Con sus 65.268 Km2 de selva, el departamento de Vaupés, nororiente colombiano, cuenta con una gran riqueza cultural, plasmada en la diversidad étnica de una región que deslumbra por su exuberancia y exotismo. Aproximadamente el 90% de la población total es nativa. Sus tierras son bañadas por los ríos Guaviare, Inírida, Guainía, Vaupés y Apaporis, siendo éstos las principales fuentes de subsistencia y transporte para todos sus habitantes.

Su economía está sustentada en la horticultura, acotando que en toda la región del Amazonas se carece de modelos de desarrollo adecuados al contexto sociocultural. Los cultivos siguen el esquema de roza, quema y siembra, en áreas donde predomina el cultivo de yuca, ñame, chontaduro, banano, ají, caimo, aguacate, piña, papaya, calabaza, lulo, marañón, dieta alimenticia que se complementa con actividades de caza, pesca y recolección de frutos silvestres.

En este departamento, los 23 pueblos indígenas existentes se han organizado a través del Consejo Regional Indígena del Vaupés (CRIVA). Actualidad Étnica entrevisto a Mateo Estrada, indígena Sirano y quien se desempeña como Secretario General de la organización. En su diálogo destacó la gran fortaleza y unidad que las comunidades han construido, pese a los problemas de orden publico que los aquejan.

¿Cuál es el panorama o la realidad que en estos momentos viven las comunidades indígenas del Vaupés?

En sentido general el Vaupés tiene grandes cosas buenas y también cosas mala. Lo bueno es que los pueblos indígenas hemos logrado la unidad frente al Estado. Somos 23 pueblos, 14 organizaciones, pero hacia fuera sólo estamos representados por el CRIVA. Es una unidad que nosotros hemos logrado mantener a pesar de los diferentes problemas que hay, y eso nos ha servio tanto para defender la institución frente a la guerrilla como frente a todos los entes que afectan en forma negativa los intereses de los pueblos indígenas. Hay cosas negativas también, por ejemplo, no hemos podido superar el proceso organizativo, basado en un sistema antiguo, un sistema parecido al sindical obrero; estamos buscando un nueva forma de organización que responda a la problemática actual. Puede ser un Consejo, un Parlamento indígena, pero estamos en búsqueda de una unidad más grande, para proyectarla y que pueda enfrentar los grandes retos que hay en la actualidad. Eso nos permitiría buscar un nuevo derrotero frente a los actores armados y también frente al narcotráfico. Esto es lo que nosotros pensamos y lo vamos ha hacer. Muy seguramente será el 8 de diciembre, cuando se realice el Congreso de los Pueblos Indígenas del Vaupés en sus 30 años de existencia.

¿Qué procesos se destacan dentro de la organización indígena?

La unidad y la erradicación voluntaria de cultivos ilícitos sin ayuda nacional o internacional, el cual se realizó entre los años 1982 y 1986. Otro gran logro es el de haber constituido el segundo resguardos indígenas más grande del país, que es el Gran Resguardo Indígena del Vaupés. Otro de los procesos interesantes ha sido el trabajo político electoral; hemos tenido uno de los primeros alcaldes mayores en Mitú, Maximiliano Veloz García (1992) y hemos logrado sostenerla. Nosotros hemos creado un sistema de gobierno a través del CRIVA. El CRIVA es como el gobierno central y las 14 organizaciones restantes son como la parte seccional.

En materia de etnoeducación y salud indígena ¿qué nos puede contar?

En materia de etnoeducación ha sido difícil, no es como en otras partes del país, porque somos 23 pueblos con 23 lenguas distintas, y en este caso no se puede utilizar el bilingüismo, tendría que ser multilinguística, lo que es muy difícil que funcione. En materia de administración educativa, a partir del Congreso anterior (agosto de 2001), estamos planteando al Ministerio de Educación Nacional que se nos entregue la administración del trabajo educativo. En materia de salud ha sido un desastre para nosotros. A nivel nacional, en el Congreso de la ONIC, todos los pueblos dijeron: no a la ley 100 y a las EPS. No obstante, muchas comunidades se acomodaron a la ley y los únicos que quedamos por fuera fuimos nosotros. Hasta el año 2001 nos afiliamos a un sistema, pero hasta la fecha el mismo no ha respondido a las expectativas nuestras, porque solamente responde a las necesidades primarias. Entonces, hemos venido diciendo que a finales de este año nosotros no vamos a firmar los convenios de la Consulta para el Régimen Subsidiado, así la gente tenga que morirse; tendrán que haber sacrificados, pero queremos que la salud y los recursos nos lleguen directamente, y que los beneficios sean para los indígenas. Esto es lo que hemos planteado, y desde la semana pasada, todas las entidades y los indígenas del Vaupés estamos en paro por salud.

¿Cómo son las relaciones de los indígenas del Vaupés con el Gobierno Central?

El Estado no nos ha puesto ni nos pondrá cuidado, porque nosotros no le interesamos al Estado. En muchos casos hemos manifestado y denunciado la construcción de una carretera por parte de la guerrilla en la parte de Mitú, cuyo objetivo es conectar con el Brasil. Se ha manifestado ese problema y no nos han puesto cuidado, y el problema es que los que están trabajando en esa gran obra son lo propios indígenas, yo diría casi en calidad de esclavos. Nosotros advertimos hace dos años al entonces presidente Andrés Pastrana de que se estaban nuevamente iniciando los cultivos de coca. En la actualidad, se han comenzado a ver grandes sembrados de coca en diferentes partes del Vaupés, son de 10, 15, 30 hectáreas y nosotros esperamos que el Gobierno pueda algún día resolver eso. De lo contrario, el único responsable será el presidente, porque él esta advertido, pero en una carta nos respondió diciendo: <<gracias indios por eso>>, y de esto se ha dejado constancia por escrito.

¿Cuál es el mensaje que Usted quiere dejar a las comunidades?

Que sigamos en nuestro proceso de construcción de unidad para que de esta forma podamos fortalecernos y poder resistir desde la organización a todos los intereses mezquinos que habitan en la cabeza de algunos. También quisiera manifestar que existen muchas instituciones, ONGs, algunos funcionarios del Estado y ,sobre todo, la cooperación internacional, que han querido trabajar con nuestros pueblos, apoyando y fortaleciendo el trabajo desde las bases, eso es fundamental. Es el reclamo que hago, que estos intentos positivos para fortalecer los pueblos indígenas aterricen desde las bases para fortalecer una nueva propuesta para las regiones y para la atención de los pueblos indígenas de Colombia.

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