Algunos analistas pocos conocedores del verdadero panorama político al interior de la bancada de parlamentarios afrocolombianos, pensaron que con las frecuentes visitas de un grupo de congresistas afroamericanos del partido Demócratas a Colombia y con la llegada a la Presidencia de los Estados Unidos del primer mandatario afroamericano, Barack Obama, también había llegado el cuarto de hora para el colectivo de congresistas afros en Colombia. Sin embargo, las cosas han tomado otro rumbo y la bancada de parlamentarios afros en lugar de lograr una mayor preponderancia política en Colombia va camino hacia la desintegración no por el transfuguismo en la actual coyuntura política, sino por las investigaciones penales que tienen varios de sus más connotados integrantes en la Corte Suprema de Justicia. De los ocho congresistas que la integraban: un Senador y siete Representantes a la Cámara, uno fue absuelto y otros cuatro afrentan procesos penales en la Corte Suprema.
El primero en enfrontar un proceso penal ante la Corte Suprema fue el Representante a la Cámara por San Andrés Julio Gallardo Archibold, quien fue sindicado del delito de peculado por supuestos sobrecostos en la compra de camionetas blindadas cuando se desempeñó como Presidente de la Cámara de Representantes, pero hace poco fue absuelto por el alto tribunal.
El segundo ha sido el Representante por Comunidades Negras Silfredo Morales Altamar, a este político del departamento de Bolívar y ex alcalde del municipio de María la Baja, en el período 2000-2003, tiene cuatro investigaciones penales en la Corte, todas por delitos contra la administración pública cuando se desempeñó como alcalde en esa municipalidad bolivarense. Por lo tanto, la sala penal determinó colocarle un brazalete electrónico y ordenar su detención domiciliaria.
El tercero de la bancada que enfrentar otros líos penales en el mismo tribunal es el Senador vallecaucano Juan Carlos Martínez Sinisterra, elegido por Convergencia Ciudadana y quién hace seis meses fue detenido por orden de la sala penal, que lo investiga por sus presuntos nexos con paramilitares y el extraditado narcotraficante Olmes Durán Ibargüen. Lo curioso en la meteórica carrera política de Martínez fue que pasó de ser un modesto Concejal de Buenaventura a un poderoso Diputado en el Valle y luego con el apoyo de narcos y paracos en menos de dos años se convirtió en el político más influyente en la costa pacífica y, aún desde la cárcel sigue manejando los hilos del poder en varios municipios del Pacífico.
Los otros dos congresistas de la bancada afro que tienen problemas judiciales similares a los de Martínez son los Representantes a la Cámara por el Chocó, Edgar Eulises Torres Murillo y Odín Horacio Sánchez Montes de Oca, quienes el lunes la Corte Suprema de Justicia, profirió orden de captura por delitos relacionados con la parapolítica, los dos hacen parte de una lista de 23 políticos chocoanos que suscribieron pactos con los paramilitares, entre ellos, el actual gobernador del Chocó, Patrocinio Sánchez Montes de Oca, hermano del congresista Odín Horacio.
Ambos políticos y el gobernador Sánchez son acusados de firmar acuerdos con el paramilitar Freddy Rendón Herrera, alias “El Alemán”. Además los tres, también son investigados por haber hecho presuntos arreglos políticos con guerrilleros del ELN. A pesar que Torres renunció a su investidura la Corte no la admitió, entonces, debe afrontar en dicho tribunal las mencionadas investigaciones y otras más sobre probables componendas con el narcotraficante Olmes Durán.
En el caso de los parlamentarios chocoanos Torres y Sánchez, llama la atención que sus historias políticas tienen un libreto similar, ambos son abogados y a la vez a los dos se les sindica de realizar pactos con guerrilleros, paracos y narcos, además son discípulos del legendario ex senador Jorge Tadeo Lozano Osorio, fundador del Movimiento Liberal Popular, agrupación política, en donde comenzaron sus carreras, luego hicieron rancho aparte y estructuraron dos de los clanes políticos más nefastos en el Chocó. En conclusión, la bancada de congresistas afros enfrenta un gran dilema moral pero en medio de la tormenta de los escándalos por los vínculos de algunos de sus miembros con grupos al margen de la ley, aún siguen en la lucha política Julio Gallardo, María Isabel Urrutia Ocoró, Franklin Legro Segura y Alberto Gordon May.
José E. Mosquera//Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.