El viernes 16 de octubre se celebró el Día Mundial de la Alimentación. Campesinos de todo el mundo se movilizaron junto con sus aliados en una irrefrenable expresión de repudio a las empresas que experimentan con transgénicos en nombre de la soberanía alimentaria.
En Estados Unidos las protestas contra las prácticas de Monsanto, empresa agrícola líder en la producción de semillas transgénicas, han ocurrido en Maine y Wisconsin. En Brasil, miembros de La Vía Campesina, movimiento internacional que congrega a medianos y pequeños productores, están llevando a cabo acciones en las jefaturas de Monsanto y de Syngenta, otra empresa que también experimenta con transgénicos.
En Europa, donde nueve países han prohibido los transgénicos, La Vía Campesina organizó una brigada anti-Monsanto que viaja a través del continente. En la India, millares de campesinos y sus aliados están realizando huelgas de hambre y ocupando tierras. Las acciones se están sucediendo en por lo menos 20 países y las nueve regiones donde está presente La Vía Campesina.
Mientras tanto, los líderes del mundo se están preparando para encontrarse en la Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en Roma en noviembre, donde parece que se va a dar prioridad a la extensión de los cultivos transgénicos.
Campesinas y campesinos, trabajadores sin tierras, emigrantes, indígenas y consumidores apuntan a corporaciones transnacionales, especialmente Monsanto, que, junto con Syngenta, Du Pont y Bayer controlan sobre la mitad de las semillas del mundo, y son así los enemigos principales de la soberanía agricultura campesina sustentable y del alimento para toda la gente, dicen desde La Vía Campesina.
La Vía Campesina está en una lucha diaria para proteger las semillas nativas, patrimonio de la humanidad, contra las corporaciones y patentes.
“Es hora de que toda la sociedad civil reconozca la gravedad de esta situación. El capital global no debe controlar nuestro alimento, ni tomar decisiones detrás de puertas cerradas. El futuro de nuestro alimento, la protección de nuestros recursos y especialmente de nuestras semillas, son el derecho del pueblo”, dijo Dena Hoff, coordinador de La Vía Campesina en Norteamérica.
Según los últimos datos publicados por la FAO el pasado fin de semana, hay en el mundo más de 1.000 millones de personas subalimentadas. Esta semana se reúnen en Roma, en la sede del organismo, 300 expertos para tratar el tema “Cómo alimentar al mundo en 2050”.
Las previsiones traen nubes negras.