Después de más de cuatro años de negociaciones, conflictos y acuerdos rotos o fallidos, según Armando Valbuena, el Estado continúa negando los derechos adquiridos del pueblo Wayuú sobre una de las principales industrias de producción de sal del país.
El pensar, analizar, hablar, discutir profundo es el comienzo de los componentes para obtener la independencia científica y educativa y poder tener certeza y presencia del porvenir, luego de venir de fracaso en fracaso, hoy vamos de victoria en victoria, de allí la necesidad de lograr una estabilidad política, en la seguridad social para conseguir la mayor suma de felicidad posible, lo cual tiene un significado breve de la vivencia digna, expresado en el vivir bien haciendo el bien, derrotando el odio lo cual se hace viable con el despuntar de la libertad y sus respectivos contenidos.
La Guajira presenció el 21 de diciembre de 2004, el acto protocolario de la entrega de las Salinas de Manaure, a una nueva empresa que se constituía en un contrato societario, por el valor de 60 mil 720millones de pesos, a la cual se le debía entregar un contrato de Concesión Minera, para que de esta manera fuese perfecto el cumplimiento de los deberes de la Nación a la nación Wayuu expresadas en las entidades jurídicas Waya Wayuu, Asocharma, Sumain ichi y la Alcaldía de Manaure, bajo el mandato de un acuerdo firmado por la nación y los Wayuu de Manaure, en el año de 1991, ratificado por las Altas Cortes y una Ley de la República con ponencia del hoy senador Gustavo Petro Urrego, esta empresa recibió el Nombre de Salinas Marítimas de Manaure, Sama Ltda.
Para llegar a este momento fue necesario que en el segundo semestre y a finales de noviembre de 1990, los Wayuu le solicitáramos por escrito al Presidente Cesar Gaviria, la entrega de las plataformas de Gas, el Cerrejón Zona Norte y las Salinas de Manaure, semanas después en dialogo con el Ministro de Desarrollo de esa época: Ernesto Samper Pizano y el ilustre Ingeniero Lucas Gneco Pimienta (Q.E.P.D.) acordamos iniciar los diálogos sobre las Salinas, y dejar uno de los dos temas: el carbón y el Gas para su revisión en unos veinte años...... van diecinueve años.......
En el año 2004, luego de quince años de cientos y miles de horas de reuniones con el apoyo del alcalde de Manaure, Wilfredo García Mengual, avanzamos en un nuevo acuerdo para lograr la escritura del Contrato Societario Sama Ltda., asumimos la responsabilidad con cordura, teniendo en cuenta el agotamiento y las distintas confrontaciones internas propias de todo sector social, fuimos consientes de las condiciones abusivas a que nos sometían y empuñamos nuestros deberes con lo que fue la principal mina de sal en Colombia, y superar en el camino a las distintas anomalías de carácter legal que se presentaban.
Al tener el contrato societario en nuestras manos se inició el respectivo trámite legal lográndose en el mes de marzo del año 2005, y de allí quisimos que este contrato societario firmara con la nación el contrato de Concesión Minera que es a la vez un Contrato de Adhesión, en la perfección del contrato de Concesión Minera en donde se describe el área minera y a la vez se autoriza la explotación del mineral; se presentaron diversas situaciones de todo orden en donde solo fue posible la entrega del Registro Minero Nacional, en el mes de Septiembre del año 2008, El R.M.N HINM 01, es la perfección de un Contrato de Concesión Minera con un contrato societario que en este caso corresponde al nombre de Sama Ltda., allí fue descrita el área: 5.707 Hectáreas, el mineral: sal, y el tiempo: hasta el año 2032., todo lo anterior corresponde al Código de Minas establecido en Colombia.
Sama Ltda. en el Contrato Societario o Contrato de Sociedades, estableció un Comité Nacional de Vigilancia, conformado por tres funcionario de la Nación y dos miembros de Sama Ltda., con poderes por encima de la Asamblea de Socios o propietarios, un caso curioso, los propietarios no pueden tomar ningún tipo de decisiones, pero los funcionarios de funcionarios si pueden decidir.
De igual forma estableció que los activos constitutivos de sama que la Ley ordenó entregar a los noventa días, sólo se podían dar siempre y cuando se contratara a un Operador Privado, y el estudio para contratar al Operador Privado fue contratado por la Nación; en pocas palabras, los dueños de la concesión no podían contratar su propio estudio para su propio negocio, además que de cada cien pesos obtenidos por la venta de sal en las salinas de Manaure, el IFI Concesión Salinas se quedaba con 97 pesos y Sama para estructurar el que hacer con su mina, le entregaban tres pesos, desde diciembre de 2004 al día de hoy, de igual forma quedó establecido una cláusula en donde si se presentaren diferencias cualitativas o cuantitativas se podrían resolver ante un Tribunal de Arbitramento en la Cámara de Comercio de Bogotá.
