Kajkoj Ba Tiul

 

Como el triunfo de los pueblos oprimidos y pobres de América Latina, han calificado varios críticos la llegada de Evo Morales al ejecutivo. Según Kajkoj Ba Tiul, antropólogo y filósofo, este triunfo está demostrando a todo el mundo que los pueblos indígenas, solo con un poco de esfuerzo, pueden encontrar elementos comunes que les permita derribar el muro de la discriminación y el racismo. Ba Tiul es articulista, ensayista en temas indígenas y analista político desde una visión indígena. A continuación su análisis sobre el nuevo escenario que vive Bolivia.

 

Bolivia un reto para Abya Yala

 

Bolivia es uno de los países de América Latina con un mayor porcentaje de población indígena.  La lucha librada por los indígenas Aymaras y Quechuas, es una esperanza para el futuro de nuestros pueblos. Después de vivir durante mucho tiempo bajo el dominio de la opresión q’ara (blancos), comenzaron a surgir desde los sindicatos, las plantaciones de coca y en las minas lideres indígenas que retaron al estado neoliberal boliviano.

 

Nos cabe traer a la memoria, luchas de Tupaj Katari, Bartolina Sisa, Tomas Katari, Kurusa Llawi, Pablo Zarate Wilka y muchas y muchas más que dieron su vida por ver un Qollasuyu[1] libre para los indígenas Aymaras y Qhichwas.  Es de igual importancia el trabajo incansable de intelectuales indianistas e indígenas que le dieron sentido a la lucha indígena como: Fausto Reinaga, quien soñó con un proceso de revolución india.

 

Bolivia, es el caso paradigmático, en donde los pueblos indígenas, desde su situación de permanente conflicto, han emprendido una lucha por la recuperación de los espacios-territorios locales y regionales (Mamani:2004). Lograron en primer lugar la construcción de una constante afirmación de identidad indígena, pero también de una identidad cocalera y minera.  Desde esta perspectiva, ha creado estrategias de lucha que les ha permitido ocupar un posicionamiento político, no solo ante el proyecto neoliberal boliviano, sino también un posicionamiento claro, ante las embestidas del imperio norteamericano.

 

El movimiento indígena boliviano (cocalero, minero o indianista), también ha logrado crear un conjunto de símbolos que ha emancipado en su lucha: la coca, la wiphala, los territorios, con el fin de lograr construir un espacio de autogobierno indígena.  Dentro de todo este proceso de complementación y divergencia, también existe un proceso de fragmentación del mismo movimiento (Mamani:2004, Ba Tiul y Reinaga:2005).  Esta fragmentación se manifiesta con el aparecimiento de distintos liderazgos, discursos, demandas sociales, pero también  con algunas similitudes, como la lucha en contra del imperio norteamericano, agencias multilaterales y de sus amigos los q’aras.

 

Se hace importante entonces, señalar las dos caras visibles del movimiento indígena boliviano: Evo Morales y Felipe Quishpe, quienes han impulsado serias demandas hacia el Estado y los sucesivos gobiernos.  Estas demandas, se manifestan en tomas de carreteras, tomas de la ciudad del Alto y la Paz, tomas de tierras y la lucha librada últimamente en contra de las concesiones del gas boliviano, por el anterior presidente Sanchez de Lozada y  del gobierno Carlos Meza. 

 

Bolivia, entonces así como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, han estado enviando mensajes al proyecto Neoliberal que encabeza el gobierno de los Estados Unidos, diciendo que este proyecto no va a beneficiar a la mayoría pobre de América Latina y sobre todo a los pueblos indígenas, que día a día ven destruido sus tierras y su territorio y por lo que claman autonomía, libre determinación y autogobierno.

 

Hacia el nuevo Pachakutiq

 

Las tres grandes civilizaciones que encontraron los españoles cuando llegaron a Abya Yala (Incas, Mayas y Aztecas), llegaron a perfeccionar un conteo del tiempo que les permitió predecir lo que podría acontecer en el futuro.  Así, como los mayas esperan el nuevo Baqtun, los pueblos andinos también están esperando el Nuevo Pachakutiq, que significa el nuevo amanecer.

 

Este nuevo pachakutiq, se está construyendo con grandes levantamientos y sublevaciones, pero más que eso, es la persistencia de los pueblos indígenas por preservar su raíz, tratando de destruir el estado de servidumbre y marginación al que lo redujo la dominación, colonial, republicana y ahora neoliberal.  Dentro de todo este escenario, todos los pueblos indígenas y en este caso los Aymaras y Qhichwas de Bolivia, mantienen sus estructuras ancestrales, como el Ayllu y la comunidad andina, que los hace fuertes para enfrentar cualquier embate del opresor.

