La Ciudad agua de América, Bacatá, necesita urgentemente un Estatuto del Agua, con el cual se mantenga este preciado liquido como patrimonio común y bien público indispensable para las comunidades humanas y la conservación de los ecosistemas, asà lo manifestó la vicepresidenta del Concejo de Bogotá, Ati Quigua, al dar a conocer su iniciativa, que será radicada en los próximos dÃas.
Según la Cabildante, el estudio y aprobación de este proyecto deberÃa convertirse en una prioridad que debe impulsar el gobierno Distrital, la comunidad, organizaciones y académicos, por tratarse de un derecho humano fundamental, además, se debe generar en la comunidad una hidropolÃtica de resistencia contra los intereses de particulares que quieren tomar control del manejo de los diversos cuerpos acuÃferos y sus las reservas ubicadas en Bogotá y su sabana.
Igualmente, indicó la Concejala IndÃgena,- “Por ser el agua un bien de dominio público, es un recurso vital que no puede ser tratado como mercancÃa, ser reducido a un valor comercial y estar sometido a las leyes del mercado. Por ello, el agua no puede ser materia de tratados de libre comercio internacional como los de la Organización Mundial del Comercio – OMC -, el Ãrea de Libre Comercio para Las Américas – ALCA -, el Tratado de Libre Comercio – TLC - o los tratados bilateralesâ€-.
Para la concejala Ati Quigua, los gobiernos americanos se han organizado desde el modelo del capitalismo global, donde se afianzan propuestas económicas consistentes en maximizar la riqueza y el poder de sus élites. A partir de este modelo surgen los llamados megaproyectos encaminados a establecer una infraestructura en transporte, energÃa y telecomunicaciones. Al observar con detenimiento cada uno de ellos, se logra manifestar el surgimiento del agua como un megaproyecto estratégico.
Por esta razón,-“Mi propósito es iniciar un camino que permita incorporar el agua, no solo como Estatuto de la ciudad, sino en nuestra Constitución PolÃtica y Ecológica como un derecho humano fundamental, tenemos que seguir el ejemplo de los compañeros de Uruguay y Bolivia, quines mediante un plebiscito establecieron en su Constitución PolÃtica el agua como un elemento natural esencial para la vidaâ€-.
Para lograr este objetivo el Proyecto plantea un proceso en donde las prácticas sociales de la ciudadanÃa Bogotana demuestren su posibilidad de convivir bajo la disposición, acceso y conservación del ciclo del agua presente en el Distrito Capital, sin alterarlo; con el Estatuto pretende afianzar una Cultura del Agua en la ciudad y su sabana.
“Bogotá y su Distrito, deben ratificar el agua como un derecho universal y comunitario, es de todos y de nadie, pertenece a la tierra y a los seres vivos. Se distribuye equitativamente de acuerdo a las necesidades, costumbres y convivencia humana. El derecho humano es disponer de agua suficiente, conseguible, accesible fÃsicamente, segura y aceptable para el uso personal y doméstico. El derecho al agua incluye mantener el acceso a los abastecimientos existentes de agua y estar libres de interferencias, desconexiones arbitrarias o contaminación de cualquiera de los elementos del sistema hÃdrico “- aseguró, Ati Quigua.
El Estatuto del Agua, de ser aprobado, se convertirÃa en el ordenador jurÃdico, pertinente para acoger el derecho universal a nivel local y tendrÃa por objeto la regulación de todas las aguas en el marco de la unidad del ciclo hidrológico. Por consiguiente, sus disposiciones deben respetar la interdependencia existente entre todos los elementos ambientales, el principio de prevención y el de precaución del ambiente.
Finalmente, señaló la Concejala IndÃgena, que es muy preocupante la posición que se esta asumiendo en Congreso de la República, con el Proyecto de Ley 365, sobre Aguas que esta haciendo transito, donde esta ausente el análisis sobre la tendencia mundial a la privatización del agua, el agua vista como mercancÃa y no como derecho fundamental de la humanidad, ni la visión a futuro, creo que lo primero es tratar una polÃtica responsable, democrática, pública y eficiente del agua y luego hacer una Ley.