Bogotá, 26/09/2006. El diario mexicano presenta la crónica sobre la problemática de los inmigrantes indÃgenas de su paÃs, en Estados Unidos y sus diferentes obstáculos para comunicarse y racionarse, debido a que no saben hablar español y menos inglés; eso les complica más su situación como indocumentados. En México, el gobierno reconoce 162 idiomas que en su mayorÃa son de origen indÃgena; estas personas al llegar a territorio americano se encuentran con una sociedad totalmente industrializada, muy ajena a sus culturas; sin embargo todos sus esfuerzos son parte de su supervivencia frente a una economÃa que les resta posibilidades de vida dentro de su sistema ancestral.
Por: Joseph B. Frazier / Woodburn, Oregón / AP
Tomado de: www.am.com.mx
Aumentan en Estados Unidos indÃgenas mexicanos
En un cultivo de ajos bajo un sol abrasador, Simón Santol y otros jornaleros mexicanos encorvados recogen bulbos que colocan en baldes. Pero la cháchara que repercute en el campo no es en español. La mayorÃa habla en el dialecto nativo de Santol, el triqui, o bien en mixteca, zapoteca u otros lenguajes indÃgenas de regiones mexicanas. El integra una población creciente de mexicanos pobres que a duras penas se comunican en inglés o siquiera en español.
“Al principio fue duroâ€, dijo Santol, de 28 años, en un español vacilante. “Buscábamos a alguien que hablara nuestro dialecto y español. Ahora aprendà un poquito de español, gracias a Diosâ€.
Pero otros no lo hicieron, y en las comunidades de anglos e hispanos que no los comprenden, muchos recién llegados tienen dificultades para hallar vivienda, conseguir tasas de interés justas o empleos, manejarse en el sistema legal o sencillamente comunicarse, dicen grupos en defensa de los inmigrantes.
México es la Torre de Babel de Latinoamérica. El Gobierno reconoce 162 idiomas vivientes, además de unos 300 dialectos. Y con el deterioro en las condiciones en sus comunidades y los informes relativamente color de rosa de familiares o miembros de sus comunidades en Estados Unidos, la población indÃgena -cuyo primer idioma es una lengua indÃgena de México- ha aumentado aquÃ.
Las cifras son imprecisas porque muchos están ilegalmente y prefieren no hacerse ver, y los cálculos sobre la población inmigrante tienden a centrarse en nacionalidad y no en el idioma.
Pero muchos cálculos estiman el número de hablantes de mixteca en Estados Unidos, solamente de Oaxaca, en 100,000, con un gran porcentaje en Oregón o el Valle Central de California.
Se aÃslan
Daniel Quiñones, un representante agrÃcola cuyo trabajo en el Departamento de Empleo de Oregón vigila el cumplimiento de la ley laboral para los trabajadores inmigrantes, dijo que con el aislamiento lingüÃstico y una tradición de suspicacia y malos tratos en su tierra, muchos se han aislado más, formando grupos comunitarios para solucionar en su seno sus problemas o para recaudar dinero para algún proyecto en su tierra en México. “Cada grupo suele tener un lÃder, alguien a quien el resto puede acudirâ€, dijo.
“Sabemos que existen, oÃmos hablar de ellos, pero la mayorÃa nunca ha estado allÃâ€, agregó Quiñones. Es su propia cultura en pequeña escala. Es como que uno tuviera que ser del mismo puebloâ€.
Muchos de los recolectores de ajo llevan sus problemas a René Sandoval Pérez, de 57 años, un contratista que permanece en los campos con sus trabajadores. Contrata y maneja a los trabajadores para los terratenientes a quienes la mayorÃa podrÃa no conocer nunca.
“Si alguien tiene problemas para hablar con un propietario puede llamarme y yo podrÃa decirle ‘SÃ, es un buen tipoâ€â€™, dijo Pérez. “Podemos tratar de llevarlos al médico que les convenga. Yo recibo los cheques del propietario y se los doy directamente a los trabajadores: ‘Juan este es tuyo, y Paco éste es para tiâ€â€™.
Muchos trabajadores indÃgenas son migratorios y van de un trabajo a otro, donde podrÃa haber o no un Sandoval Pérez a quien acudir.
Ramón RamÃrez, que dirige el sindicato de trabajadores agrÃcolas de Oregón, ha despachado a los campos organizadores que hablan lenguas indÃgenas para enterarse de los problemas de los inmigrantes.