La nación realizó las actividades necesarias para la no expedición del Registro Minero Nacional, obstaculizándolo durante más de tres años, sin este acto no se podía ejercer la autenticidad y legitimidad jurídica para realizar un contrato de operación, tal como lo establecen las leyes colombianas; ante la negativa de Sama Ltda. de no iniciar una licitación pública para contratar a un operador privado de manera unilateral el Ministro de Comercio Industria y Turismo nos arrebató, expropió, usurpó, el 30% de los activos de Waya Wayuu, el 10% de Asocharma y un 11% de Sumain Ichi, para obtener una mayoría del 51% en la Junta de Socios y poder nombrar un nuevo Gerente y luego de contratar a un operador privado entonces devolvería ese 51% a los legítimos dueños, eso traducido quiere decir: ustedes indios los declaro menores de edad, seres inferiores al resto de la humanidad, sin alma y luego de que realice mi negocio les devuelvo lo que es de ustedes.
Sama Ltda., Waya Wayuu, Sumain Ichi y Asocharma, acudiendo a una Cláusula de la Escritura del Contrato Societario, entonces recurrió a la Cámara de Comercio de Bogota, en donde hoy está funcionando un Tribunal de Arbitramento para que resuelva en la lógica del derecho quienes son los verdaderos propietarios del contrato societario: o es el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo o son las Tres organizaciones Wayuu y además resuelva si los Wayúu somos merecedores o no de la cancelación de daños y perjuicios desde 1991.
En estos momentos la Nación expresada, en el Ministerio de Minas y Energía, Ministerio de Industria Comercio y Turismo, Ministerio del Interior, Instituto de Fomento Industrial, IFI - Concesión Salinas, Superintendencia de Industria y Comercio, con el apoyo de uno de los socios del Contrato Societario denominado Sama Ltda., Alcaldía de Manaure, realizan distintas actividades en todos los órdenes para que Sama Ltda., y las Organizaciones Indígenas retiren la demanda y se disuelva el Tribunal de Arbitramento en donde se esta resolviendo la situación legal de los socios.
Mientras tanto el IFI Concesión de Salinas, sigue percibiendo 97 pesos de cada 100 de las ventas de sal en Manaure; a Sama Ltda. le suspendieron desde hace tres años los 3 pesos de cada cien, y con esos 97 pesos continúa la administración y el respectivo desgreño administrativo, la inoperancia, la destrucción y el desplome de lo que fue la principal mina de sal en Colombia; un ejemplo a resaltar: en el año 2005 Manaure vendió 14.mil millones de pesos, de eso el 97 % fue administrado por el IFI - Concesión Salinas y 3% para que Sama Ltda. estructurara el negocio de las salinas, ese fue el promedio durante los años 2006 y 2007.
Las Salinas de Manaure es un buen negocio el cual está estructurando su quehacer mediante un contrato con la Banca de Inversión BONUS BANCA DE INVERSION, hoy tiene un 100% de su legalidad jurídica como contrato de Concesión Minera desde septiembre del año 2008, está pendiente a solucionarse quienes son los legítimos propietarios que conforman la Junta de Socios, detrás de ella hay distintas empresas multinacionales que desean adquirir el monopolio de la sal en Colombia, pero la nación en manos de altos mandos no quiere admitir que las organizaciones indígenas son titulares de derechos o que los indígenas somos seres humano con alma.
Es una etapa de crisis mundial que muestra el fracaso del Neoliberalismo, de las orientaciones del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional, en donde el desempleo sigue subiendo, y Manaure en la Guajira no se escapa de ello; de allí que el modelo económico que establezcan las organizaciones indígenas propietarias del contrato de Concesión Minera y Portuaria, es especial y particular acorde con la estructura social de su historia en veinte años de labores por la autonomía y libertad del ser humano.
Es esta la oportunidad de los Wayuu y Guajiros creada desde abajo con un espíritu social en los cinco siglos de dominación imperial español y republicano, donde un sector social y una nación de indios logra conquistar bajo instancias jurídicas normativas propias y del Estado su legitimidad para resolver la crisis del empleo, con ingresos propios, con propuestas empresariales dignas y en el orden financiero mundial sin la presencia de los mandos centrales del gobierno que lo único realizado en sus 35 años de explotación del mineral renovable sal es usufructuar desde lo legal y leonino, y hoy no quieren soltar el negocio, y cuentan con la venia de la Alcaldía Municipal de Manaure, quien representa a sus habitantes como socio y es testigo de todos los desórdenes de los administradores de la nación que han estado al frente del IFI Concesión Salinas, lo cual no les hace merecedores de ningún tipo de opinión positiva.
Esperemos los resultados del Tribunal de Arbitramento para que se dirima en la lógica del derecho quiénes son los verdaderos propietarios del Contrato Societario para el usufructo de la mina de sal de Manaure, el cual está a resolverse en breves semanas, y se puede aligerar cuando el representante legal de la Alcaldía de Manaure, admita en la lógica razonable y para ello cuenta con un buen nivel académico con el cual ostenta su título de abogado, de que los mandos centrales han rapado, las acciones societarias de la comunidad wayuú.