En Colombia desde Santander de Quilichao, Caloto, Corinto, Tierradentro, Manaure en La Guajira y Medellín, se movilizaron los pueblos indígenas para rechazar las acciones de los violentos, los "modelos de desarrollo" que nos imponen y para conmemorar el 20 de julio, ya que los pueblos indígenas seguimos luchando por una verdadera independencia. Los afros, los campesinos y los indígenas clamamos a gritos que nos dejen vivir en paz en nuestros territorios y que no nos sometan al despojo.
Desde el norte del Cauca ratifican las comunidades que van a seguir fortaleciendo sus organizaciones y que no se van a dejar amedrantar ni de la fuerza pública, ni de los paramilitares y ni de la guerrilla de las Farc. Tal como lo manifestaron en la Audiencia Pública en Corinto y cómo se lo dieron a conocer al Relator James Anaya de la ONU, ayer en La María Piendamó, donde las autoridades tradicionales presentaron un informe amplio de las causas de la guerra, de las violaciones de DH en sus territorios y de la propuesta de los pueblos.
Invitamos a todos los colombianos a consolidar nuestra agenda como pueblos en resistencia y como alternativa al proyecto que nos impone. Reiteramos por ello la propuesta de 5 puntos de la Minga. Pensamos que las luchas recientes desde Honduras, Perú y Colombia ponen en evidencia que el proyecto de la codicia transnacional, teniendo sus objetivos claros, cambia de estrategias: en un lugar da un golpe de Estado y aparenta rechazarlo para promover el diàlogo entre criminales y víctimas, en otro lugar, dicta decretos para parcelar el Amazonas y entregarlo a explotadores transnacionales, ordenando la muerte de los defensores de la tierra y en otro, en nuestro país, monta bases militares para preparar la guerra de invasión contra Venezuela y Ecuador y expropiar el petróleo y los minerales, apoyàndose en la ventaja que le ofrecen las acciones de terror y de guerra de una insurgencia distanciada del pueblo.
Como lo venimos reiterando, son estrategias diferentes para servir a los intereses muy concretos y pragmàticos de acceso a trabajo explotado y naturalaza destruida para el gran capital global. El plan es el de quiènes se benefician en ùltimas, es decir, las grandes coorporaciones. Los actores y autores de golpes, masacres, propaganda y polìticas, están a su servicio.
Del otro lado estamos los pueblos con nuestra solidaridad que es la ternura. Movilizados, heròicos, haciendo denuncias, declaraciones, comunicados, marchas y otros gestos de firmeza y de compromiso. Todo eso ha demostrado sin lugar a dudas nuestra presencia, dignidad y fortaleza. Pero también nos impone aprender una lecciòn impostergable: si ellos tienen planes, objetivos concretos y estrategias coherentes, nosotros y nosotras debemos tenerlos también.
Por ejemplo: necesitamos saber desde el protagonismo del heroico pueblo de Honduras cuàl es concretamente la plataforma de lucha y cuàles los objetivos a ser alcanzados, para de esta manera enfilar todos nuestros esfuerzos en la misma dirección. Son mejores miles de comunicados y análisis, cientos de delegaciones y decenas de movilizaciones, que unas pocas. Pero es indispensable que todas tengan en común y reiterados los objetivos estratégicos de los pueblos. Si toda esta lucha logra que la fuerza y la agenda de las bases de Honduras se abran espacios electorales, sociales, políticos y económicos, abremos avanzado hacia la libertad todos y todas en las Américas.
La farsa del entrometido e ilegítimo "mediador" Oscar Arias, al servicio de la opresión y el regaño de Hillary Clinton, secretaria de asuntos globales de las corporaciones, al presidente Zelaya porque según ella al querer regresar a su casa robada "no contribuye con la paz", resultará tan evidente vocería de la estrategia de despojo, en contraste con la digna y justa causa de los pueblos, que más que risa estos lùgubres comediantes, nos causarán verguenza y repugnancia.
Es el día de la estrategia de los pueblos por la libertad. Ya tenemos vocerías dignas, serias y legítimas; necesitamos darle la palabra concreta y eficiente a nuestros objetivos estratégicos.