Hace aproximadamente siete meses, 50 hombres vestidos de camuflado y con los rostros cubiertos arribaron a la comunidad wayúu de Cucurumana, en el municipio de Manaure y se llevaron a un indígena del clan Uriana que en el momento se encuentra desparecido. De otra parte, en las comunidades de Puerto Nuevo (Uribia) y Carraipa (Maicao) se han venido presentando enfrentamientos entre un grupo de indígenas wayúu y el Frente Contrainsurgencia Wayúu, que hacía parte del bloque Norte de las AUC. Según informaron líderes indígenas estos enfrentamientos se vienen presentando desde el momento en que fue capturado Chema Bala, presunto responsable de la masacre de Bahía Portete ocurrida en el mes de abril de 2004.

Al parecer el grupo paramilitar, pretende apropiarse de Puerto Nuevo, territorio indígena al cual los wayúu no están dispuestos a renunciar, pues se trata de un elemento fundamental a partir del cual construyen y recrean su cultura como pueblo indígena. En éste caso, al igual que en el de Bahía Portete la intención de los paramilitares es despojar al pueblo wayúu de sus territorios ancestrales con el objeto de mantener el control absoluto del puerto y así controlar el tráfico de drogas, armas y combustible.

De otra parte, hace dos años 74 indígenas wayúu que habitaban en el municipio de Barrancas tuvieron que desplazarse hacia Palomino en el municipio de Riohacha, luego de que miembros de la guerrilla convirtieron el territorio indígena en su campamento. Hace seis meses, cuando se reporto la desaparición forzada de un blanco habitante del lugar, la población indígena se vio obligada a desplazarse por segunda vez hacia Santa Marta.

Actualmente, son 154 los indígenas wayúu provenientes del Resguardo de la Alta y Media Guajira que se encuentran en Santa Marta, sin embargo Gloria Epinayú, líder indígena aclaró que este dato es parcial y que el número real de desplazados es mucho más alto y además señaló que otros indígenas optaron por desplazarse hacia Venezuela.

En este momento y de acuerdo a la información suministrada por una representante de la Fundación para el Desarrollo Humano Comunitario de Santa Marta, la situación que enfrentan los indígenas es sumamente crítica, ya que ni siquiera cuentan con un albergue o sitio de concentración, sino que sencillamente se han ido movilizando entre los diferentes barrios de Santa Marta y actualmente, se encuentran ubicados en el barrio Cristo Rey. Los problemas de salud no se han hecho esperar y a pesar de que han podido acceder al servicio público de salud no han podido acceder a los medicamentos. En este momento los más afectados son los ancianos y los niños, quienes presentan cuadros diarreicos.

Luego de casi cinco meses de la llegada de los indígenas a la ciudad de Santa Marta, hasta hace solo un mes fue posible que los mismos rindieran su declaración ante el Ministerio Público para ingresar al Sistema Único de Registro de Acción Social y hace solo una semana fueron beneficiarios de unos mercados entregados por dicha entidad. Al parecer, la entidad argumentó que dichas familias no eran desplazadas por el conflicto armado y que el propósito real era aprovecharse de las ayudas y los beneficios que otorga el gobierno a la población desplazada. El mismo argumento fue utilizado con los indígenas desplazados que se encuentran en la localidad de Wepiapaa, municipio de Dibulla. Lo preocupante es que aun no se sabe cual va a ser la respuesta institucinal

Aunque desde hace varios meses, diferentes organismos de derechos humanos, las comunidades indígenas y la defensoría del pueblo vienen advirtiendo acerca del mantenimiento y consolidación de los paramilitares en la Guajira. Hasta el momento, las autoridades no han adoptado las medidas necesarias para proteger la vida e integridad de los indígenas wayúu de la península de la Guajira, quienes vienn siendo víctimas de un permanente proceso de despojo territorial que continua respondiendo a las lógicas de los mercados ilegales que pretenden manejar los paramilitares. Tal y como se señala en un artículo de la revista Cambio[i], el Frente Contrainsurgencia wayúu se fortaleció con el ingreso a sus filas de 80 desmovilizados del Bloque Norte, lo cual se ha venido confirmando con las permanentes denuncias que desde enero han hecho públicas las comunidades.

Y la situación se torna aún más compleja si se tiene en cuenta que en el caso de los wayúu, ya se han presentado disputas y enfrentamientos armados, que según los indígenas responden a una estrategia por la defensa de su territorio y de su pueblo, ante la poca o nula efectividad de las acciones estatales para velar por los derechos de los pueblos indígenas.



[i] “El reciclaje para”. En: Revista Cambio. http://www.cambio.com.co/html/portada/articulos/4930/

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