En su tierra, la del Cauca, murió esta semana de una penosa enfermedad el reconocido líder político y social, Anatolio Quirá, 65 años, dejando un gran vacío al Movimiento Indígena nacional, al cual le aportó sus mejores años desde la dirigencia organizacional y política, como desde el Senado de la República.
Este hijo de la comunidad de Coconuco, sur del Cauca, inició su compromiso como líder indígena precisamente ahí, desde su pueblo, donde encaminó su larga carrera al posicionamiento de este grupo étnico ante el mundo.
De esta manera, llega a ser Presidente de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) en 1984, después de Trino Morales y Severiano López. Posteriormente fue Presidente Consejero del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), y Senador de la República por la Alianza Social Indígena, (ASI).
Para Luis Évelis Andrade, actual Presidente de la ONIC: "Anatolio representa la autoridad en el Movimiento Indígena de Colombia, por su conducta, liderazgo y entrega; siempre enarboló los principios de Unidad, Territorio, Cultura y Autonomía, también encarnó la honestidad y la sencillez que hace grande a un líder y así lo demostró al querer que en su sepultura fuese envuelto con la bandera de la ONIC, acto claro de su ejemplo de cómo ser fieles a la lucha, a la defensa de la unidad y defensa de los pueblos indígenas por siempre. Con Anatolio se nos va un cúmulo de sabiduría, su ejemplo nos insta a seguir rescatando y manteniendo viva la lucha y las actitudes".
Por su parte, las directivas del CRIC manifestaron que: “Los indígenas del Cauca estamos tristes y alegres. Tristes porque hoy hemos perdido a uno de nuestros más grandes dirigentes. A un líder y amigo que nos señaló un camino y dio un testimonio de vida que es muy difícil de igualar. A una persona que durante muchos años hizo presencia en nuestras vidas y en nuestras luchas con su alegría, compromiso y decisión. Y alegres por él, porque vuelve definitivamente a su terruño, al que tanto quería y al que regresaba siempre”.
Rodrigo Quirá, hijo del desaparecido dirigente, sostuvo que: "mi padre nos enseñó el inicio y el recorrido que debíamos llevar como indígenas, y como líder su legado es la claridad de cómo conducir el proyecto político organizativo indígena de Colombia. Fue un líder intachable".
Para cumplir uno de sus últimos deseos, las honras fúnebres se llevarán a cabo este jueves 30 de septiembre en su casa en el resguardo Puracé, vereda Villa Cuaré, después de estar en cámara ardiente en las instalaciones del CRIC.
Sus familiares y amigos de lucha le dijeron hasta luego. “Nos vemos donde estés. Dales saludos a Gregorio, Cristóbal, el padre Alvaro, a Gustavo, a Rosa Elena, a Luis Angel, a Manuel Quintín, a todos los que nos han antecedido. Y puedes estar tranquilo, porque junto con los demás nos has dejado la mejor herencia: un camino gracias al cual hoy no somos los terrajeros esclavos sino los indígenas orgullosos de lo que somos, y el ejemplo de cómo debemos continuar luchando por la defensa de nuestra gente y por la construcción de un país que todos nos merecemos. Gracias, amigo”.