Yaneiris Baiter Ruiz, una afrocolombiana desplazada del Cesar, es una de los cientos de asistentes a la III Asamblea del Movimiento Nacional de VÃctimas de CrÃmenes de Estado. Esta mujer que actualmente vive en Cartagena debido a las amenazas que sufrió en la Jagua de Ibirico (Cesar), por grupos paramilitares, ya tiene tres de sus familiares muertos.
“Nosotros tenemos 3 familiares asesinados por los paramilitares en diferentes fechas, nos hicieron amenazas directas porque realizamos un trabajo polÃtico organizativo, nos enviaron las cartas que ellos saben mandar, y no hay más opción sino la de salirâ€, relata esta mujer que a pesar de el dolor de llevar 3 muertos en su pasado, continúa luchando por defender los derechos humanos de quienes lo han perdido todo debido a la guerra que vive el paÃs.
Además de tener cómo expectativa la de conocer otras experiencias de vÃctimas, también tiene la firme convicción de continuar consolidando el trabajo que viene realizando en su comunidad, “En el cesar trabajamos con mujeres, realizamos un trabajo social comunitario de generación de procesos, para que la gente reclame sus derechos, porque somos convencidos de que en este paÃs algún dÃa se debe acabar con la impunidadâ€.
Y es que en su caso, todos los crÃmenes que vivió su familia han quedado en la impunidad, porque a pesar de que los han denunciado en diferentes instancias, hasta el momento no han recibido ni verdad, ni justicia, ni reparación, ni ningún tipo de explicación.
“Estos encuentros han logrado cimentar las bases de nuestra organización, nuestra meta es seguir fortaleciendo el proceso, se deben seguir haciendo denuncias, se debe consolidar ese gran numero de vÃctimas por la defensa de los derechos y por el rescate de la verdad, de la justicia y la reparación integral para todas las vÃctimas colombianasâ€, afirma Yaneiris.
Ella junto a un gran número de personas, pertenecen a la organización de desplazados ANDAS (Asociación Nacional de Ayuda Solidaria), una ONG de carácter nacional con su sede central en Bogotá, y con 13 seccionales oficialmente constituidas en Bucaramanga, MedellÃn, Cartagena, Cali, Itsmina, Neiva, Carmen de BolÃvar, Cúcuta, Buga, Tulúa, Popayán, Barranquilla y Pasto. Esta organización promueve la defensa de los desplazados y vÃctimas de la violencia polÃtica en Colombia.
IndÃgenas son vÃctimas del olvido del Estado
Por otra parte Arturo Valencia, lÃder indÃgena Embera KatÃo del Chocó colombiano, alza su voz para hacer un llamado no sólo por las comunidades indÃgenas sino también por los afrocolombianos que viven en esa zona “Somos una comunidad abandonada donde más de 700 indÃgenas hoy sufrimos la misma consecuencias, que el resto de vÃctimas de todo el paÃs. Las Fuerzas armadas han acusado a nuestro pueblo de ser colaborador de la guerrilla y nosotros sólo queremos vivir en pazâ€, asegura el lÃder indÃgena.
Este embera katÃo, es desplazado, y lleva 15 años trabajando en el departamento del QuindÃo, “Nosotros los lÃderes tenemos que ser persistentes, sin embargo es muy triste que ni siquiera se presenta la DefensorÃa del Pueblo en nuestra comunidad, mientras se mueren los niños por enfermedades ya que nuestra zona esta totalmente olvidada.
Arturo Valencia asegura que este año capturaron a 5 indÃgenas, después de ser acusados de ser colaboradores de la guerrilla y la FiscalÃa tiene analista de 45 más en espera de ser capturados. “Necesitamos más presencia de la DefensorÃa del Pueblo, porque el tiempo es muy corto, y mientras ellos no están las Fuerzas armadas acribillan a los indÃgenas, y después de muertos les ponen los uniformes y un fusil para decir que son guerrilleros, yo pienso que la guerra no es ni con los indÃgenas ni con las negritudes ni con los campesinosâ€.
Para este lÃder indÃgena este encuentro debe arrojar conclusiones contundentes, que no se dejen estos casos en la impunidad, y que se solidaricen mucho más todas las personas que han sido vÃctimas, para que se generen procesos más concretos de ayuda no sólo con las comunidades indÃgenas sino también con las negritudes del Chocó.