Diversas culturas indígenas de América se unieron en una campaña continental para exigir ocupar un puesto pleno en las deliberaciones mundiales sobre cambio climático, y pedir que su voz tenga el mismo peso que la de los Estados en la toma de decisiones.

 

Los pueblos han manifestado esta petición desde el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas y en diversas reuniones donde los líderes nativos, desde Alaska hasta la Patagonia, exigieron que al menos se cree un grupo permanente de trabajo integrado por estas comunidades milenarias para que puedan expresarse dentro de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

 

"Confirmamos que la vulnerabilidad de nuestros pueblos, lugares sagrados y la reducción del espacio territorial se han agravado por las condiciones que nos imponen las industrias multinacionales y los diferentes gobiernos", afirman.

 

De igual forma agregan que: “La Tierra es nuestra Madre Tierra. Nuestra relación única con ella como sus guardianes, y como los poseedores de la sabiduría tradicional indígena, no puede ser ignorada. Nuestra relación especial con ella nos ha permitido desarrollar por milenios un conocimiento particular sobre el medio ambiente que es la base de nuestras formas de vida, instituciones, espiritualidad, y cosmovisión. Por ello, en nuestras filosofias, la Tierra no es un bien comercial, sino es el espacio sagrado que el Creador nos ha confiado para cuidarla donde vivimos todos los seres”. 

 

Pese a que los indígenas se sienten “defraudados” ante la falta de respuesta a sus peticiones, han logrado un espacio de tres minutos para dirigir el 17 de diciembre un mensaje en la Plenaria de cierre de la X Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático

 

Los representantes nativos señalaron que sus comunidades son las que primero y con mayor intensidad sienten el impacto del calentamiento global.

 

“El cambio climático es una realidad. Esta realidad afecta a cientos de millones de personas indígenas y sus territorios, incrementando la hambruna, la miseria, las plagas, y la baja disponibilidad de recursos básicos en nuestros hábitats tradicionales, provocando traslados involuntarios de nuestros pueblos por la razón de un medio ambiente destruido”.

 

Los efectos del cambio climático se sienten aun más en los extremos polares del planeta, como lo confirma el mapuche, Víctor Capitán, presidente de la Organización de Pueblos Indígenas de Argentina, quien asegura que en el sur del continente americano, es "la región más afectada, ya que la desertización impacta en los medios de vida de las comunidades y éstas no tienen capacidad para generar proyectos alternativos".

  

"Además, hay un alarmante crecimiento de enfermedades como leucemia y cáncer de piel, que antes casi ni se daban entre nuestra gente", ha señalado Capitán.

 

En el extremo opuesto de América, Jerry Gerson, presidente del Consejo Indígena del Ártico, ha alertado de que allí las comunidades se verán "gravemente afectadas por el retroceso de los hielos y el deslizamiento de tierras en las zonas de montaña".

 

Los indígenas también manifestaron su profunda preocupación porque: “las negociaciones sobre medidas para mitigar el cambio climático estén basadas en una visión de la Tierra la cual reduce los bosques, los territorios, los mares, y los sitios sagrados a su sola capacidad para absorber el carbono. Dicha visión, y su amplia implementación, afectan negativamente las vidas de nuestros pueblos y violan nuestros derechos y libertades fundamentales, específicamente, el derecho a recuperar, mantener, controlar, y administrar nuestros territorios, el cual ya es consagrado y establecido en los instrumentos de las Naciones Unidas”.

 

Finalmente, los líderes indígenas han denunciado que la biodiversidad de América, la mayor riqueza del continente, "está siendo saqueada y destruida por una civilización que lleva pocos siglos de vida, mientras que los pueblos originarios convivieron por milenios en armonía con la naturaleza".

 

Efectos del Cambio Climático

 

Nuestro planeta se está calentando. Los últimos 10 años han sido los más calurosos desde que se llevan registros y los científicos anuncian que en el futuro serán aún más calientes. La mayoría de los expertos están de acuerdo que los humanos ejercen un impacto directo sobre este proceso de calentamiento, generalmente conocido como el "efecto invernadero".

 

El efecto invernadero es una condición natural de la atmósfera de la tierra. Algunos gases, tales como los vapores de agua, el dióxido de carbono (CO2) y el metano son llamados gases invernadero, pues ellos atrapan el calor del sol en las capas inferiores de la atmósfera. Sin ellos, nuestro planeta se congelaría y nada podría vivir en él.

 

A medida que el planeta se calienta, los cascos polares se derriten. Además el calor del sol cuando llega a los polos, es reflejado de nuevo hacia el espacio. Al derretirse los casquetes polares, menor será la cantidad de calor que se refleje, lo que hará que la tierra se caliente aún más. El calentamiento global también ocasionará que se evapore más agua de los océanos. El vapor de agua actúa como un gas invernadero. Así pues, habrá un mayor calentamiento, y menos oportunidades para resarcir los daños ocasionados por el hombre a la Madre Tierra.

 

 

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