Un complejo vacacional amenaza a los Jarawa en la India
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El hotel lo construye la operadora de viajes india Barefoot como filial de otro centro turístico que ya existe en las islas, pero ahora las obras están a sólo 500 metros de la reserva Jarawa, establecida por el Gobierno de la India para proteger a este pueblo.
Los Jarawa sólo tienen 320 miembros y sus primeros contactos con extranjeros tuvieron lugar en 1998.
Las autoridades gubernamentales de las Islas Andamán han recurrido al Tribunal Supremo de Calcuta la decisión que permite seguir adelante con el proyecto y está previsto que en los próximos días se conozca la apelación.
Sophie Grig, investigadora de Survival, ha declarado que "el centro está cerca de un camino que los Jarawa usan regularmente cuando cazan y recolectan en el bosque".
Grig, que visitó la zona en la primavera de 2008, cree que "no hay forma de que Barefoot pueda evitar poner en grave peligro las vidas de los miembros de este pueblo, cuya existencia se encuentra amenazada por los furtivos que invaden sus tierras".
Grig se pregunta por qué la operadora india construye un hotel tan cerca de la reserva Jarawa si no es para tentar a los turistas a acercarse a los indígenas.
En este sentido, Survival cree que "el complejo aumentará la presión de colonos que ya pesa sobre los Jarawa y su tierra, los expondrá a enfermedades frente a las que no tienen inmunidad y al alcohol, que ya ha devastado a otros pueblos en las islas".
Barefoot alega que su filosofía consiste en un "desarrollo turístico sostenible y socialmente responsable" y su nombre, que significa "descalzo", dicen haberlo escogido por sus connotaciones de un "regreso a lo natural".
El pueblo indígena Jarawa habita las Islas Andamán, en el Golfo de Bengala, desde hace unos 60.000 años. Los Jarawa han vivido aislados y de forma autosuficiente, y siguen gozando de buena salud.
Hoy su supervivencia se ve amenazada por una carretera que atraviesa sus tierras y por la construcción de complejos hoteleros para turistas, lo que trae consigo cazadores furtivos y enfermedades como el sarampión.
Mientras el Tribunal Supremo de la India ha ordenado cerrar la carretera, la administración local se niega a acatar la orden y, hasta ahora, continúa abierta.
Según el estudio "El progreso puede matar", publicado por Survival en 2008, los pueblos indígenas que viven en su propia tierra tienen una esperanza de vida 10 años mayor que los que están en reasentamientos.
Asimismo, las posibilidades de padecer de inanición, obesidad, adicción a sustancias y enfermedades son mucho mayores para los indígenas contactados que para aquéllos que todavía conservan su modo de vida tradicional.