SIEC. Ponencia en el Seminario Internacional Rroma de Valencia. El tema que me fue asignado no sólo es muy difícil, sino también peligroso. Entiendo que eso refleja la estima que el equipo organizador de este Seminario Internacional sobre el pueblo Rrom tiene a mi persona pero, por desgracia, no es motivo de consuelo o de inspiración. Intentando identificar porque el tema es tan peligroso, ya encontramos unas ideas sobre el papel de los Rrom en Europa y en el mundo.

 

Cuando hablamos de cultura Rromaní, nos confrontamos a muchos cuestionamientos de metodología, bien conocidos de los antropólogos:

 

- ¿Cómo definir tal o tal cultura?

- ¿Cómo definir lo que es una cultura?

- ¿Cómo delimitarla --a nivel exterior-- en el movimiento continuo de enriquecimientos mutuos entre culturas en contacto?

- ¿Cómo identificarla --a nivel interior-- en las varias manifestaciones y capas producidas y adquiridas por una cultura al largo de los intercambios con otras?

 

Y otros más fundamentales:

 

- Si hay culturas distintas o sólo un patrimonio universal con variaciones en continuum.

- Si podemos considerar que toda la herencia de un pueblo es siempre algo positivo.

 

Un rápido vistazo muestra dos características de la ideología dominante de hoy: Por una parte las ideologías nacionalistas y colonialistas de los siglos pasados han dado crédito a la idea de culturas nacionales bien delimitadas, ideas que permanecen en la Europa de hoy y que evolucionan con lentitud. Por otra parte, después de los excesos racistas de los dos siglos pasados y sobre una interpretación pervertida de la tolerancia, se ha planteado una manera de supuesto igualitarismo angélico entre las culturas y tradiciones que corresponde a lo "políticamente correcto", a pesar de su inadecuación evidente en nuestra experiencia.

 

Para apoyar esta visión, el truco más difundido es el de atribuir a la esencia de la cultura que estamos analizando sólo lo positivo y pretender que lo negativo, lo deshumanizante --porque en toda cultura hay un riesgo-- no pertenece a ella y es sólo una casualidad, un epifenómeno o una corrupción. La otra vertiente de este problema es la cuestión muy actual de la jerarquía respectiva entre especificidades culturales y derechos humanos universales: ¿quién tiene el derecho de decidir?, ¿hasta dónde permitir tradiciones bárbaras?, ¿qué fuerza tiene la ley en tales casos? Eso es lo que podemos llamar la primera generación de dudas. La segunda generación de dudas es más política y plantea cuestiones ligadas a la cultura Rromaní misma pero no es más fácil tratarla porque cuando hablamos de cultura gitana, no está claro si nos referimos:

 

- A la cultura que vivimos cada día: Entonces, si nos apoyamos cada uno en nuestra percepción, nos encerramos en sólo la parte más próxima y accesible de una cultura de ámbito mundial.

- A la cultura Rromaní, tal como es descrita en los estudios clásicos: Aquí no sólo se trata, como en el ejemplo precedente, de una percepción muy reducida, sino también a menudo falsificada por los estereotipos superficiales más diversos.

- A la cultura Rromaní que quizás idealizamos de vez en cuando porque nos gustaría que correspondiera a tal o tal tradición privilegiada. En otras palabras: Hablamos del Rrom o de lo Rrom --y -- ¿visto por gachés o por Rrom?

 

Ya nos resulta complicado reflexionar cada uno con tranquilidad acerca de su propia percepción o concepción de la cultura Rromaní y aún es más complicado cuando existe polémica, incluso conflicto, entre personas (Rrom o gachés) con visiones discrepantes, incluso opuestas, sobre la naturaleza de tal o tal tradición o de la cultura gitana en general; hay casos cuando es pura invención, incluso recién creada. La dificultad sube más enteros cuando la referencia a los costumbres o a la cultura sirve para justificar tal o cual acción o exacción, sea por parte de gitanos, sea por parte de fuerzas de represión.

