El rapto de integrantes de la OFRANEH el pasado jueves 17 de julio, no fue más que una notificación de desalojo girada en contra de los Garinagu de Vallecito, por la elite que controla la costa norte de Honduras, en especial el corredor comprendido entre la bahía de Trujillo y la Moskitia.
Hasta el año de 1993, nuestro pueblo ejerció la propiedad comunitaria en la franja desde la desembocadura del río Aguan hasta la Laguna de Bacalar. En ese año, Miguel Facusse se apoderó en forma dolosa de la estratégica Punta Farallones. Casi simultáneamente una invasión de supuestos campesinos inducida por el General Castro Cabus se apoderó de río Miel, parte del hábitat funcional de la comunidad de Punta Piedra.
La expansión de la frontera de los agrocombustibles abarcó la franja costera, apareciendo en ese entonces las comunidades mestizas de Icoteas y Plan de Flores, las que se fueron poblando con trabajadores de las plantaciones de la palma, en su mayoría provenientes del interior del país.
Para 1994 la restante continuidad territorial dejó de existir, al ir Facusse apoderándose de los terrenos entre Vallecito y Punta Piedra, los cuales los Garifunas usábamos para la siembra de cocos y yucales a la orilla del mar. Por otro lado comenzó un frente de colonización en el río Sico, promovido por el Instituto Nacional Agrario (INA) para servir de amortiguamiento social al descalabro causado por la contra reforma agraria iniciada en el año de 1992.
El “modelo de desarrollo” a través de las plantaciones de agrocombustibles por el cual viene apostando Honduras, implica una acumulación de tierras en manos de una reducida elite empresarial cuya visión no difiere de la aplicada en el Congo belga a inicios del siglo pasado. Desde la plantaciones del grupo Numar (departamento de Atlántida) hasta las de Facusse, Reinaldo Canales y René Morales Carazo (departamento de Colón), impera una explotación inmisericorde de la mano obra y un uso extensivo de agrotóxicos, además de desecar buena parte de los humedales costeros del país y de contaminar los mantos freáticos.
Narcotráfico y emporios palmeros
En la costa norte existe desde hace décadas circula el incesante rumor de la utilización de las carreteras existentes entre las plantaciones de palma africana como pistas de aterrizaje. Los medios de comunicación hondureños han registrado en múltiples ocasiones durante los últimos 20 años, desde accidentes hasta decomisos en las plantaciones.
A partir de junio de 2009, se incrementó el arribo de aeronaves provenientes de Sudamérica, al mismo tiempo que los niveles de violencia se dispararon en el país. Honduras se convirtió en el epicentro del trampolín del narcotráfico, sustituyendo a Guatemala como el eje más importante para los diversos carteles vinculados al trasiego de estupefacientes.
Al mismo tiempo que se incrementó el narcotráfico, las plantaciones de palma fueron multiplicándose a lo largo de la costa, especialmente en lugares reconocidos por su biodiversidad. Los humedales circunvecinos a las lagunas de Tocamacho y Bacalar fueron descombrados y posteriormente inundados de palma africana.
Petróleo en el mar caribe y humedales costeros.
A partir de 1920 se dio inicio a la exploración de petróleo en Honduras, cuando se perforó el primer pozo en Omoa, Cortes. Pero es hasta la década de los años 90 que se produce entre 200 a 300 barriles diarios en el pozo Main Cape, localizado en la plataforma continental de la Moskitia.
El año pasado el Estado de Honduras firmó un contrato con el grupo British Gas (BG), concediéndole una superficie de 35mil kilómetros cuadrados de la plataforma marítima. El contrato fue realizado sin haber efectuado una consulta, previa, libre e informada con los pueblos indígenas que habitamos en la Moskitia.
Existen bastos yacimientos de petróleo a lo largo de la costa Caribe Mesoamericana. En la actualidad la compañía US Capital, se encuentra perforando en el Parque nacional Sarstum Temash, al mismo tiempo que del lado de la frontera de Guatemala la compañía Compañía Petrolera del Atlántico (CPA) ha perforando un pozo. Mientras, en Honduras y Nicaragua se efectúan exploraciones en la plataforma marítima del mar Caribe.
En Honduras se conoce la existencia de una serie de filtraciones de petróleo en la superficie de los humedales, entre ellos los del río Miel, colindantes con Vallecito. Desde la década años 90, existen rumores sobre la existencia de hidrocarburos en la franja entre la laguna de Guaimoreto y la de Bacalar, situación que ha generado fuertes presiones territoriales sobre las tierras de las comunidades Garífunas.
Palma, petróleo y narcotráfico se han convertido en la razón primordial para impulsar la expulsión del pueblo Garífuna de nuestro territorio ancestral, de las comunidades de los Departamentos de Colón y Gracias a Dios. Mientras la empresas turísticas se disputan las playas de la Bahías de Tela y Trujillo.
En nombre de un supuesto desarrollo, Honduras viene siendo subastada y entregada a supuestos “inversionistas extranjeros”, encontrándonos los Garifunas y el resto de los hondureños secuestrados por una minoría parasitaria que ha venido saqueando el país desde hace décadas; y son los mismos que se encargaron de defenestrar el poder ejecutivo en el 2009, se apoderaron de la Corte Suprema en el 2012, y tomaron por asalto el Ministerio Publico en el 2013.
La lucha por el territorio de Vallecito es la lucha por la vida, ya que esta zona se ha convertido para el pueblo Garífuna en uno de sus pilares territoriales, ante el sistemático despojo territorial que se viene dando a lo largo y ancho de la costa Garifuna. Además ante el inexorable avance de la erosión costera, la zona se convierte en uno de los posibles lugares de relocalización para comunidades afectadas, especialmente aquellas que se encuentran ubicadas en cordones litorales.
Es por esta razón que la OFRANEH exige al Estado hondureño, asegurar la libre movilización y transito del pueblo Garifuna en nuestro territorio, sin que nosotros nos sentamos asediados, que se asegure el respeto a las tierras y territorios del pueblo Garifuna, ademas asegure la integridad física de los miembros de la OFRANEH pero sobre todo que se inicie un verdadero proceso de restitución del Estado de Derecho en este país devastado por la pobreza, afectado por el mayor índice de criminalidad en el planeta, donde se están entregando para explotación y saqueo los bienes comunes de nuestro país al mejor postor, se pone en riesgo la seguridad alimentaria al privilegiar la producción de monocultivos en vez de la producción de granos básicos, donde enfrentamos el mayor índice de asesinatos de comunicadores sociales, la alta impunidad, y la indefensión de los defensores y defensoras de derechos humanos.
Hacemos un llamado para sumarse a la solicitud de Alerta, emitida por Amnistía Internacional, la cual se puede contactar en el siguiente url http://www.amnestyusa.org/sites/default/files/uaa18514.pdf
Dado en la Comunidad de Sambo Creek a los 23 días del mes de Julio del 2014
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH
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