Luis Macas, quien se posesionó el pasado viernes 14 de enero como nuevo presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), señaló que es el momento de rescatar y poner en práctica los valores, los principios y las instituciones indígenas.

 

El nuevo presidente, quien remplaza a Leonidas Iza, fue electo en el Congreso que la organización realizó en diciembre.

 

Macas destacó que su trabajo se encaminará a fortalecer la unión del movimiento indígena de su país, donde cerca de un 60 por ciento del total de la población es aborigen, en momentos en que "fuerzas y sectores extraños que han querido dividirlo. Creo que se han hecho todos los esfuerzos, han hecho absolutamente todo lo imposible para dividirnos pero estamos de pie".

 

También rechazó la actual política separatista del presidente Lucio Gutiérrez, además del Plan Colombia, la presencia de la base militar de Estados Unidos en el Puerto de Manta y llamó a reforzar la lucha para impedir la suscripción del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

 

En el caso específico del Plan Colombia, la CONAIE definió hacer un frente común de oposición a la regionalización del mismo, a la vez se establecerán estrategias de real atención a las Nacionalidades indígenas desplazadas en las zonas de frontera, especialmente en salud y alimentación. Otra resolución en este punto anota que se exigirá al Gobierno ecuatoriano, para que se de atención al pedido de la Defensoría del Pueblo y de la CONAIE, "en cuanto al respeto por la franja de los 10 kilómetros dentro del territorio colombiano, para que el gobierno de ese país no efectúe fumigaciones que afectan directamente a las poblaciones del cordón fronterizo ecuatoriano".

 

Con respecto al presidente Lucio Gutiérrez, la CONAIE resolvió exigir al gobierno nacional "no más corrupción con los recursos de todos los ecuatorianos". Así mismo, definió "rechazar la ingerencia del Ejecutivo en las Cortes y Tribunales, a través de compra de conciencias de los diputados y someterlos a las actuaciones inconstitucionales". En iguales términos, rechazó la interferencia de Estados Unidos, a través de su embajadora en Quito, en los asuntos internos del país, ya que se constituye en una violación de la soberanía nacional.

 

 

 

 

 

 

Al referirse a su agenda de trabajo señaló que la organización indígena impulsará la alfabetización en las comunidades para lo cual firmará un acuerdo con el Ministerio de Cultura de Cuba. Además, expresó que la organización defenderá los recursos naturales y la biodiversidad; que apoyará la lucha de las comunidades indígenas (como la de Sarayacu) de la Amazonía que se oponen a las transnacionales petroleras; que se opondrá a la privatización del agua y que luchará por la redistribución de la tierra en la región andina en donde se ha reconcentrado en pocas manos. 

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