La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) realizó en Lima un Congreso sobre el tema Economía Indígena en el que participaron más de 70 delegados de sus bases en las seis regiones de toda la amazonia peruana.

 

El Congreso se desarrolló en debates continuos, alternando grupos de trabajo con plenarias, orientados por el Consejo Directivo Nacional y algunos especialistas. En la Plenaria final se llegaron a los siguientes acuerdos:

 

1. Ante el fraccionamiento de nuestros territorios y recursos renovables y no renovables en Áreas Naturales Protegidas, Bosques de Producción Permanente, Concesiones Forestales, Mineras y de Hidrocarburos, acordamos  trabajar a partir del territorio que reconocemos como tradicional para cubrir nuestras distintas necesidades de consumo a lo largo del año, en que nos desplazamos para el uso de diversos tipos de recursos y espacios de acuerdo a su disponibilidad estacional.  Consideramos que la clasificación oficial actual de nuestros territorios atenta contra el uso y manejo integral de los territorios amazónicos y los Derechos Humanos de nuestros Pueblos Indígenas.

 

2. Ante la necesidad económica y la obligación de llevar adelante planes de manejo impuestos de forma inconsulta por el Estado y la ciencia occidental cada vez que queremos comercializar legalmente y formalmente nuestros recursos, acordamos valorar, promover y legislar la validez de las técnicas de manejo, cosecha y extracción que los pueblos indígenas sabemos permiten tradicionalmente reproducir los recursos, la diversidad biológica y los territorios hoy codiciados y destruidos bajo la presión de terceros. Los actuales planes de manejo que el Estado valida beneficia a empresas en respuesta a modelos industriales de trabajo intensivo a partir de un solo tipo de recurso y la posesión de capital monetario.  Deben establecerse y reconocerse, en su lugar, planes de manejo justos, que dejen de excluir o forzar a la ilegalidad a nuestros pueblos indígenas, cuyo uso de recursos territoriales es múltiple e integral, se basa en el manejo de un capital social familiar y cultural que persigue el beneficio colectivo indígena. 

 

3.  Ante  la presión de extracción directa de nuestros principales recursos de diversidad biológica a nivel territorial,  acordamos luchar por usar y conservar éstos como un capital que no debemos descuidar (o “comernos”, para usar un término empleado en este Congreso) y, en lugar de ello, fomentar el comercio sostenible de diversos productos con valor agregado, a través de la elaboración de nuestros recursos naturales o primarios en diversos productos transformados y el reconocimiento de la propiedad intelectual de aquellos conocimientos culturales de uso y  manejo de nuestros recursos naturales territoriales que acordemos promover por el bien colectivo de nuestros pueblos indígenas y la humanidad. En este marco, rechazamos las negociaciones que atentan directamente contra nuestros derechos de propiedad intelectual, intentando usurparlos, entre éstos, el Tratado de Libre Comercio (TLC).  Éstos constituyen en la actualidad nuestro principal capital a nivel mundial, en claro contraste con los intereses hegemónicos de la industria transgénica.

 

4. Ante la invisibilización y desvalorización crecientes de nuestros jóvenes, mujeres, ancianos, sabios, niños y otros integrantes de nuestros pueblos indígenas, como una de varias acciones y presiones para el debilitamiento de nuestros pueblos,  acordamos promover conciencia del daño enorme que nos vamos generando y revalorar las diversas capacidades y fuerzas voluntarias que componen nuestros pueblos indígenas. No aceptamos el juego de envenenarnos a nosotros mismos para dejarnos morir como pueblos.  Reconocer en su verdadera importancia a nuestros ancianos, mujeres, sabios, jóvenes, niños y demás hermanos, hoy desvalorizados y marginados por la migración y presión cultural occidental, es fundamental a fin de detener nuestra muerte colectiva.

