Los indÃgenas Zenues del Resguardo ‘El Volao’ (Antioquia) se sienten cada vez más fuertes gracias a que se escuela se convirtió en su agente unificador. Durante 10 años la comunidad superó la situación de desplazamiento con una propuesta educativa intercultural que ha consolidado su identidad en medio del conflicto armado interno
En un domingo de marzo de 1995, las 83 familias, los sabios y lÃderes se reunieron en la cancha de fútbol conmovidos por el asesinato de su lÃder, el Cacique José ElÃas Suárez, tras haber resistido como ningún otro grupo del Urabá antioqueño la presión de los enfrentamientos entre guerrilla, autodefensas y militares. La muerte del Cacique fue un golpe tan duro que toda la comunidad se sintió obligada a ceder, abandonando el territorio.
--Como no tenÃamos un sitio para llegar juntos, cada uno se dispersó por donde pudo. En esas condiciones, los maestros empezamos a armar un modelo de escuela que, en ese momento, llamamos “itinerante†porque nos Ãbamos hasta donde se habÃa ido la gente. Lo hicimos de a poquitos, pero impartiendo una formación más lúdica y tradicional con quienes se habÃan escondido en las poblaciones antioqueñas de Arboletes, San Juan y San Pedro y en otras en Córdoba y Sucre--, relata emocionada la maestra AÃda Suárez. Y con voz casi silente, se acuerda de lo que sintieron las 400 personas de la comunidad cuando, un año después -en aquellas trescientas hectáreas de tierra quebrada, fértil y de difÃcil acceso, en el municipio de NecoclÃ- encontraron perdidos sus cultivos y cayéndose sus casas, devoradas por la manigua.
Amor a la tierra
--Nuestro afán, en ese momento, era recuperar rápidamente las semillas con las cuales producÃamos nuestros alimentosâ€--, acota Alberto Flórez, del Banco de Semillas, la iniciativa que les ha permitido recuperar las especies vegetales tradicionales y comenzar desde cero a producir los alimentos que hoy consumen, plasmando su tradición de pueblo agrÃcola y renovando la condición de artesanos que trenzan con habilidad la ‘caña flecha’, fibra natural con la cual se labra el sombrero ‘vueltiao’, uno de los objetos folclóricos más representativos de la identidad colombiana y factor productivo fundamental la economÃa y la supervivencia de la cultura Senú.
La escuela, eje de la vida comunitaria
Bien pronto entendieron que también serÃa esencial mantener vigentes las tradiciones y unida a la comunidad. Cavilando juntos concluyeron que la escuela serÃa el espacio propicio siempre y cuando se mantuviera el empeño de educar de “manera distintaâ€. Y empezaron convocando a los lÃderes y a los sabios tradicionales a compartir conocimientos y habilidades.
En la reconstruida maloca (Construcción indÃgena tradicional) que les sirve de escuela, otra docente, Leydi Suárez, anuncia hoy al cuarto grado primaria la que será una jornada de recuperación cultural: el maestro artesano dará su última lección sobre elaboración de esteras; el ‘decimero’ (juglar que recita versos), con su canto inspirado en las costumbres de cocina local, enseñará a preparar ‘bollo agrio’ y ‘chica de arroz’; y el botánico tradicional dirigirá una salida de campo para identificar plantas medicinales.
Aunque el sabio recrea el conocimiento, las lÃneas temáticas y los contenidos se definen en el ‘micro-centro’, espacio y mecanismo de decisión comunal integrado, entre otros, por lÃderes del Cabildo (órgano de gobierno), docentes y representantes del Cabildo estudiantil. Durante 10 años, el micro-centro ha revisado, evaluado y adaptado el currÃculo convencional a las necesidades del proyecto educativo Zenú. Según AÃda Suárez, la educación propia les ha garantizado acceso al conocimiento no sólo sobre el Cabildo, su estructura y sus funciones sino también sobre su historia, cultura, cosmogonÃa y territorio. En familia también se educa en el respeto a los mayores, la organización y el territorio. El proceso se afianza en los Cabildos estudiantiles, donde se forma a los lÃderes que han crecido en medio del conflicto armado, pero tutelados por la bandera de la resistencia pacÃfica que los ha blindado de la guerra.
