La Vicepresidenta del Concejo Distrital, Ati Quigua, solicitó a la Administración que sea coherente con lo establecido en el POT de Bogotá, el cual contempla que el ordenamiento territorial se oriente bajo tres principios, que deberÃan ser rectores para dar solución a la problemática que se vive en la zona rural de la localidad de Ciudad BolÃvar, uno por el incremento de la cantidad de basura que se esta llevando al relleno Doña Juana y dos por la ampliación del terreno para continuar botando los residuos en este sector.
Según, la Concejala indÃgena, la protección y tutela del ambiente y los recursos naturales, el perfeccionamiento y optimización de la infraestructura para la prestación de los servicios públicos y la integración socioeconómica y espacial del territorio urbano-rural, deben ser los parámetros que debe tener en cuenta la administración, al momento de desarrollar polÃticas que tengan que ver con la disposición final de las basuras y residuos sólidos, mismos, que no se han estudiado ni puesto en práctica en la localidad de Ciudad BolÃvar, en cuya zona se esta atentando contra terrenos productivos y contra cuatro quebradas que abastecen de agua a los habitantes de este sector.
Razón por la cual, la cabildante, Ati Quigua, propuso la incorporación Mecanismos de Desarrollo Limpio –MDL- en los que se garantice una amplia participación de las comunidades (localizadas cerca al relleno, recicladores, grupos de desplazados, minorÃas étnicas, etc.); con lo que se estarÃa fomentando fuentes de empleo, salud y cero contaminación. Al respecto, indicó, se tiene como escenario de acción, la conformación de una comunidad segura y saludable en donde los productos y materiales manufacturados, por la industria y los pequeños industriales, asà como los residuos generados durante su proceso de producción deben ser, en algún momento, materia prima para algo nuevo.
Además, señaló, se necesita un sector productivo que diseñe mejor sus productos y que luego sus desechos puedan ser reutilizados, reparados, reciclados o compostados, de modo que todos los materiales se reintegren de forma segura en el mercado o en la naturaleza, eliminando eventualmente la continua y discriminada emisión de residuos en la Ciudad.
Las materias primas y los componentes técnicos circularán entonces continuamente entre fabricantes y usuarios, asà como entre industrias; esta economÃa implicarÃa pasar de la explotación de recursos naturales, que son escasos, a la utilización de recursos humanos que son abundantes
Igualmente, destacó que: La estructura ecológica de la Ciudad presenta las siguientes caracterÃsticas:
Fue intervenida de manera irracional
Los humedales rellenados de escombros y urbanizados
Los cerros Orientales afectados por urbanizaciones “legales†e “ilegalesâ€.
El rÃo Bogotá convertido en una inmensa cloaca de desechos sólidos y lÃquidos.
Un número importante de quebradas (casi cien en los últimos 5 lustros) han desaparecido para dar paso al mal llamado desarrollo urbano.
Razón por la cual, la capital viene convulsionando como resultado de un largo proceso de deformación, de ocupación y poblamiento del espacio; de usos y aprovechamientos diversos de sus suelos. Este proceso tiene 467 años contados a partir de la fundación de la ciudad, siguiendo el modelo urbano español que implantó Gonzalo Jiménez de Quesada.
Hoy, tenemos una ciudad que prácticamente agotó su espacio fÃsico. Con el fenómeno de la conurbación, la ciudad se expandió y absorbió territorios como Fontibón, Engativá, Suba y Usaquén y se privilegió el crecimiento urbano a costa de terrenos muy fértiles como son los de la Sabana de Bogotá.
El total de áreas rurales del Distrito Capital es de 122.689 hectáreas distribuidas en un 26.6% de tierras agropecuarias que corresponden a 31.507 hectáreas y un 74.4% de tierras de protección, preservación y restauración que corresponden a 91.182 hectáreas. Que equivalen a cerca del 82% del área total del Distrito Capital.
Actualmente las localidades mas afectadas por el Botadero son Usme y Ciudad BolÃvar
En lo atinente al suelo rural de la localidad de Ciudad BolÃvar, este esta compuesto por nueve veredas, que son: Las Mercedes, Pasquilla, Pasquillita, Mochuelo Alto, Mochuelo Bajo, Quiba Bajo, Quiba Alto, Santa Bárbara y Santa Rosa. El 73% de la superficie de Ciudad BolÃvar corresponde a suelo rural, es decir, 9.530 hectáreas, de las que 3.979 son suelo de protección y las 5.551 restantes son suelos de uso.
El área aproximada para la ampliación del relleno sanitario Doña Juana es de 300 hectáreas alrededor del mismo para su adecuación futura y para la construcción de la infraestructura necesaria.