Pretendiendo seguir el buen ejemplo de la Bancada Parlamentaria Afroestadounidense, algunos/as parlamentarios/as afrocolombianas/os constituyeron la Bancada Parlamentaria Afrocolombiana, supuestamente para aunar esfuerzos en la actividad parlamentaria en aras de sacar adelante proyectos trascendentales para las comunidades afrocolombianas.

Sin embargo, hasta la fecha no se les conoce ninguna acción ni logro importante a favor de las mismas, por el contrario, no han sido capaces de asumir la defensa y promoción del Plan de Desarrollo Integral para la Población Afrocolombiana , como componente fundamental de las políticas publicas y acciones afirmativas para la reparación histórica de la misma, en el Congreso de la República y ante el ejecutivo nacional, para la asignación de los correspondientes recursos financieros, inclusive recurriendo al endeudamiento externo, como mandan la Constitución Nacional y la Ley 70 de 1.993. Plan que ha sido formulado ya por tercera vez, siempre con la asesoría y acompañamiento del Departamento Nacional de Planeación, DNP.

Lo mas grave es que cuatro de los integrantes de la Bancada Afrocolombiana : Edgar Eulises Torres, Odín Sánchez, Silfredo Morales y Juan Carlos Martínez, al igual que el actual gobernador del Chocó, Patrocinio Sánchez, durante toda su vida pública se han comportado como tumores cancerosos que mantienen a uestras comunidades postradas y, por ende, no dejan pelechar a esa bancada en credibilidad social. En primer lugar traicionaron a sus partidos tradicionales de origen para vincularse a los partidos uribistas y parapolíticos, para contribuir a mantener en el poder a un Presidente de la Republica como el actual, que se ubica como el mas indolente y perverso con las comunidades afrocolombianas, a cambio de jugosos contratos y puestos burocráticos muy bien remunerados para sus familiares y áulicos mas próximos. En segundo lugar, hicieron causa común con jefes de grupos paramilitares que han realizado sendas masacres, desapariciones y asesinatos selectivos en nuestras comunidades, han ultrajado y mancillado su dignidad, produciendo centenares de desplazamientos para quedarse con sus tierras y demás pertenencias; En tercer lugar, conjuntamente con esos grupos se dedicaron a robarse los recursos del fisco público destinados a la, la educación, el arreglo y construcción de vías y otras infraestructuras importantísimas para las comunidades, provocando crisis humanitarias, donde la gente se ha estado muriendo de física hambre y de enfermedades sencillamente prevenibles y curables; y En cuarto lugar, algunos jefes de grupos paramilitares detenidos, los echando al agua, declarando ante la Fiscalía Nacional que con recursos financieros y con votos constreñidos a la elección de estos parlamentarios y gobernador, en repetidas ocasiones, y que uno de los compromisos fue repartirse el botín constituido por los recursos arriba citados, llegando a calificarlos de avaros, en cuanto a que, según ellos, se han quedado con porciones muy grandes del mismo.

Por estos hechos y delitos, cursan muchos procesos judiciales contra estos desvergonzados personajes. Ya fue capturado por la Fiscalía Juan Carlos Martínez, Silfredo Morales estrenó la manilla electrónica para presidiarios, y no es raro que los otros sean capturados en días próximos. Igualmente, el actual Gobernador del Choco, Patrocinio Sánchez, ha sido encarcelado en varias ocasiones y tiene vigente alrededor de diez procesos por corrupción y malos manejos administrativos. Sin embargo, continúan contando con el respaldo del uribismo.

Es muy triste que nuestras comunidades además de la marginalidad histórica a que han sido sometidas por las oligarquías parasitarias gobernantes de Colombia, hayan caído en manos de semejantes hampones, lacras socialmente lumpenizadas, que han reducido su actividad parlamentaria a apoyar los proyectos que les indican los jefes de los partidos parapolíticos uribistas, que a su vez responden a los intereses de las oligarquías parasitarias nacionales, y a cambio estas les garantizan vida opulenta y aburguesada e impunidad frente a cualquier proceso judicial que se les pueda iniciar. Pero a la vez todos estos lúmpenes son alumnos aventajados de Jorge Tadeo Lozano Osorio, Daniel Palacio Martínez, Antonio Heráclito Maya Copete y Atilio Moreno Paz, la clase politiquera corrupta que sustituyó en los años de 1.970-80 a la honorable clase política y dirigente que encabezaron Diego Luis Córdoba Pino, Leopoldino Machado Renteria, Adán Arriaga Andrade, Ramón Lozano Garcés, Aureliano Perea Aluma, Néstor Urbano Tenorio, Sofonías Yacup Carabalí y Daniel Valois Arce, personalidades eximias que si hicieron cosas importantes por nuestras comunidades o al menos se esforzaron por mejorarles su calidad de vida y ubicarlas en un sitial respetable ante el país y ante el mundo.

Esa clase politiquera corrupta se prestó para que nuestras comunidades fueran campo de experimentación del neoliberalismo, en los años de 1.980, cuando promovieron la privatización de la Fábrica de Licores y la venta de otras infraestructuras importantes del Departamento del Choco, y la privatización del Terminal Marítimo de Buenaventura, que solo han generado desastres sociales para nuestras comunidades. Precisamente, en medio de la rapiña de estos negociados, murieron asesinados Antonio Heráclito Maya Copete, Atilio Moreno y otros dirigentes políticos de la aristocracia sindical del Puerto de Buenaventura. Y también fue asesinada la parlamentaria santandereana Martha Catalina Daniels, a manos de su propia hermana quien la mandó secuestrar con la pretensión de quitarle parte del dinero que le había robado su esposo al Estado ejerciéndose como Gerente Liquidador de la Empresa Puertos de Colombia, y por lo cual fue condenado a una larga prisión.

Lo anterior una vez más está demostrando, que el neoliberalismo capitalista solo ha traído miseria, desastres y degradación para los pueblos, mientras oligarquías nacionales e imperialistas se enriquecen más y más con el trabajo y el sacrificio del mismo.

De acuerdo con anuncios de la Fiscalía, es posible que próximamente vengan nuevas capturas de parlamentarios, gobernador, exgobernadores, alcaldes, exalcaldes y otros altos funcionarios y exfuncionarios estatales afrocolombianas/os, por la parapolitica y toda la corrupción que esta ha agudizado por todo el país. Pero de cualquier manera, es oportunidad para que las comunidades afrocolombianas se liberen de tantos corruptos y falsos dirigentes, entren a explorar con las nuevas opciones políticas, y promuevan nuevos liderazgos de personas con mentalidad y trayectoria socialmente comprometidas y que enarbolen propuestas populares verdaderamente transformadoras, de lo contrario podrían estar marchando hacia su aniquilación definitiva.

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