta tierra la heredamos de nuestros ancestros negros e indígenas, por cierto ninguno de apellido Colón. No gratuitamente Juan Manuel Ospina anotaba: Es el mismo himno, pero distinto; son otras las vibraciones
La política de reconocimiento en el Distrito
Estamos frente a un tema fundamental, pero descuidado, dijo el Secretario de gobierno distrital Juan Manuel Ospina, refiriéndose al tema de la diversidad Étnica y cultural de la nación colombiana. Este es el mandato más profundo, más revolucionario que podamos tener: construir la unidad a partir de la diferencia, avanzar todos a partir del reconocimiento de nuestras propias identidades.
La tarea es encontrar el valor profundo y creativo que tiene la diferencia; hasta ahora, la diferencia solo ha servido para agudizar el conflicto. Sobre este tema, el cantautor Hansel Camacho había interpretado la canción Aquellos muchachos de la guerra y hacía una profunda reflexión sobre el papel de todos los actores armados, incluido el mismo Estado, en el proceso de resquebrajamiento de nuestra sociedad.
El mensaje entregado por el funcionario distrital compromete la voluntad de la ciudad para iniciar un proceso que busca saldar la inmensa deuda histórica con el respeto a la otredad y a la justicia, especialmente con la población negra que, en el caso de Bogotá, puede llegar a un millón y medio de personas.
Luego de dos años de dificultades en la interlocución se nombró una nueva Consultiva Distrital de treinta personas, que obedecía a un amplio proceso de participación donde concurrieron al menos dos de cada tres organizaciones de afros de la ciudad. El compromiso de la administración distrital se relaciona con la formulación de una acción a corto y a mediano plazo. La idea es garantizar el involucramiento de la población Étnica en la política social del distrito. Nosotros (la administración) nos vamos, pero los negros siguen en Bogotá y ellos son los que tienen que volver realidad estos compromisos, puntualizó Ospina.
El representante de los Afros
Ricardo Hurtado, representante de las comunidades negras en Bogotá, resaltó la dinámica que ha tenido el proceso organizativo de los afros en la ciudad y entregó un balance o diagnóstico sobre lo realizado: No se gestionó la inclusión de partidas específicas para comunidades negras en el presupuesto, es necesario revisar el desarrollo de temas como cultura y educación; pero también es importante resaltar la labor de algunas entidades, que como el DAAC han contribuido al fortalecimiento organizativo y a la construcción de una sede para los afros; también es importante reconocer la labor de los concejales (Bruno Díaz y Ãlvaro Argote), de los congresistas por las negritudes (Willintong Ortíz y María Isabel Urrutia) y de otros funcionarios del distrito (Román Vega), que se fueron un factor determinante para que el Concejo Distrital aprobara el acuerdo 175 de 2005, que establece una política pública para afrodescendientes en Bogotá. Hurtado hizo hincapié en la necesidad de habilitar mecanismos efectivos para el desarrollo de las acciones afirmativas, al igual que para la concertación de un proyecto que permita evaluar la realidad de los afros en el distrito.
El representante afro terminó su presentación con un llamado para que el gobierno distrital amplíe la participación de las negritudes en la administración y reclamó una revisión del censo, porque su aplicación tuvo bastantes problemas en las zonas más alejadas y en Bogotá.
Hablan las mujeres
María Isabel Córdoba habla en nombre de la mujer afrocolombiana y empezó con un relato que desató polémicas: "en el colegio donde estudian mis hijos hicieron una representación sobre el descubrimiento de América. Ah sorpresa, como no habían niños negros, hubo que pintar a los niños mestizos. ¿Donde estamos los negros? o ¿Será que estamos pintados?
Con toda seguridad no estamos en la administración de Bogotá, dijo. El tema de la inclusión hay que plantearlo como un asunto real. Como real debe ser la participación del Alcalde Distrital en la Consultiva, que según el decreto 2248 del Art. 45 de la ley 70, es quien preside la consultiva. Hasta hoy, dicha participación ha sido nominal, dijo la representante afrocolombiana, quien demandó del alcalde la creación de una agenda de trabajo incluyente: "que no pase como ahora, que en dos años no hemos podido hablar con el alcalde", pues la creación de una política pública debe ser para materializar la política del reconocimiento y no para "colgarla a modo de pergamino en una pared. No importa que sea una política global para los grupos Étnicos, pero que sea una polítca real, donde los afros seamos reconocidos.
El alcalde al debate
Negros, afros, cimarrones. ¿Cómo nos vemos todos? El alcalde Luis Eduardo Garzón hace algunas reflexiones sobre la etnicidad, tomando como punto de partida la unidad. Y hace un apunte contundente: Ah difícil que ha sido la interlocución con los afros. "Ese tema de la diversidad de opiniones. ¿Cuántos afros en Bogotá? ¿Millón, millón y medio? Y, ¿cuántos concejales negros tenemos en el distrito? De 170 ediles, sólo tres son negros. El empoderamiento es también decir cómo pegamos. El alcalde reivindica las últimas acciones desarrolladas en procura del bienestar de los grupos Étnicos y especialmente de los afros en el distrito. Aclaró, refiriéndose al reconocimiento hecho a algunos de los funcionarios del distrito, que éstos no son funcionarios del espíritu santo: son funcionarios dirigidos por el alcalde y sus acciones obedecen a la política del distrito para estas comunidades.
Recuerda la creación de la Mesa Interétnica, del grupo interinstitucional para la elaboración de la política pública, las iniciativas tendientes al empoderamiento de las jornadas de la diversidad, el nombramiento del nuevo Director del Instituto Distrital para la Cultura y la Recreación, y aclaró que la primera razón por la que lo nombró, fue por la piel... Uno no puede recibir sector por sector. Mientras los negros están unidos, es mas fácil la interlocución y seguro que tienen derecho a más. La consultiva debe posesionarse en términos de la política y no de la ley. Lo bueno lo reivindicamos y lo defendemos, lo malo lo corregimos, terminó diciendo el alcalde, mientras se preparaba para posesionar a los treinta consultivos, tras el improvisado debate donde los participantes lo conminaron a cumplir con un programa que lleva cuatrocientos años de atraso. Luego el alcalde, recogiendo el llamado de Hansel Camacho, dió una voz de esperanza a los afrocolombianos, pero los conminó a "parar esta tendencia a la autovictimización", mientras les decía: no perdamos la fe.
Al final, todos salimos convencidos de que existe voluntad política de la administración por transformar la realidad de los afrocolombianos, pero que la cuota principal tienen que ponerla ellos.