Ya son 5 días de mostrar un camino que lleva más de 500 años de iniciado. El camino de la resistencia indígena que día a día cobra más vigencia, en un país donde nos hemos acostumbrado a que solo se escuchen las voces acompañadas del ruido de los fusiles.
Registramos con entusiasmo el hecho de que se van sumando cada dÃa más personas al Congreso. Hoy entramos a la ciudad de Cali, donde se unieron 5.000 indÃgenas de la Organización Regional IndÃgena del Valle del Cauca (ORIVAC). Simultáneamente, los indÃgenas Zenúes del departamento de Córdoba se concentran en Sincelejo después de caminar desde el municipio de Sampués; los indÃgenas Wayuú y Yukpa van hacia Riohacha en el Norte del PaÃs; en el departamento del Atlántico los Mocaná. En Bogotá los indÃgenas Pijaos, Muiscas y varios pueblos de la OrinoquÃa se concentrarán a la una de la tarde para iniciar su marcha hacia la Plaza de BolÃvar, encontrándose en el camino con otras organizaciones sociales y congresistas que apoyan el movimiento.
Tal como podemos apreciar, se trata de una movilización nacional que va mas allá del sentido folclórico que le dan algunos medios de información. Es el sentir de un pueblo manifestándose contra el actual gobierno y sus polÃticas; contra el TLC y el ALCA que usurparán nuestras vidas y territorios; contra las reformas a la Constitución PolÃtica, que buscan adecuar la legislación a las exigencias del imperio; por la solución negociada al conflicto armado que vive Colombia y por el derecho que tenemos a no involucrarnos a no ser involucrados en el mismo y a resistir.
Durante la tarde de ayer, las comisiones que se crearon sesionaron en la ciudad de JamundÃ. Hoy en la tarde seguiremos con el trabajo para continuar mañana en nuestro Congreso, reiterando la invitación a toda la ciudadanÃa para que participe del mismo.
El pueblo colombiano ha mostrado su acuerdo con nuestros estas razones. Por donde pasamos somos recibidos con alegrÃa. La gente aplaude nuestro paso y se une espontáneamente. A cada minuto nos llegan mensajes de apoyo y solidaridad de organizaciones nacionales y es muy significativo el seguimiento que pueblos de otras naciones hacen a nuestro caminar. Es la globalización que queremos: la de la vida, la solidaridad, la de los derechos humanos y de los pueblos.
La fuerza pública se ha mostrado desafiante. QuerÃan que entráramos a Cali por vÃas secundarias y amenazaron con utilizar la fuerza para disuadirnos. Nosotros decidimos que caminarÃamos por las avenidas principales y que si no nos dejaban pasar, las más de 55.000 personas que hoy estamos caminando nos sentarÃamos a esperar con paciencia que permitieran nuestro paso. Si algo hemos aprendido los pueblos indÃgenas en estos 512 años es a tener paciencia. Pero ha sido mayor la fuerza de nuestras razones, de nuestro caminar y hemos entrado por los lugares que se habÃan programado, en uso de nuestro derecho como ciudadanos.
Por el momento, solo nos resta decir que después de 15 dÃas de privación de la libertad del mayor AlcibÃades Escué y Shirly Albor Cárdenas, es cada vez más evidente la persecución que se hace de nuestro movimiento a través de este caso. Pareciera que la FiscalÃa fuese otro de los actores armados que están en contra del movimiento indÃgena, con actuaciones similares a las de la guerrilla, los paramilitares y la fuerza pública. Seguimos atentos. De hecho, la primera reunión que se hará el dÃa de hoy entre las autoridades indÃgenas presentes en el Coliseo del Pueblo es para tratar el caso de nuestro Mayor. Se escuchan en las comisiones de trabajo propuestas bastante interesantes encaminadas a lograr la libertad de nuestros compañeros. Lo cierto es que no los abandonaremos a su suerte.