En la costa Caribe de Colombia, hay grupos de indios que se disfrazan de negros. Esto, por supuesto es una teorización que incluye en su interior una contra argumentación que es la que usualmente se esboza para explicar al «Son de Negros»: negros que se disfrazaban de negros para causar pánico a sus enemigos con sus muecas y movimientos.
«La tradición de los negros con disfraces de indio es común en el carnaval caribeño. Hay 'indios' en Trinidad, Bahía y Cuba. Enmascarados de la Navidad en Jamaica, St. Kits y República Dominicana, e incluso indios salvajes. Bailarines de gombey también se visten como indios... Con los indios del Mardi Grass, la clase trabajadora negra de Nueva Orleans también 'inventó una tradición"».
Lo curioso del caso en que en las Anti-ilhas (las Antillas) y en general todo el Caribe, los indios fueron exterminados. En Colombia, los indios, quizás por la agreste topografía cruzada de aguas, pudieron sobrevivir en núcleos. Se cruzaron con los esclavos y cimarrones africanos en partes estratégicas de la geografía en que coincidían los dos 'evadidos'. No siempre en buenos términos aunque las culturas, en donde hubo mayores puntos de acercamiento, produjeran híbridos y síntesis que después se desarrollaron de forma amplia.
El caso de «Son de Negros» es sintomático. ¿Para qué un negro tendría que disfrazar de 'negro bozal', ridiculizándose, además, con ademanes de la amplia bemba africana? Una de las respuestas posibles es que el actor que presentaba la parodia de negro no era negro. Por supuesto que este tipo de preocupaciones estéticas no eran del interés de los españoles y sí es probable de grupos indígenas o mestizos.
De modo que podría plantearse al revés el paradigma: en la costa Caribe de Colombia, hay grupos de indios que se disfrazan de negros. Esto, por supuesto es una teorización que incluye en su interior una contra argumentación que es la que usualmente se esboza para explicar al «Son de Negros»: negros que se disfrazaban de negros para causar pánico a sus enemigos con sus muecas y movimientos.
Pero nadie se disfraza de sí mismo. Al hacerlo, deja de ser disfraz y en este caso el traje de guerrero fiero negro queda inutilizado como obvia consecuencia de las muecas, bailes y carantoñas. Las flechas y balas no perdonan al espíritu lúdico.