Ellos piden, tú devuelves, nosotros pagamos
Por: Mario Serrato
Las empresas que explotan hidrocarburos en Colombia le pagaron al fisco nacional un dinero por concepto de anticipos a la producción de petróleo, anticipos que se liquidaron sobre una base gravable de 80 o 90 dólares el barril.
El asunto es que el precio del crudo cayó a menos de la mitad y las compañías consideran que se les debe devolver lo pagado debido las circunstancias de baja en el precio que todos conocemos.
En las cuentas de los empresarios se habla de 3.2 billones de pesos que en su opinión deben serles devueltos para recuperar en algo lo que ellos llaman "el sombrío panorama financiero que se avecina".
Si en mis manos estuviera no les devolvería ni un peso.
Los negocios de los neoliberales presentan unas características muy extrañas en Colombia; si el negocio va bien, entonces el Gobierno debe alejarse, dejar trabajar y ocuparse solo de que la competencia permita el desarrollo del mercado.
Pero si el negocio va mal, parecen quinceañeras lloronas. Piden auxilio, devoluciones, gabelas laborales, reducciones tributarias, recortes de personal sin pago de indemnizaciones y subsidios.
En fin, su neoliberalismo salvaje pasa a un segundo plano para abrir espacio a la típica maniobra empresarial colombiana de socializar las pérdidas y privatizar las ganancias.
Como estoy seguro de que el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, devolverá a las empresas del petróleo los dineros recaudados por concepto de anticipos, me parece que es esta la oportunidad para pedirle a ese mismo ministro la devolución de los dineros recaudados por las empresas de energía eléctrica en los denominados cargos de confiabilidad, a los usuarios que los pagamos confiando en que se destinarían a la creación de una infraestructura capaz de ponernos a salvo de una emergencia ambiental como la que estamos padeciendo.
Los empresarios del petróleo alegarán que la devolución de sus pagos anticipados de impuestos los justifica por la disminución del precio del crudo y la incorrecta tabla de medición del monto del impuesto a recaudar.
Así las cosas, los usuarios de la energía eléctrica que pagamos el cargo de confiabilidad y que sabemos que no se destinó a lo que fue programado, nos encontramos en todo el derecho de reclamar la devolución del dinero que durante casi 10 años nos quitaron mediante el cobro de un excedente en el recibo de la energía eléctrica.
Más de 15 billones de pesos les llegaron a las arcas de los empresarios privados de la energía eléctrica, sin que un solo peso de esa enorme cantidad de plata sirviera para instalar una planta de energía de emergencia con la cual suplir situaciones graves de sequía.
Los privados recibieron el dinero de los usuarios con los brazos abiertos y no los destinaron a asegurar la suficiencia energética. La plata llegó puntual, exacta, segura y completa a sus bolsillos empresariales sin que ellos se ocuparan de asignarle el destino que se les previó cuando se creó el pago adicional.
Los montos recibidos por los empresarios privados alcanzaron cifras de reforma tributaria estructural sin que un solo centavo de esos tomara el camino de la seguridad energética.
Ahora que el ministro Cárdenas, siempre tan considerado con el dinero de los contribuyentes, les va a devolver a los empresarios del petróleo lo que se les cobró de más, con seguridad hará un llamado a su corazón patriótico y asegurará las mismas condiciones para el usuario del común al que no le cumplieron los afiliados a ACOLGEL, con la señora Ángela Montoya a la cabeza, para que en un acto de honestidad con los usuarios de la energía eléctrica, esa honrada y pulcra señora y sus afiliados nos devuelvan la plata que les pagamos y que no usaron en el propósito para el cual fue captada.
Por única vez en la historia de la Nación queremos contar con un ministro de Hacienda que asegure la devolución de la plata que pagamos por algo que no recibimos, aunque sabemos que les será devuelto el dinero a los petroleros y a nosotros, los que sostenemos este país, solo nos devolverán un recibo de energía eléctrica con un incremento con el cual volveremos a pagar la plata que nos robaron.
Ellos piden, tú devuelves, nosotros pagamos
