Gran tensión aún se respira en la provincia de Pastaza, donde alrededor de 120 indígenas del pueblo Kichwa de Sarayacu fueron agredidos por subsidiarios de la compañía petrolera CGS - Burlington, cuando los aborígenes se encaminaban a la ciudad amazónica de Puyo a participar en la marcha pacífica que se celebró el pasado fin de semana, como mecanismos para rechazar las exploraciones que en territorios ancestrales adelanta la trasnacional en el denominado bloque 23, corazón de la selva amazónica.
De acuerdo con la organización indígena, los indígenas surcaban el río Bobonaza en dirección a la población de Canelos, cuando fueron interceptados por los hombres que, con machetes y armas de fuego, arremetieron contra niños, mujeres y ancianos. Las denuncias también señalan como responsable al Gobernador de la Provincia.
”Además, líderes del Pueblo Kichwa de Sarayacu fueron detenidos y violentamente agredidos con machetes, palos, piedras e incluso con armas de fuego. Hasta el momento se conoce que los compañeros afectados son: Franco Viteri, Dionisio Machoa, Carmensa Malaver, Isidro Gualinga, Heriberto Gualinga, Victoria Santi y otras dos personas más que no se han podido identificar”, manifestó Marlon Santi, presidente de Sarayaku.
La agresión, motivó que delegados de Naciones Unidas, de la Organización de Estados Americanos y del Parlamento Europeo arribaran a Puyo para verificar el cumplimiento de las Medidas Cautelares que ordenó la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor de la comunidad de Sarayacu,
Los delegados “acompañarán a los representantes de los organismos internacionales delegaciones de Italia, Bélgica, España, Estados Unidos, Colombia, Perú, Bolivia, Brasil, Venezuela y Ecuador, quienes han iniciado hoy desde Quito una Marcha por la Paz, convocada por la Asociación de Indígenas Kichwa de Sarayacu, que culminará mañana en Puyo, con presentaciones artísticas y brindis con chicha”, informó la agencia Agenot.
Por su parte, la COICA envió una carta al presidente de la República del Ecuador, Lucio Gutiérrez, rechazando los múltiples abusos y atropellos a que han sido sometidas las comunidades por rechazar la exploraciones en el bloque 23.
"En virtud de lo expuesto y en particular, hago referencia a la situación de la Comunidad Sarayaco del Pueblo Kichwa, que desde la anunciada ingreso de la compañía CGC en bloque 23, esta comunidad ha manifestado en reiteradas ocasiones su decisión de continuar a vivir en su territorio sin la explotación petrolera, visto que en caso se concrete, seguramente causará perjuicios humanos y ambientales irreparable a ejemplo de lo ocurrido en otros territorios indígenas. Lamentablemente además de irrespeto a su decisión, los miembros de la Comunidad Sarayaco sufren la violencia practicada tanto por el estado como por la “justicia” y los guerrilleros de las compañías, los que practican detenciones, torturas, división, amenazas a ejemplo el pasado 4 de Diciembre de 2003, cuando estos se dirigían a la Ciudad de Poyo para participar de una manifestación en pleno ejercicio de sus derechos a la libre expresión y circulación. En este episodio, personas fueron agredidas física y verbalmente a la altura de la comunidad de Canelos y Pacayacu", manifiesta en la carta la COICA.