Radio indÃgena en Oregón
En su paÃs no usan bancos y por lo general aquà tampoco, dijo, lo que los convierte en blancos potenciales de robos.
RamÃrez calcula que un 60% de los trabajadores agrÃcolas mexicanos en Oregón provienen de poblaciones indÃgenas. Una nueva radio sindical de baja potencia que empezará a transmitir el 20 de noviembre -el DÃa de la Revolución Mexicana- incluirá transmisiones en lenguas indÃgenas en las que hará conocer los derechos de los trabajadores y otros temas de interés para los trabajadores agrÃcolas.
Un centro legal sin fines de lucro ha distribuido grabaciones y otro material en lenguas indÃgenas donde explica los derechos de los trabajadores.
Ahora puede que lleguen menos inmigrantes debido a la incertidumbre entre los mexicanos que planean cruzar la frontera ilegalmente.
Pero eso también ha hecho que algunos no vuelvan a su paÃs porque no saben si podrán regresar a Estados Unidos, observó Angel GarcÃa, quien vino desde Oaxaca como trabajador agrÃcola en la década del 60 y ahora es propietario de 32 hectáreas cerca de Silverton.
Dijo que, como consecuencia, muchos pueblos de Oaxaca están casi vacÃos: “es muy triste, sólo quedan ancianos aguardando el dinero que les envÃan sus hijosâ€.
La vida
Juan Várcena, que proviene del pueblo oaxaqueño de Santa Rosa y ha trabajado durante años en Stan Danskey Farms cerca de Woodburn, tiene a su familia en su paÃs. Les envÃa dinero y los visita cuando puede pero no se queda. Y cruzar de vuelta a Estados Unidos, dijo, es cada vez más difÃcil. “¿Qué se le va a hacer?â€, comentó. “La vida es asÃâ€.
Las complicaciones lingüÃsticas afloran de distintos modos.
El Departamento Judicial de Oregón, que suministra intérpretes judiciales, dice que Oregón podrÃa tener 30,000 inmigrantes cuya lengua principal es indÃgena.
“Yo dirÃa que un 80% de los hombres hablan al menos algo de españolâ€, opinó James Comstock, que dirige los servicios de interpretación judicial de Oregón.
Agregó que es menos frecuente entre las mujeres. Pero recordó a una cuyo bebé fue puesto a cargo del estado. “No hablaba nada de españolâ€, dijo. “Era como hablar con una pared. Sencillamente no comprendÃaâ€.
“Recibimos dos o tres (casos de gente que habla lenguas indÃgenas) por semanaâ€, afirmó. “Cuando empecé hace cinco años podÃamos ver uno cada dos semanasâ€.
Busca intérpretes donde puede, pero algunos residentes calificados son indocumentados y no los puede contratar. Alguna interpretación se hace mediante conexiones telefónicas con México.
Condenado en inglés y español
En un caso clásico a fines de los años 80, un joven trabajador agrÃcola que hablaba mixteca fue arrestado en Oregón, acusado de asesinato y juzgado en inglés y español, que apenas entendÃa, frente a un juez que no podÃa concebir que un inmigrante mexicano no hablara español.
Santiago Ventura fue sentenciado a cadena perpetua y estuvo preso cuatro años hasta que se descubrió al verdadero asesino. Poco después se instrumentaron reformas legales.
Los expertos dicen que las pautas migratorias indÃgenas están cambiando.
“México tiene 60 millones -algunos dirán 50 millones- de gente en varios niveles de pobreza. Y los más pobres entre ellos son indÃgenasâ€, observó el Dr. Guillermo Alonso Meneses, director del Departamento de Estudios Culturales, que estudia el fenómeno en el Colegio Frontera del Norte en Tijuana, México.
“Los más pobres entre los pobres no se vanâ€, dijo. Para emigrar necesitan algo que vender para pagar el autobús o el avión, o para pagar a alguien que les haga cruzar la frontera.
El flujo de inmigrantes indÃgenas ha crecido desde que el Tratado de Libre Comercio para América del Norte abrió México a los cultivos estadounidenses baratos, sostienen algunos expertos.
“A veces quedaba algo para vender en el mercado. Ahora el maÃz que llega de Estados Unidos es realmente barato, no queda ganancia para nosotrosâ€, dijo León Ciovásquez, vocero del Frente IndÃgena de Organizaciones Binacionales con sede en Fresno, California. “No tiene sentido continuarâ€.