Ciudad de Guatemala,
Señor Kofi Annan
Secretario General
ONU
Me dirijo a Ud. con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, ocasión que también aprovecho para saludar y extender un reconocimiento, por intermedio suyo, a mis hermanas y hermanos indígenas de todo el mundo.
A pocos meses de que concluya oficialmente el Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas, iniciado en 1994, celebramos un nuevo Día Internacional de los Pueblos Indígenas. La fecha llega en momentos en que estos Pueblos del mundo se enfrentan a una grave situación de marginación, discriminación e inequidad, que aún con los avances recientes no se ha podido superar.
El Decenio le ha dado la oportunidad a la comunidad internacional de reconocer, no sólo formalmente, los derechos de los Pueblos Indígenas, sino también de actuar. Al establecer la Década, los Estados miembros de la ONU asumieron un compromiso que no se constata en la actuación particular de cada uno de esos Estados en relación con los Pueblos Indígenas. Por eso, lamento la falta de voluntad política de cumplir con los propósitos del Decenio.
Esa ausencia de voluntad política toma una forma mucho más concreta en la incapacidad de lograr un consenso en el seno de Naciones Unidas para aprobar la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas, actitud que no es coherente con la postura adoptada frente a la creación del Decenio.
A pesar de los importantes esfuerzos que hemos atestiguado, las comunidades indígenas continúan entre las más pobres y las más marginadas en el mundo. Este fenómeno evidencia que los objetivos planteados al inicio del Decenio no serán alcanzados.
Ante esto, la ONU está en la posición de llevar a cabo una evaluación exhaustiva de lo que realmente ha significado el Decenio para los Pueblos Indígenas en tanto que la marginación, la exclusión de la vida política, social, económica y cultural y el desprecio de las mujeres y los hombres indígenas en muchas regiones del mundo continúan. Con una acción de esta naturaleza, la ONU se daría una nueva oportunidad a sí misma y, con ello, contribuiría a redefinir la agenda relativa a los Pueblos Indígenas tanto en el plano internacional como en el de los Estados nacionales. El desarrollo de este repaso tiene un carácter urgente, puesto que el Decenio no ha tenido una incidencia clara y directa en la vida de los Pueblos Indígenas.
Para el efecto, Señor Secretario, me propongo apoyarle en los esfuerzos de diálogo y convocatoria a los más prestigiosos dirigentes y personalidades indígenas y sus organizaciones, incluyendo a la Iniciativa Indígena por la Paz. Las condiciones a las que se enfrentan los pueblos indígenas no admiten postergaciones, pues, de lo contrario, continuarán engrosando las filas de los más desprotegidos, los más excluidos y los más olvidados.
Respetuosamente,
Rigoberta Menchú Tum
Premio Nobel de la Paz