El ex presidente Alan García, triunfó en la segunda ronda electoral sobre su rival el nacionalista Ollanta Humala, por lo cual será el nuevo presidente del Perú. El socialdemócrata Alan García obtuvo el (55%), frente al nacionalista Ollanta Humala (45%), del partido Unión por Perú, cumpliéndose los pronósticos facilitados por las últimas encuestas. La primera vuelta había proporcionado a Humala el 30,62% de los votos, y a Alan García el 24,33% y a Lourdes Flores el 23%. Sólo pasaban dos a la segunda ronda, así que la candidata más neoliberal quedó fuera de estos términos.

 

Las elecciones peruanas

Por: Rafael Morales

 

Tomado de: www.canariasahora.com

 

Las elecciones a la presidencia de Perú otorgaron claramente la victoria al líder del PAP (Partido Aprista Peruano), el socialdemócrata Alan García (55%), frente al nacionalista Ollanta Humala (45%), del partido Unión por Perú, cumpliéndose los pronósticos facilitados por las últimas encuestas. García regresará al poder en julio, al cargo que ya ejerció entre 1985 y 1990, período que no revindica ni él. El escritor Mario Vargas Llosa habrá comprobado que su propuesta de alianza formal entre la derecha de Lourdes Flores y el PAP sobraba. Efectivamente, la derecha optó de todas maneras en bloque por el candidato socialdemócrata.

 

La primera vuelta proporcionó a Humala el 30,62% de los votos, a Alan García el 24,33% y a Lourdes Flores el 23%. Sólo pasaban dos a la segunda ronda, así que la candidata más neoliberal quedó fuera del juego. Humala subió en dos meses del 36% al 45% con los mismos planteamientos que incluían la defensa de los recursos naturales frente al expolio del capital extranjero y el rechazo al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. García trepó del 24% al 55 con los votos prestados de Lourdes Flores, además de verse beneficiado por la espectacular campaña mediática “del miedo” (¡vienen Hugo Chávez, Evo Morales y Fidel Castro!) que especialmente en Lima impactó sobre todo a amplios sectores de las clases medias.

 

La misma Lourdes Flores advirtió al presidente electo sobre “los votos prestados” que le han dado el triunfo. En realidad, el corrupto García queda prisionero de este sector. Lo sabe y por ese motivo declara su intención de construir un gobierno de “concentración, diálogo y apertura”. Las reformas sociales prometidas, aunque de verdad pensara aplicarlas, dormirán el sueño de los justos. Dirá que el Congreso lo impide o que lo prioritario es continuar y mejorar el actual crecimiento económico. De hecho, su grupo parlamentario apenas cuenta con 36 diputados frente a los 45 del grupo nacionalista Unión por Perú, los 17 de la Alianza Nacional, los 13 del sector del ex presidente Alberto Fujimori y los 2 del alicaído Toledo, aún jefe del Estado. Parece que Alan García piensa competir además con el colombiano Álvaro Uribe como buque insignia de la política estadounidense en la región.

 

Ollanta Humala declaró a sus partidarios que valoraba como una “histórica victoria, social y política” los resultados electorales”. ¿Cómo puede decir semejante cosa si perdió por una diferencia de 10 puntos? No se trata sólo de que dispone del mayor grupo parlamentario. Las elecciones presidenciales indican que ganó en 15 departamentos regionales, mientras García consiguió la mayoría en 9. El Perú discriminado de la Sierra, el Sur, el centro andino y los lugares más lejanos de la selva votaron por Humala. Significa que en apenas un año su grupo se convirtió en el mayor movimiento político y social de Perú, muy por encima de la socialdemocracia secuestrada y de la derecha de siempre. Excelente renta si no cae en el oportunismo político, si inicia una oposición consistente. Veremos.

 

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