La Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional de México decreto este 20 de junio una aleta roja general en respuesta a las acciones emprendidas por el gobierno del presidente Fox, en el marco del “plan de lucha contra el terrorismo y contra las drogasâ€, según denunciaron los miembros del EZLN. Dentro de la estrategia del gobierno, se ha orientado al ejercito mexicano la realización de un trazado de toda la zona de influencia zapatista, “colocando cuarteles e instalando campamentos militares, abriendo caminos, haciendo ejercicios de patrullaje y entrenamiento, sobretodo en la zona de Montes Azules, considerada reserva de la biosfera; además se realizan una serie de operativos para destruir cultivos de marihuana presuntamente en tierras zapatistas y evitar el tráfico de migrantes de la frontera con Guatemalaâ€.
En un pronunciamiento de siete puntos, los zapatistas comunican al pueblo mexicano y al mundo entero su decisión, la cual incluye “el cierre de los caracoles y las oficinas de las juntas de buen gobierno que se encuentran en las comunidades zapatistas de Oventik, La Realidad, la Garrucha, Morelia y Roberto Barrios, asà como todas las sedes de las autoridades de los distintos municipios autónomos rebeldes zapatistasâ€. Se anuncia además el proceso de evacuación de los miembros de las diferentes juntas de buen gobierno y de las autoridades autónomas, a fin de ponerlas a buen resguardo y de manera indefinida. Aclaran que los servicios básicos de salud comunitaria se4 mantendrán en funcionamiento, bajo la responsabilidad de personal civil.
El EZLN anuncia que ha llamado a filas a todos sus miembros destacados en labores de tipo social y que a partir de la fecha han sido suspendidas y por tiempo indefinido, todas las transmisiones de la radio insurgente, «la voz de los sin voz», en frecuencia modulada y en onda corta. Igualmente fueron suspendidos los servicios del Centro de Información Zapatista
Los zapatistas exhortan a los miembros de comunidades civiles nacionales e internacionales que se encuentran en trabajos de campamentos de paz y en proyectos en comunidades, para que abandonen el territorio rebelde, aclarando que la permanencia allà será bajo la absoluta responsabilidad de los cooperantes.
Por ultimo, deslinda de las acciones que pudieran desarrollar a futuro, a todas aquellas personas y organizaciones civiles polÃticas, culturales, ciudadanas, no gubernamentales, comités de solidaridad y grupos de apoyo que se han acercado al movimiento indÃgena mexicano encarnado en el EZLN desde 1994, en apoyo de una lucha civil y pacifica por el reconocimiento constitucional de los derechos y las culturas indÃgenas
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