No han dejado de ‘llover’ crÃticas sobre el Consejo Comunal IndÃgena que se llevó a cabo el pasado 25 de septiembre en Bogotá y al cual no asistieron algunas de las organizaciones indÃgenas más importantes del paÃs. La convocatoria, realización y desarrollo del Consejo dejan una sensación de frustración e inconformismo no sólo para quienes participaron sino también para muchos que lo siguieron por televisión. Actualidad Étnica recoge impresiones de quienes aseguran que ‘se llovió sobre mojado’ y no se avanzó en la solución de las problemáticas de los pueblos indÃgenas, asà como de quienes hacen un balance positivo de este encuentro.
Mientras en la Plaza de Artesanos se celebraba el Consejo Comunal, en la sede de la Organización IndÃgena de Colombia, ONIC, ubicada en la Candelaria, los indÃgenas permanecÃan en Asamblea Permanente en señal de protesta por la realización de un Consejo, que según ellos no los representaba. A pesar de la lluvia y los rayos, la jornada se transmitió desde el sábado y durante todo el domingo en la recién inaugurada emisora virtual de la ONIC, radio “Dachi bedea†(que en lengua Embera significa nuestra voz).
El malestar de las comunidades y de las organizaciones se resume fundamentalmente en el desconocimiento de las instancias propias de los Pueblos IndÃgenas, la desunión que el gobierno genera al interior del movimiento indÃgena con una convocatoria que no se hizo oportunamente y de manera concertada con las organizaciones indÃgenas.
Congresistas y organizaciones solicitaron que se aplazara el Consejo para elaborar una propuesta que diera cuenta de las problemáticas de los pueblos indÃgenas en su conjunto y que posibilitara la formulación de respuestas concretas. Sin embargo, el Consejo se llevó a cabo, y según indicaron algunos parlamentarios todo terminó en una lista de peticiones aisladas que no resuelven las necesidades fundamentales de pueblos indÃgenas.
El senador Jesús Piñacue, señaló en su intervención en el Consejo, que quienes estén en ejercicio del poder no pueden ser arbitrarios en la convocatoria a este tipo de encuentros en donde la participación de organizaciones indÃgenas son determinantes. “Esto no es bueno porque cualquier sociedad debe entender que las organizaciones aglutinan las necesidades, los intereses y los sueños, de los grupos sociales. En ese sentido se debió considerar el aplazamiento del Consejo.â€, dijo Piñacue.
Agregó que como no hubo planeación, no se alcanzaron los objetivos. “Cada uno llegó con sus cartas y no fue posible reconducir el Consejo hacia los aspectos más importantes para los indÃgenas. Además en la ceremonia espiritual con la que se inició el Consejo, se gastaron dos horas. Disminuyendo notablemente el tiempo de participaciónâ€.
Gerardo JumÃ, senador Embera Katio, fue enfático en este aspecto. “El consejo comunal adelantado por el Presidente Ãlvaro Uribe y sus ministros, no pasó de ser un encuentro folklórico, en el cual no se concertó la metodologÃa, los temas a tratar y mucho menos los objetivos que alcanzarÃa el eventoâ€.
Según el parlamentario, “para no abordar temas de importancia para los indÃgenas era lo mismo no haber hecho consejo comunal, porque se notificó por ejemplo, que las fumigaciones seguirÃan afectando los cultivos y a las gentes sin que nadie refutara nadaâ€.
Con relación al tema de las tierras, Jumà cuestionó que los recursos no hayan aumentado. Respecto a la etnoeducación, criticó que el Presidente “delegara a la Ministra de ese despacho sin respuestas concretas para la instrucción de miles de personas que hacen parte de sus comunidadesâ€
“Que el actual gobierno se comprometa a apoyar temas como el respeto a los derechos humanos de sus integrantes; la no agresión de sus territorios por los miembros de la fuerza pública y de los actores alzados en armas; el respaldo a los megaproyectos; el apoyo a la reglamentación de la etnoeducación, asà como el desarrollo de programas de medicina propia y un inmediato registro poblacional realizado por el Dane†son los temas esenciales que según Jumà se quedaron entre el tintero. “A Uribe le queda por demostrar una voluntad polÃtica cierta para sentarse a concertar con los indÃgenas y una polÃtica pública que garantice su supervivencia históricaâ€, puntualizó JumÃ.
Sin embargo, los dos congresistas coinciden en que esperan que el gobierno cumpla con su compromiso de adelantar otro Consejo que sea el resultado de la concertación y en el reconocimiento de los mecanismos de participación propios y en donde se planteen soluciones efectivas para los temas indÃgenas.
Optimismo moderado
Por su parte Luz Helena Izquierdo, Directora de la Dirección Etnias se mostró optimista con los resultados de Consejo. “Como indÃgena y como Directora de Etnias me parece que este primer acercamiento es positivo. Una de las más sentidas necesidades y dificultades en la relación efectiva entre el Estado y los pueblos indÃgenas. Considero que es una ganancia que todo el Estado se mueva alrededor de la problemática indÃgena, y eso fue lo que se dio en el Consejoâ€.
Izquierdo, aseguró que es necesario hacer un seguimiento y evaluación a los compromisos que quedaron del Consejo, pero sobre todo de los procesos y los avances del gobierno en el tema indÃgena.
También consideró positivo el Consejo, puesto que con la realización de este tipo de eventos se envÃa un mensaje de integración de las polÃticas macro con las realidades de las comunidades indÃgenas en regiones. Por esto destacó la participación de los entes territoriales, gobernadores y alcaldes de diferentes partes del paÃs.
Frente a las crÃticas que ha recibido el Consejo, la Directora de Etnias reconoció que el tiempo de convocatoria y preparación no fue suficiente. Sin embargo insistió en que esta reunión no se agota los espacios de concertación entre el gobierno y los indÃgenas.
Contrario a los comentarios sobre la desunión, que según algunas organizaciones propicia la Dirección de Etnias, Luz Helena Izquierdo afirmó que esta entidad le apuesta al diálogo y a facilitar los procesos de interlocución.
El debate que generó el Consejo puso de manifiesto algunas dificultades tanto al interior de las organizaciones como en el seno del gobierno y sirve de reflexión para que cada una de las partes evalúe sus responsabilidades en este proceso.
¿Están unidas y fortalecidas las organizaciones indÃgenas? ¿La Dirección de Etnias interpreta el sentir y las necesidades de los pueblos indÃgenas? ¿Hasta cuando, en el ejercicio del poder, el Estado dejará de impulsar un régimen de “democracia cultural restringida†que sólo acepta la diversidad, más no promueve las condiciones del fortalecimiento étnico y cultural de los pueblos indÃgenas y en general de las Etnias?, ¿Es de esta manera que se inaugura una polÃtica de reconocimiento y fortalecimiento de la autotomÃa de los pueblos indÃgenas?
Acorde al adagio popular y a las condiciones climáticas en las que se desarrolló el Consejo, después de la tempestad viene la calma. Esperemos que la Mesa de Concertación sea un verdadero espacio en todos ganemos.