Diez años después de firmados los acuerdos de San Andrés se llega a la conclusión que los derechos de los indígenas no han sido reivindicados ni respetados. El 16 de febrero de 1996 se firmaron los acuerdos de San Andrés entre el EZLN y el Gobierno Federal. Estos acuerdos eran sobre derechos y cultura indígena. El proceso que se llevó para ejecutar este pacto fue público y de amplia participación, pero finalmente el gobierno federal se negó a cumplirlos, impulsó una reforma constitucional de contenido distinto a lo pactado y con ello descarriló el proceso de paz en Chiapas y se negó a reconocer los derechos indígenas, según explicó Francisco López Bárcenas para el diario La Jornada.

 

Los pueblos indígenas en su condición de vulnerabilidad han exigido el reconocimiento y el respeto de sus derechos desde tiempos atrás. Este proceso se ha dado en todo el mundo pero con más énfasis en Latinoamérica, donde estos pueblos han sido maltratados de diversas formas. Los derechos que estos pueblos han solicitado se encuentran por escrito y con el compromiso de ambas partes en acuerdos, documentos y convenios de carácter nacional e internacional: el Acuerdo Sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas firmado entre la URNG y el gobierno de Guatemala; el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo –OIT-; el proyecto de Declaración Americana de los Derechos de los Pueblos Indígenas; el proyecto de Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas; el acuerdo de San Andrés Larráinzar firmado entre el EZLN y el gobierno mexicano, entre otros. 

 

En la actualidad todavía se registran casos que atentan contra la vida de los indígenas, contra sus territorios y contra su identidad, Entonces, ¿Qué ha pasado con estos acuerdos?, Kajkoj Ba Tiul, Maya Poqomchi, filósofo, teólogo y antropólogo afirmó en una pasada publicación para Actualidad Étnica: “De todos los derechos exigidos por los pueblos indígenas, los estados latinoamericanos solo han cumplido con los derechos culturales, y éstos maquillados en programas de Educación Bilingüe Intercultural, Desarrollo con Identidad, programas de Formación Intercultural, proyectos Ecoturísticos, etc. Pero aquellos derechos que para los grupos poderosos de nuestros países ponen en peligro la indivisibilidad de los estados, como el derecho a la tierra y al territorio, le son negados a los pueblos originarios”

 

Francisco López Bárcenas, afirmó en el diario La Jornada, que los acuerdos de San Andrés tuvieron un gran valor para la vida política del país, ya que abrieron la brecha a la premisa de que todos los problemas sociales deben ser conocidos por toda la comunidad: “(…) los asuntos nacionales se deben tratar en público, a la vista de todos los ciudadanos, donde los directamente involucrados y los que tengan algo que decir puedan hacerlo. Eso es lo que se hizo en San Andrés y en ello radica la legitimidad de lo pactado”.

 

Y es que aunque el acuerdo sea legitimo, una cosa es lo que esta escrito y otra muy diferente es lo que viven los pueblos indígenas mexicanos. Páginas como la de La Comisión Nacional Para el Desarrollo de Los Pueblos Indígenas, continúa exponiendo denuncias de los mismos en temas relacionados con territorialidad, derechos humanos y respeto a la identidad, además los pueblos en búsqueda de su reivindicación han propuesto entablar diálogos con el gobierno y el EZLN en contadas ocasiones.

 

Por otra parte Rodolfo Stavenhagen le explicó a Mapuexpress, informativo mapuche, que participó del diálogo de Derechos Humanos, y que Latinoamérica presenta una constante en cuanto a la violación de los derechos de los pueblos indígenas: “Hay un patrón persistente, histórico de violaciones a los derechos humanos de los pueblos indígenas. Básicamente son violaciones que tiene que ver con los derechos de los pueblos a la tierra, al territorio, la discriminación de la que generalmente son victimas como consecuencia de prácticas racistas, la denegación de los derechos culturales como naciones indígenas. También tienen problemas graves de discriminación en los sistemas de administración de justicia, que muchos llaman de "injusticia", donde se dan casos de violaciones selectivas y sobre todo existe un patrón muy generalizado de marginación y pobreza frene al resto de la sociedad nacional”

 

El  diario La jornada registró que los acuerdos de San Andrés representan la base mínima de los reclamos de los pueblos indígenas mexicanos: “Por eso es que a 10 años de su firma conviene preguntar por su significado, más que por su contenido. Este habrá que enriquecerlo con las demandas concretas que en la vida cotidiana van enarbolando los pueblos indígenas y sus organizaciones, para formar un amplio programa de lucha (…) Por último, un significado muy importante, que no puede olvidarse, es que los acuerdos de San Andrés los construyeron los pueblos indígenas con el concurso del resto de la sociedad mexicana y así los defendieron”.

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