 

¿Cuál es entonces la verdad, la cultura real, si me puedo permitir utilizar una palabra puesta por los antropólogos en la lista negra? Pero esto no es todo y todavía nos queda una generación más de obstáculos, quizás la más embarazosa: La ceguera de los europeos.

 

Muchos gachés pero también algunos Rrom están ciegos frente a los valores claves de la vida. Esto también es muy característico en personas muy cariñosas, que quieren ayudarnos y luchan contra el racismo.

 

En lugar de explicitarlo, voy a dar un ejemplo. Hemos distribuido la tarjeta de un juego educativo europeo, donde personajes que comparten unos rasgos de ciudadanos están confrontados a situaciones concretas en la vida. No quiero comentar aquí el acercamiento de identidades felices por razones de nacimiento, motivo legítimo de un justo sentimiento de orgullo como el ser Rrom o niña árabe, con situaciones adquiridas en contextos desgraciados, como ser prostituta o joven discapacitado. No veo bien el orgullo que pueden proporcionar tales situaciones... Espero que el autor no lo vea tampoco. Lo que me interesa aquí son los acontecimientos propuestos. Voy a leer unos de ellos. Por supuesto se habla de minorías con idea de criticar las desigualdades, pero toda la lógica de las preguntas lleva a valorizar sólo la perspectiva típica de sociedad mayoritaria urbana de burguesía media moderna, tecnocrática y consumista, y prepotente. Por ejemplo el autor del juego no ha previsto preguntas como:

 

- Sabes si en tu vejez gozarás del respeto de tus niños y nietos.

- En caso de desgracia, sabes qué puedes contar con el apoyo de una gran familia.

- Tienes primos y sobrinos en numerosos países.

- Hablas desde tu niñez un idioma que te permite contacto con personas en más de cincuenta países del mundo (la situación del castellano es particular: esta pregunta se va dirigida sobre todo a ciudadanos de otros países diferentes de España, Inglaterra o Francia).

- Sabes que no envejecerás sólo después muchas uniones inestables y sin niños.

- Llegado el día en el que lo pierdas todo, tendrás bastante ingenio para entablar una nueva vida en condiciones completamente nuevas.

- Tus abuelos viven contigo en tu casa, hay bastantes personas para ocuparse de ellos y tus niños pueden aprender mucho de su experiencia.

- Tienes una casa donde de vez en cuando se reúnen músicos egregios y tocan una buena parte de la noche.

- Al oír flamenco auténtico, sientes el duende que sube en tu cuerpo.

- Si empiezas una relación sentimental, es con una pareja que sabe investir emociones sinceras y no sólo un cuerpo anónimo para una noche o un week-end.

- Sabes que tu marido/mujer es fiable y no puede arriesgar la integridad familiar por un encaprichamiento o una crisis de "ego".

- Sabes, también, que no sacrificará tu familia para su ambición o su carrera.

- Tienes don de gentes para comunicarte de modo igual con todas las etnias de tu barrio.

- Te sientes orgulloso de tus raíces étnicas, y a pesar de eso no desdeñas a otros.

- Cuando comes en casa de "primos", sabes que la comida es limpia.

- Tienes una gran fuerza de empatía frente a todos los que sufren.

- Vas a lugares de culto donde hay personas de confesiones varias y compartes con ellas de modo fraternal tu sentimiento religioso sin sectarismo.

- Sabes que tu hija no va ponerse en riesgo con jóvenes inmorales.

- Eres capaz de reír y divertirte sin derrochar mucho dinero si no tienes mucho.

- Tienes una imaginación poética que te permite no aburrirte nunca.

- Y muchas otras...

 

Con tales preguntas, es verdad que el Rrom estaría en la cima de la columna de personajes, pero es significativo que el autor no haya pensado en proponer estas preguntas, que no giran en torno del consumo y de la carrera social, base de la civilización europea de hoy.

 

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