En una polémica decisión que afectaría el equilibrio de la etnia Yanomami , asentada en el municipio del Alto Orinoco, la Dirección General de Asuntos Indígenas de Venezuela autorizó a las empresas Macite Turismo y Coyote Expediciones, ubicadas en el puerto La Cruz, Estado de Anzoategui, para que realizaran una expedición sobre el hábitat de la etnia que valoraría las posibilidades de establecer una ruta turística permanente.
La decisión del ente gubernamental generó indignación entre las autoridades tradicionales de la etnia, quienes sienten vulnerados sus derechos:
“Esta autorización no sólo amenaza violar el derecho a la salud de los Yanomami , establecido en los artículos 83 y 122 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que lo reconoce como un derecho social fundamental inherente al derecho a la vida, sino que viola de manera evidente la normativa legal contenida en el Decreto Presidencial No. 625 del año 1989, que contiene las Normas Sobre la Actividad Turístico-Recreacional en el Territorio Federal Amazonas, ya que en su artículo 4, parágrafo segundo, señala que la actividad turística sólo está permitida en el Alto Orinoco hasta La Esmeralda, y en el territorio Yanomami está prohibida”, sostuvieron los representantes de la etnia.
Para las autoridades tradicionales, los principales temores se ciernen sobre los efectos que sobre la salud de las comunidades pueden tener el contacto con poblaciones que poseen condiciones de salud distintas.
“La prohibición de actividad turística en territorio Yanomami se debe a que se pone en peligro la integridad física y cultural de este pueblo indígena, debido a las frágiles condiciones de salud en que viven los Yanomami . Además, la posibilidad de que se autoricen expediciones turísticas en territorio Yanomami generaría una situación muy grave, al aumentar los riesgos por la introducción de nuevas enfermedades y epidemias que están terminado con este pueblo indígena”, ratificaron las autoridades.
¿Quiénes son los Yanomami?
Los Yanomami están asentados en las zonas boscosas de la Sierra Parima, ubicadas en el sur del actual Estado Amazonas venezolano, aunque se extienden hacia el Brasil. De acuerdo con http://www.astroaborigen.org, “los primeros contactos criollos con los Yanomami, se ubican hacia finales del siglo XVIII. En efecto, en ocasión de la fijación de los límites territoriales de Venezuela con Brasil, se organizó una expedición en 1758. Dicha Comisión se encontró con miembros de la etnia, cuando exploraba la Sierra Parima y las fuentes del río Orinoco al sur del actual Estado Amazonas. A partir de esa época y hasta entrado el siglo XX, los Yanomami conocieron o tuvieron poco contacto con la sociedad criolla”.
Las características generales de la etnia, han sido resumidas por los antropólogos Jeremías y Borges, (1984) como sigue: “Practican la monogamia y la poligania así como la exogamia local; la familia es extendida con residencia patrilocal. Poseen una división del trabajo por sexo y edad. No usan vestimenta alguna. La vivienda es comunal de planta elíptica, armazón de madera y techo de palma hasta el suelo con una plaza central. Estaban hasta hace pocos años poco aculturados. Su agricultura es a base de conucos y en ellos siembran: plátano, caña de azúcar, lechosa y algodón. Poseen una artesanía basada en la cestería y los collares. Los shamanes utilizan alucinógenos y en las fiestas también algunos de los miembros de la etnia”. (Oberto, L J & y Pedro Borges –1984-5:26). Algunos comentarios adicionales es que a lo largo del tiempo se han instalado misiones católicas de salesianos hacia la década de los 50’s y protestantes, en las décadas de los sesenta y setenta del siglo XX.
Como buena parte de los grupos ancestrales que habitan zonas boscosas, los Yanomami desde hace décadas enfrentan la presión de grupos económicos trasnacionales, que, con la complicidad y complacencia de las autoridades administrativas, han adelantado exploraciones y explotaciones de recursos como el caucho y la madera.