Paralizada amanece Bolivia, luego de intensas semanas de protestas y paros protagonizados por la población indígena y campesina que ha gritos piden la renuncia del presidente, Gonzalo Sánchez de Lozada, por su insistencia en conceder a empresas privadas de Estados Unidos la explotación de gas y por las fuertes represiones emprendidas contra los manifestantes.

A la fecha, los fuertes choques entre la Fuerza Pública y los manifestantes han dejado un saldo de por lo menos 70 personas muertas, según fuentes extraoficales. Desde el pasado domingo, cuando se agravó el conflicto social, muchas instituciones bolivianas emitieron sus pronunciamientos sobre la situación.

Las tres instituciones que iniciaron la exigencia de la salida de Gonzalo Sánchez de Lozada fueron las más representativas del Estado de la localidad de El Alto: la Central Obrera Regional, la Federación de Juntas Vecinales y la Federación de Gremialistas. Éstas hicieron público ese pedido después de la jornada violenta del domingo 12 de octubre, cuando se registraron 26 muertos producto de los enfrentamientos ocurridos en esa ciudad.

Para tratar de remediar situación, el presidente de la República y los sectores políticos que aún lo respaldan, como también el Ejército, emitieron el pasado miércoles un manifiesto con cuatro puntos definitivos que, según el presidente, responden a las demandas de los movimientos sociales: 1) convocar a un referéndum consultivo por departamento para establecer la política de exportación de gas; 2) revisar la Ley de Hidrocarburos previa concertación con las petroleras para aumentar los ingresos del país; 3) insertar la asamblea constituyente en la Carta Magna; 4) reafirmar la decisión de preservar la democracia boliviana.

De inmediato, los líderes de la oposición indígena, Evo Morales y Felipe Quispe rechazaron el anuncio y exigieron su renuncia.

"Sánchez de Lozada que no siga masacrando al país (...) si él es patriota que renuncie y cree condiciones para una salida constitucional. Nuestra salida es constitucional, esto no es un golpe de Estado (...) Si los organismos internacionales apoyan a Goni, todos los bolivianos en el extranjero apoyan su renuncia”, dijo Morales, líder cocalero del Movimiento al Socialismo (MAS) quien agregó que mientras el Presidente se quede en su cargo, el diálogo es inviable.

En caso de que se produzca la dimisión del actual presidente: “Nosotros hemos propuesto dos opciones, uno, que sea un gobierno de transición encabezado por la Central Obrera Boliviana, por la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos como también los Cacaleros de Evo Morales, o sea que habría un triunvirato en el palacio de gobierno. La otra opción, planteada por la población es que el sucesor debe ser Carlos de Meza, el actual vicepresidente”, dijo Felipe Quisque, líder indígena.

Por su parte, John Walsh, analista de la Oficina de Washington para América Latina, opina que son los altos niveles de pobreza, desigualdad y exclusión social, los responsables en Bolivia de las protestas masivas que reclaman la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.

“No hay que limitarse a mirar al gasoducto por Chile, que fue la gota que desbordó el vaso, sino a la crónica e histórica situación de pobreza de las mayorías indígenas bolivianas, que han pedido ser incluidas y nunca han sido escuchadas”, dijo John Walsh.

En ese contexto, Walsh y otros analistas defendieron el derecho del pueblo boliviano a protestar contra el Gobierno del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.

“Deploramos el uso de las Fuerzas Armadas por parte del Gobierno para reprimir las protestas, y el uso de la violencia que aparentemente ya mató a más de 50 personas desde el sábado(...) Los manifestantes tienen derecho a protestar pacíficamente. Claramente, la gente tiene derecho a pedir la renuncia de un Presidente cuando no les gustan sus políticas, y el presidente tiene la responsabilidad de reconocer que estas protestas contra su Gobierno y sus políticas están basadas en injusticias reales”

Posiciones

Evo Morales del MAS: Convocamos al pueblo a no dejarse distraer con el mensaje del Presidente. Este gobierno es ilegítimo, ya que causó más de 70 muertos, desde la semana pasada. Con qué cara, con qué autoridad vamos a ir a hablar con Sánchez de Lozada y su gabinete represivo. Sin la dimisión de Goni no vamos a dialogar. Es una nueva mamada de las que nos tiene acostumbrados el gringo vende patria. El pueblo pide que se vaya.

Felipe Quispe del MIP: Es un engaño la propuesta de la coalición y debe renunciar. Rechazamos un diálogo con el gobierno, nos mantendremos con las medidas de fuerza con los bloqueos y marchas, pues no se justifica la sangre derramada de las personas que entregaron su vida buscando que el Ejecutivo cumpla sus compromisos. Hay muertos y la sangre derramada es algo sagrado para nosotros. No negociaremos esa sangre, por eso no dialogaremos y lucharemos”.

Jaime Solares del COB: Es un chantaje al pueblo la propuesta efectuada por el Presidente porque no satisfacen las demandas del pueblo. Se masificarán la resistencia civil y la huelga general indefinida hasta lograr su renuncia y la sucesión constitucional en la jefatura del Estado. Que las propuestas desesperadas hechas por Sánchez de Lozada no lograrán frenar los conflictos sociales pues esas medidas no se constituyen en soluciones a las demandas sociales.

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