Tal y como lo había prometido durante su campaña, el presidente electo Evo Morales redujo considerablemente su salario y, de paso, los de su gabinete. De recibir 34.900 bolivianos como salario presidencial y gastos de representación, el presidente de los bolivianos obtendrá como reconocimiento a su labor 15.000 bolivianos mensuales, aproximadamente 1.856 dólares.

 

La decisión fue ya decretada y a partir de este mes todos sus ministros tendrán también una disminución en su salario. Así lo dio a conocer el primer presidente indígena en su primera reunión con su gabinete.

 

El recorte salarial es una muestra del cumplimiento de su palabra frente a la lucha contra la corrupción y austeridad, elementos claves durante su gobierno. Morales, había definido este hecho como una muestra de solidaridad con las mayorías pobres del país.

 

Inicialmente, el presidente Morales había anunciado una rebaja del 50%, sin embargo el porcentaje determinado fue mayor, en cuanto, según señaló, no había tenido en cuenta los gastos de representación a los que tiene derecho.

 

Según lo señaló el mandatario, la idea es que el dinero ahorrado pueda ser destinado para la promoción de empleo en los sectores salud y educación, para los que se requieren este año 6.000 nuevos empleos, es decir, 3800 más de los que habían quedado determinados en el presupuesto estatal.

 

Durante su discurso de posesión, Morales también anunció, como gesto de austeridad, que compartirá la residencia presidencial oficial con el también soltero vicepresidente, Álvaro García, y con los oficialistas presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados.

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