 

A pesar de las predicciones y los análisis teóricos, de académicos como Fukuyama y otros, sobre el fin de las ideologías, los pueblos indígenas poco a poco están reestructurando su ideología: Qhichwas, Kechwa, Aymara, Mapuche, Maya, etcétera, que les permitirá la construcción de nuevos Estados Nacionales, con una característica de inclusión, en donde lo colectivo pueda estar por encima del individuo.

 

Esta construcción ideológica y política del movimiento indígena, se está dando en relación a ese Nuevo Pachakutiq de la cultura andina o al nuevo Baqtun de la cultura maya.  Construcciones que buscan la armonía y el equilibrio del mundo.  Se está dando no solo con la llegada al poder como está sucediendo en Bolivia, sino con la recuperación de una espiritualidad que es integradora, armonizadora, equilibrada y que se manifiesta por un lado con el reconocimiento de los lugares sagrados indígenas, de símbolos sagrados como la coca y otros elementos importantes que crean identidad.

 

El nuevo pachakutiq o el nuevo baqtun, está por llegar, pero este es un camino largo por recorrer y el pueblo boliviano, está demostrando a todos los pueblos indígenas del mundo que cuando se quiere hacer algo por todos, se puede llegar a construir proyectos concretos que pueden llegar a liberar a los oprimidos y excluidos de manos del opresor.

 

Bolivia el Reto

 

Para los pueblos indígenas del mundo y sobre todo para los pueblos indígenas del territorio de Abya Yala, el Sur es el símbolo de la abundancia, del nuevo retoño, de la nueva flor, etcétera.  El triunfo de Evo Morales y del Movimiento al Socialismo –MAS-, es un reto para todos los pueblos indígenas del mundo y para sus movimientos. 

 

A pesar de todas las discusiones que hay alrededor del triunfo de Evo y del pueblo cocalero y minero de Bolivia, sobre si es capaz o no.  Este triunfo está demostrando a todo el mundo que los indígenas cuando se proponen proyectos políticos a largo plazo lo pueden hacer. Que los pueblos indígenas, solo con un poco de esfuerzo pueden encontrar elementos comunes que les permita derribar el muro de la discriminación y el racismo.

 

La llegada de Evo, es un triunfo de todos y permitirá, como él mismo decía la noche del domingo: “la construcción de un nuevo Estado boliviano.  Porque si antes nos mataron con balas y con mentiras, ahora combatiremos con la verdad.  Porque nosotros no somos de una cultura de mentira y de la guerra sucia.  Estamos pasando a nuevas responsabilidades”.  Al mismo tiempo que afirmaba que Bolivia “está en camino de construir la igualdad y la justicia social.  Este no es el triunfo de Evo es el triunfo del pueblo boliviano”.

 

Sin importar, si va a ser un buen o mal gobierno, la llegada de Evo morales, representa el triunfo de los pueblos oprimidos y pobres de América Latina.  Es triunfo de aquellos que por años han estado excluidos de las decisiones de los Estados llamados Nacionales.  Es el triunfo de la verdad sobre la mentira. 

 

La situación de Bolivia, es un reto también para las multilaterales para ver si son capaces de dejar que los pobres y oprimidos construyan su futuro.  Es un reto para el imperio norteamericano y sobre todo para el gobierno de Bush, que hasta el momento ha demostrado intolerancia sobre todo aquello que sea contrario al capitalismo inhumano y desleal.  Es un reto para los ricos y q’aras bolivianos y de Abya Yala, para que dejen de utilizar a los pueblos indígenas como de su propiedad y que nos dejen autogobernarnos.

 

Bolivia, ahora nos está demostrando que se puede derribar todo aquellos que obstaculice el desarrollo de los pueblos indígenas y nos dice que no son las reformas legales los que permitirán el cambio, si no se debe luchar para tener el poder en las manos y hacer de nuestras comunidades y nuestros pueblos un motor del cambio para los Estados Nacionales.

 

Ante este nuevo Pachakutiq y este nuevo Baqtun, solo esperamos que los abuelos y las abuelas de todos los pueblos indígenas, ayuden no solo a Bolivia, sino a los pueblos indígenas de Abya Yala a superar el yugo de la opresión.



[1] Antiguo nombre del territorio conocido hoy como Bolivia.  El Qollasuyo, forma parte del territorio conocido desde tiempos prehispánicos como el Tawantisuyu.

 
Escribir un comentario

Código de seguridad
Refescar