 

5. Ante nuestras diferentes formas de consumo, como producto de la presión comercial occidental, vemos que conlleva en muchos a buscar la moda permanentemente en lo que comen, visten, dicen, oyen, construyen y estudian, entre otros. Con ello desvalorizamos lo que ya poseemos, poniéndonos a buscar dinero desventajosamente, es decir, perdiendo y endeudándonos en el proceso. Acordamos, por tanto, reclamar de manera creciente nuestra cosmovisión en la definición de lo que usamos, buscamos y trabajamos. Acogeremos lo que brinda occidente tan sólo para satisfacer aquellas necesidades que tenemos como opción propia de respuesta. La cadena actual de búsqueda de recursos externos a través de actividades que impiden cumplir con nuestras necesidades de subsistencia más importante, generándonos, por el contrario, deudas externas y necesidades internas crecientes, es un atentado contra nuestros derechos territoriales y colectivos cuya utilidad carece de sentido total.

 

6. Ante los tipos de intercambio comercial que hoy conducen a un fácil acceso a nuestros recursos y trabajo,  acordamos tomar medidas drásticas y efectivas. No es posible que para obtener dinero u otros bienes de fuera, regalemos nuestras vidas y recursos. Como tal, desarrollaremos antes de este fin de año, como AIDESEP, un trabajo profundo de reformulación de estrategias económicas alternativas y colectivas, de orden muy concreto o específico a cada una de las realidades que debemos tener presente en nuestras bases regionales.

 

7. Ante la manera en que nuestros recursos territoriales han pasado de manera alarmante de beneficiar a todos en nuestros pueblos indígenas a generar la riqueza de tan sólo algunos comerciantes, industriales, burócratas y hermanos avivados, acordamos impedir de ahora en adelante el tráfico de nuestros recursos  a título individual.  Cualquier uso de nuestros recursos territoriales se hará únicamente tras un proceso de decisión colectivo, por acuerdo de la Asamblea Comunal y establecido en unos Libros de Acta siempre, de ser posible informando y coordinando para ello con nuestras diversas instancias organizativas. De existir infracciones a esta decisión, se ejercerán sanciones drásticas en aplicación del derecho consuetudinario, y se coordinará con las oficinas regionales y nacionales, a fin de que éstas puedan reforzar las acciones acordadas ante las instancias correspondientes y, en caso de no prosperar, difundiendo públicamente las irregularidades en curso.

 

8. Ante los casos ejemplares de hermanos que vienen trabajando y comercializando satisfactoriamente y con base en el respeto a nuestros derechos colectivos y territoriales, acordamos que cada organización habrá de registrar e ir desarrollando en base a ello modelos y prácticas económicas alternativas, es decir, de orden específico a las diversas realidades que se requiere enfrentar integralmente en un proceso de desarrollo con identidad a partir del manejo territorial indígena: A diferenciarse claramente del presente modelo a través del cual el Estado entrega a las empresas los recursos de la diversidad biológica en los territorios amazónicos, por demanda de la gran industria, este acuerdo será una contribución colectiva a nuestros hermanos indígenas, la nación y múltiples hermanos a nivel global, hoy afectados a su vez por dicho proceso, a través del impacto que genera sobre el calentamiento climático mundial, el hambre, la violencia, miseria y diversas epidemias, entre otras amenazas hoy en franco ascenso.  Continuaremos y compartiremos nuestro espíritu de vida.

 

9. Ante el fraccionamiento de nuestros territorios y recursos renovables y no renovables en Áreas Naturales Protegidas, Bosques de Producción Permanente, Concesiones Forestales, Mineras y de Hidrocarburos,  acordamos trabajar a partir del territorio que reconocemos como tradicional para cubrir nuestras distintas necesidades de consumo a lo largo del año, en que nos desplazamos para el uso de diversos tipos de recursos y espacios de acuerdo a su disponibilidad estacional. Consideramos que la clasificación oficial actual de nuestros territorios atenta contra el uso y manejo integral de los territorios amazónicos y los Derechos Humanos de nuestros Pueblos Indígenas.

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