Los conflictos que involucran a comunidades indígenas y terratenientes siguen siendo una constante a lo largo y ancho del continente. Rogéria Araujo, corresponsal de la agencia Adital, nos narra el caso de las comunidades indígenas del Estado brasileño de Roraima, víctimas de atropellos por parte de los hacendados de la región. El clima en las comunidades indígenas que fueron destruidas, supuestamente, por hacendados del área Raposa Serra do Sol, Tierra Indígena (TI) ubicada en el Estado de Roraima, continúa tenso. Según el Consejo Indígena de Roraima (CIR), la Policía Federal todavía no presentó ninguna pista sobre la desaparición del indígena Nelson da Silva, ocurrido durante una operación que destruyó las casas de las comunidades.

 

Para las entidades indígenas, es obvio que la acción violenta es resultante de la lentitud del proceso que se encarga de la homologación de la TI Raposa Serra do Sol, hasta ahora en suspenso, a la espera de una determinación del Supremo Tribunal Federal. “Mientras no exista esa homologación, el clima será propenso a conflictos como estos”, afirmó Julio Macuxi, del Consejo Indígena de Roraima.

 

Él informó, además, que a pesar de que el clima continúa tenso, los 15 mil indígenas pertenecientes a las cuatro aldeas que fueron destruidas ya comenzaron a volver a las áreas y a construir sus chozas. La intención es no abandonar las áreas.

 

En conversación con la presidencia de la Fundación Nacional del Indio (Funai), Macuxi resaltó la necesidad urgente de que el poder público intervenga en la situación. “Nosotros tenemos miedo en función de la posibilidad de que ocurra un conflicto todavía mayor y mucho más imprevisible”, dijo.

 

Agregó además que la atención está dirigida hacia el indígena Nelson da Silva, que se encuentra desaparecido desde la acción de los arroceros, que aconteció justamente cuando el ministro de Justicia, Márcio Thomas Bastos, estuvo de visita en el Estado. Los líderes entendieron el hecho como un “recado” para el Ministerio en relación con la homologación de la TI.

 

Hasta ahora no tenemos ninguna noticia. Él fue visto en el momento de la invasión, pero después sólo encontramos su bolsa y su cartera con manchas de sangre”, informó el representante del CIR. Durante la invasión otro indígena fue baleado pero está bien.

 

Las aldeas atacadas fueron las de Jawari, Homologação, Brilho do Sol y el retiro São José. De acuerdo con el Consejo “cultivadores de arroz, hacendados e indios por ellos captados, derribaron y prendieron fuego en las casas, destruyeron las plantaciones y cerraron los caminos de acceso a la región”.

 

Los conflictos entre indígenas favorables a la homologación y productores de arroz opuestos a la expropiación de las tierras se volvieron más intensos después de enero, cuando el Ministerio de Justicia anunció la legalización de las tierras para los pueblos indígenas, tradicionalmente, los dueños de las hectáreas.

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