En el año 2000 comenzaron los programas de educación media y fue creada la ‘Institución Educativa IndÃgena José ElÃas Suárez’, en homenaje al Cacique asesinado, de quien heredaron la lucha por la resistencia y la unidad como pueblo indÃgena. Hoy, 380 estudiantes, entre niños y jóvenes, asisten a aulas convencionales y a las tradicionales malocas en el ‘Volao’, CaracolÃ, Vara Santa y Bocas de Palmito. Por eso, no es extraño que en tal entorno a jóvenes como Edier Mendoza Flóres, del Cabildo estudiantil, les parezca importante que la escuela rescate la tradición y les inculque el orgullo de sentirse indÃgenas y de “tener fortaleza de indio†para contrarrestar las acechanzas latentes de los actores del conflicto armado.
--Por historia somos muy dados a la vida colectiva y la hemos sabido sostener gracias a nuestras ganas de vivir y de supervivir como pueblo indÃgena a pesar de haber perdido nuestra lengua materna. Hoy, con orgullo, podemos demostrar que nuestra comunidad Zenú está viva porque los niños trenzan, los jóvenes trenzan… todo el mundo trenza--, afirma sonriente y esperanzada AÃda Suárez, al despedirnos de ella. (Fin/cpch/ch).
Escuela integradora de la comunidad
El proceso de convertir a la escuela en el centro reflexión y concertación sobre la vida comunitaria ha permitido, entre otros logros, los siguientes:
Cobertura
Servicio educativo a 580 estudiantes -385 de ellos en NecoclÃ- desde preescolar hasta secundaria y un programa especial de bachillerato para adultos. De 30 docentes, 14 trabajan en la Institución Educativa José ElÃas Suárez de NecoclÃ.
Agrupación de cerca de cuatro mil tenues en 4 resguardos en Arboletes y 1 en San Juan; y en 4 comunidades en NecoclÃ, 4 en San Pedro y 1 en Turbo.
Micro Centro
Espacio comunal que delibera cada dos meses decidir sobre los asuntos comunitarios.
En materia educativa, el micro centro actualiza el currÃculo, evalúa logros, identifica problemas y plantea soluciones, evalúa a los maestros y permite a las autoridades indÃgenas sugerir contenidos y cómo impartirlos.
Producción Artesanal
Desde hace 10 años ha reinventado nuevas formas de utilización de la trenza zenú. El comercio artesanal es una fuente valiosa de ingresos en la economÃa local.
Además del sombrero vueltiao, la comunidad produce y comercializa mochilas, bolsos y manillas, entre otros objetos.
Las ferias artesanales y los encuentros escolares anuales abren un espacio de exhibición para el talento y la innovación artesanal tenues.
Banco de Semillas
Recuperación del conocimiento biológico y agrÃcola zenú y de la seguridad alimentaria.
El inventario biológico del Volao –acopiado por recolectores voluntarios- registra 27 variedades de maÃz, 44 de arroz, 16 de plátano. Han sido recuperadas 32 variedades de yuca, 16 de ñame y decenas de plantas medicinales y aromáticas.
Resistencia al Desplazamiento
La comunidad ha crecido considerablemente durante los últimos diez años reafirmando la decisión de no superar la situación de desplazamiento, retornar a la tierra y trabajar por la recuperación y respeto a sus ancestrales raÃces indÃgenas. Este año, combates entre grupos de autodefensa están sembrando de nuevo la zozobra en el Urabá antioqueño después de un perÃodo de relativa calma. El impacto de esos enfrentamientos se acerca, amenazante, a Turbo y NecoclÃ.
Banco de Semillas
Recuperación del conocimiento biológico y agrÃcola Senú a la vez que se garantiza la seguridad alimentaria de la comunidad.
El inventario Biológico Senú del Volao, recogido por grupos de recolectores voluntarios registra 27 variedades de maÃz, 44 de arroz, 16 de plátano. Además recuperaron 32 variedades de yuca, 16 de ñame y decenas de plantas medicinales y aromáticas.
Destacados
- La educación propia les ha garantizado acceso al conocimiento no sólo sobre el Cabildo, su estructura y sus funciones sino también sobre su historia, cultura, cosmogonÃa y territorio
- Les parece importante que la escuela rescate la tradición y les inculque el orgullo “tener fortaleza de indio†para contrarrestar las acechanzas latentes de los actores del conflicto armado.
- Cavilando juntos concluyeron que la escuela serÃa el espacio propicio siempre y cuando se mantuviera el empeño de educar de “manera distintaâ€.