Al parecer Roma y Achacachi, tienen poco en común. Roma capital de Italia, está ubicada a tan sólo 20 kilómetros de las playas del Tirreno; en cambio, Achacachi, municipio de la provincia de Omasuyos (Bolivia), se encuentra a casi 4.000 metros sobre el nivel de mar. La suave brisa del mediterráneo contrasta con los helados vientos de la cordillera de los Andes; las siete colinas rodearon a los romanos de la antigüedad, entre tanto la montaña sagrada del Illampu fue la fuente de la rebeldía de los indígenas Aymara quienes mantuvieron su lengua y costumbres a pesar de la llegada del Imperio Inca en el siglo XV. A pesar de las distancias y las diferencias, desde el pasado 28 de noviembre Roma y Achacachi oficializaron un pacto de amistad y solidaridad, un lazo tan fuerte como el que une a los hermanos.

 

Cercana las próximas elecciones en Bolivia, es importante tener en cuenta que independientemente de quién gane los comicios en este país, existe un movimiento que trasciende las fronteras en la defensa de los bienes comunes, el comercio con justicia, la preservación de los recursos naturales, la autonomía y autodeterminación de los pueblos. Este es el caso de las organizaciones sociales y populares y las municipalidades de Roma y Achacachi, quienes fortalecieron su relación con la firma del “pacto de amistad y solidaridad “entre el Municipio de la ciudad de Achacachi (republica boliviana) y el consejo comunal de la ciudad de Roma (republica italiana).

 

La Sala de Banderas del Capitolio de la ciudad de Roma, fue el escenario de esta histórica firma, entre las municipalidades de la ciudad símbolo de la resistencia Aymara, Achacachi y la capital de Italia. La ceremonia estuvo presidida por el alcalde de Achachi Eugenio Rojas, la vice-alcaldesa de Roma, Maria Pia Gravaglia, el presidente del consejo comunal Giuseppe Mannino y la vicepresidente de esta misma corporación, Mónica Cirinná. Al acto también asistieron la representante de las mujeres indígenas ecuatorianas, Blanca Chancosa y el Presidente de la Asociación A Sud, Giuseppe De Marzo.

 

Al firmar el documento que oficializó el acto, el alcalde de Achacachi, Eugenio Rojas, dijo, “Somos un pueblo que tiene diez mil años. Siempre hemos luchado por la defensa de nuestra cultura. Hoy nuestra lucha es por la defensa de los bienes comunes – el agua y el gas – que son la vida de nuestras gentes. Por eso hoy nos unimos a la gran ciudad de Roma, seremos sus hermanos menores. Ustedes nos han ayudado en términos de cooperación, ahora nosotros continuaremos con nuestra lucha”.

 

En el mismo sentido se manifestaron la vice-alcaldesa de Roma, Maria Pia Garavaglia y el Presidente del Consejo, Giuseppe Mannino, al señalar que en ellos también conocían lo que significa perder la tierra, que es como perder la propia divinidad. Por esa razón agradecieron las luchas que se gestan en pueblos como los de Achacachi, pues son un ejemplo de resistencia para Europa y el mundo.

 

“Con proyectos como los que se han consolidado en Colombia, Ecuador y Bolivia. Hoy se construye un puente real entre poblaciones. Las municipalidades se abren a los movimientos y son capaces así de estar más cercanos a las poblaciones de sur del mundo. Se involucran en las causas justas, las preocupaciones de los movimientos hacia las políticas de privatización y los acuerdos comerciales mundiales”, indicó Giuseppe De Marzo de A Sud quien posibilitó el encuentro entre las dos ciudades.

 

¿En qué cosiste el hermanamiento?

 

Los acuerdos consignados en el pacto de “pacto de amistad y solidaridad” son los siguientes:

 

Promover la cooperación y el intercambio de actividades en varios sectores (defensa de bienes comunes, construcción de una cultura de paz, defensa de pueblos nativos, valorización de culturas ancestrales, defensa y valorización de la biodiversidad del territorio y evolución de las formas de democracia organizada); promover el intercambio de delegaciones de funcionarios y expertos de los respectivos concejos con la función de profundizar con conocimientos recíprocos y dar asistencia reciproca en la solución de cuestiones comunes; estimular y sostener el intercambio entre las organizaciones públicas de las dos ciudades y promover el intercambio de informaciones socio-económicas y relativas a la situación de los derechos humanos.

 

Los primeros resultados del pacto serán visibles en el 2006, cuando se inicie la implementación de un proyecto para la construcción de un sistema de irrigación que busca  optimizar la producción agrícola de la zona y acceso a servicio hídrico. Igualmente se continuarán apoyando los procesos de autonomía y los programas para  la disminución de la pobreza y la dependencia económica del municipio de Achacachi.


Los resultados de Mayaki

 

El cerro sagrado de Qualachacha, fue testigo del nacimiento de la fraternal relación entre Roma y Achacachi. Allí en la Asamblea de los Aymara habitantes de esta región, germinó el pacto de amistad y solidaridad entre las ciudades. En medio de la ceremonia ancestral y el ondear de las Wipala (bandera símbolo del movimiento indígena) y la conmemoración de las víctimas de la defensa del gas, se selló el hermanamiento con la lectura del manifiesto en donde están consignados los principios de lucha Aymara, (defensa de la Pachamama y la cultura indígena y la lucha contra el imperialismo estadounidense y el poder de las multinacionales).

 

Este sentido acto tuvo lugar el 13 de octubre de este año en el marco de la Caravana internacional Mayaki, una iniciativa de la asociación A Sud cuyo objetivo era dar conocer la situación por la que atraviesa los pueblos indígenas de Bolivia y solidarizarse con la defensa de la propia identidad cultural y los bienes comunes. La caravana estaba conformada por más de 30 personas, entre activistas y periodistas de Italia, España, Colombia y Ecuador.

 

En aquel entonces, Eugenio Rojas, Alcalde de Achacachi, hizo un llamado a periodistas, políticos, activistas de la Caravana, para que contaran lo que sucedió en Bolivia en el “octubre negro” (2003) y se unieran a sus reclamos de justicia que exigen la extradición del ex presidente Sánchez de Lozada, principal responsable por la matanza de más de 60 muertos de la guerra del gas y quien actualmente se encuentra bajo el amparo de los Estados Unidos.

 

De igual modo, la vicepresidenta del consejo comunal de Roma, Mónica Cirinna y el consejero comunal, Nuncio D’erme se comprometieron con Rojas, a oficializar el vínculo entre estas ciudades. A menos de dos meses del este encuentro, el pacto es una realidad que se constituye en uno de los más importantes logros de la Caravana Mayaki.

 

Roma, a orillas del río Tiber, y Achacachi, a unos cuantos kilómetros del lago Titicaca, tienen un vínculo invisible pero indivisible que se extiende más allá de los límites geopolíticos. El lazo que une a los pueblos, tan fuerte como el que une a los hermanos.
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